Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 mayo 2009 - 4:20 pm
Categoría: Teatro

-¡A que no te atreves a criticar al actor y director teatral José María Pou!

-No tengo ningún motivo para criticarlo.

-El otro día, cuando salías de ver la representación de la obra ‘Los chicos de historia’, escrita por Alan Benett, dirigida y protagonizada por él, te vi con cara reflexiva.

-Pero eso no quiere decir que deba criticar a José María Pou, que además es mi amigo.

-Si es tu amigo, seguro que no lo criticas.

-Es tan amigo que podemos discrepar sobre sus puestas en escena y sobre mis textos sin enfadarnos, aunque expongamos libremente nuestras opiniones.

-Estás dando demasiadas vueltas para exponer tu opinión.

-Comenzaré por lo aceptado por todos. Una interpretación muy buena por parte de todos los actores. De José María Pou, se puede decir que extraordinaria.

-Hasta ahí de acuerdo.

-Mi discrepancia está en que José María, como director, se pasó. Se pasó intentando hacerlo bien. Procurando dar más solidez a la obra, más empaque. Más entidad. La obra de Alan Benett es una obra interesante, para hacer reflexionar sobre la educación. Pero no es una maravilla. No pasará a la historia del teatro. Y José María ha pretendido llevarla más allá de las metas que esa obra permite.

-Eso es un ataque de fondo.

-Por elevación. El deseo de mejorar la obra, de hacer una obra de más nivel lleva a que el espectáculo sea confuso. A mi juicio.

-No sólo al tuyo.

-Lo que deseabas que fuera una crítica para José María Pou, ha terminado siendo una alabanza.

-No sé si tanto.

– Se ve que eres bien amigo.

Esta entrada se escribio el Lunes, 4 mayo 4 2009 a las 16:20 pm. en la categoría: Teatro. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información