Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 2 octubre 2008 - 9:12 am
Categoría: General

-No te creo que no te guste el fútbol y que no vibres con los colores de algún club.

-Si no quieres, no lo creas.

-Para mí el fútbol es un deporte interesante para los que lo practican. Quizá un poco agresivo. Se va muchas veces al choque, al contacto físico y puede haber lesiones.

-No me refiero a eso. El fútbol es mucho más que un deporte. Es el símbolo de una ciudad, de un país.

-Lo siento. Yo no me veo representado, con todos los respetos, por un grupo de jóvenes en mangas de pantalón corto.

-Te quieres amparar en una postura elitista e intelectual. Pero te diré que hay muchos escritores y artistas que son muy aficionados al fútbol, que no se pierden un partido y que vibran por los colores de sus respectivos equipos.

-¡Allá ellos!

-Yo sigo la teoría clásica. El fanatismo por el fútbol ha sido fomentado para que la gente se olvide de los problemas reales.

-¡La famosa alineación marxista!

-Marx incluyó, entre las alineaciones, a la religión y al patriotismo. Pero no al fútbol.

-¡Hombre! En sus tiempos, no existía. Pero seguro que lo habría colocado junto a esas otras dos alineaciones.

-Ahora, los políticos y los gobernantes fomentan la afición. Para dar ejemplo, viven apasionadamente los partidos y las rivalidades.

-Franco también presidía partidos de fútbol.

-Pero lo hacía con su cara de palo.

-A ti que te mueves en las artes escénicas, te voy a explicar mi teoría. Hubo un tiempo en que el teatro servia como catarsis de la sociedad y de cada persona, con la identificación del público con los héroes clásicos. Ese papel de catarsis y de identificación lo cumple ahora el fútbol.

-Por eso, los forofos dicen: ¡Hemos ganado’, aunque no hayan dado una parada a la pelota.

-No sé si has puesto un buen ejemplo. Yo no veo muchos parecidos entre un espectáculo escénico y el fútbol. Me parece más cercano a una batalla.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 octubre 2008 - 9:14 am
Categoría: Teatro

-Estoy intrigado por saber a quién le dan, este año, el premio Turner de arte moderno.

-Dirás de arte provocador. Ese premio internacional que se da en Londres sólo pretende llamar la atención y provocar la polémica.

-Como el arte moderno en sí mismo. ¿No?

-Este año dicen que ha bajado el nivel de provocación.

-A mí, lo que me interesa es saber hacia dónde van las nuevas tendencias del arte actual.

-Uno de los candidatos al premio presenta una instalación con un maniquí femenino sentado en la taza del retrete.

-¡Eso ya no provoca a nadie!

-Otra instalación presenta a una mujer rompiendo su juego de té de porcelana.

-En la Galería Tate de Londres hay un grupo de atletas que recorre a toda velocidad el pasillo central en relevos de treinta segundos.

-¿Eso es una muestra artística?

-Por supuesto. Es uno de los acontecimientos artísticos que está teniendo más éxito esta temporada.

-El negocio de las galerías es llamar la atención para atraer a la gente.

-¡Tú también pretendes llamar la atención para que vayan a ver tus obras de teatro!

-Hace ya años ese famoso premio internacional se lo dieron a un artista que tuvo la gran idea de colocar una bombilla que se apagaba y se encendía en una habitación vacía.

-¡Es lógico! Una bombilla encendida siempre ha sido el símbolo de que se ha tenido una idea.

-Dicen que una de las conclusiones sobre las nuevas tendencias es que la pintura ya no sirve para expresar lo que ahora se desea expresar. El nuevo arte conceptual exige otros soportes más adecuados para transmitir todo el significado discursivo.

-¿Me lo puedes repetir?

-El que gana es el soporte de vídeo. ¡Lo audiovisual!

-¿Tú buscabas inspiración para tus nuevas obras de teatro?

-Bueno. No sé. Era pura curiosidad.

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