Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 16 junio 2009 - 9:15 am
Categoría: Teatro

-Estoy intentando recordar cuál fue la última vez que vi a Fernando Delgado actuando en el teatro.

-A mí, suena más de la tele.

-En el teatro, creo que fue en una obra titulada ‘Caimán’. Interpretaba a un anciano desmemoriado a causa del Alzheimer. Hacía un buen papel, confundiendo las palabras, los recuerdos y las identidades.

-Es posible que alguien considere las interpretaciones en televisión como menores. Pero yo recuerdo incluso aquella emblemática ‘Doce hombres sin piedad’. O ‘Ninnete’. Y tantas otras obras de aquellos estudios unos de tiempos tan pretéritos.

-Pero como el teatro no hay nada para un actor.

-Es que lo más importante del teatro son los actores.

-¡Y las actrices!

-¿Cómo puedes decir eso si tú eres autor?

-Lo veo así.

-Lo que me parece curioso es la endogamia de esa profesión. Se pasa el testigo de padres a hijos.

-Y de madres a hijas.

-Fernando Delgado, por ejemplo era hijo de los actores Luis Martínez Tovar y Julia Delgado Caro.

-Tuvo dos gemelos. El uno es actor y el otro clown.

-Pues nada. Mantengamos su recuerdo.

Esta entrada se escribio el Martes, 16 junio 16 2009 a las 9:15 am. en la categoría: Teatro. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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