-Está evolucionando mucho la técnica de escribir monólogos teatrales.
-¿Te refieres a los monólogos que se han exportado al teatro desde la televisión?
-¡No! Ya he puntualizado que me refiero a monólogos teatrales. Contar chistes nunca ha sido teatro.
-Pues han tenido mucho éxito en los escenarios.
-Sigo con los monólogos teatrales. Decía que están evolucionando mucho. Eso es bueno en tiempos de crisis, cuando los presupuestos para montar las obras son escasos.
-Una de las claves está en la sabia utilización de personajes ausentes.
-Más que ausentes, invisibles.
-Si esa utilización está bien hecha, se puede dar variedad a la acción.
-Mi último texto teatral ha sido un monólogo para una actriz – soprano que se titula ‘Por amor a Cole Porter’. Está protagonizado por su esposa, Linda Lee Porter. La acción se desarrolla durante la espera de una operación quirúrgica. La protagonista recuerda y canta sus canciones, además de vivir las contradicciones en sus relaciones.
-Ya. El personaje invisible en esta ocasión es Cole Porter.
-Te equivocas. El personaje invisible es un perro caniche. Da mucho juego a la acción y también muchos problemas y trabajo a la actriz durante la representación.
-Uno de los mejores tratamientos de monólogo que he visto últimamente, ha sido la primera parte de la obra ‘¿Estás ahí? Hay un personaje presente pero invisible y varios ausentes que inciden mucho en la acción.
-Lo que debe estar claro es que en los monólogos también debe suceder la acción sobre el escenario y no sólo se debe contar o narrar.
-Déjate de dar doctrina teórica y escribe buenos monólogos.
Esta entrada se escribio el Jueves, 7 mayo 7 2009 a las 9:47 am. en la categoría: Teatro. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.