Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 3 septiembre 2008 - 3:08 pm
Categoría: General

-Debo reconocer que me gustó que Zapatero, en su investidura, no llegara a pactos con nadie para poder defender su programa sin tener las manos atadas.

-Eso le llevó a la humillación de tener que someterse a una segunda vuelta.

-Yo quise ver a una persona con ideas claras y con el propósito de llevarlas a cabo por encima de todo.

-Era una manera nueva de hacer política. Todos los presidentes anteriores, sobre todo Felipe González y Aznar, se habían bajado los pantalones ante los grupos pequeños para conseguir el apoyo de los pocos votos habían conseguido en las urnas.

-Eso hizo que, durante años, los nacionalistas vascos y catalanes condicionaran la política de Madrid.

-Más que condicionar la política de Madrid, que les importa una carajo, sacaron buenas tajadas para sus intereses.

-Pues resulta que aquello de Zapatero fue un brindis al sol. A la primera da cambio, ha variado de actitud. Ahora se halla arrodillándose ante los diferentes grupos minoritarios para mendigar, a cambio de prebendas, el apoyo de sus votos para sacar adelante sus presupuestos.

-¡A claudicar, amigo Zapa!

-En el País vasco, la situación es más sangrante. Los socialistas vascos están trabajando para convertirse en alternativa y echar a Ibarretxe de Ajuria Enea. Mientras, los de Madrid negocian el apoyo del PNV y éstos se aprovechan de la situación.

-Si es que la política es pura miseria.

-¿Miseria dices? A algunos, les va muy bien.

Esta entrada se escribio el Miércoles, 3 septiembre 3 2008 a las 15:08 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información