Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 diciembre 2009 - 11:22 am
Categoría: General

-Indignante. ¿No?

-Yo sí que me he indignado.

-No se puede tolerar que, en el discurso de agradecimiento por la concesión del premio Nóbel de la paz, se haga una defensa de guerra y se diga que no sólo está justificada en determinados momentos, sino que puede ser hasta necesaria.

-Es que le han dado ese premio a Barack Obama, que es nada más y nada menos que el presidente de los Estados Unidos de América.

-Una potencia mundial, muy amiga de hacer la guerra y de solucionar los problemas por la fuerza.

-Un presidente de los Estados Unidos de América no puede hacer otra cosa que defender la guerra.

-¡Bueno! Si lo intentan, quizá sí que podrían hacer otra cosa.

-Lo que no se puede hacer es dar el premio Nóbel de la paz al presidente de Estados Unidos de América.

-Y si por una equivocación se lo dan, el premiado debería disimular y decir que hará todo lo posible para que no haya más guerras.

-No. ¡Mentir, nunca!.

Esta entrada se escribio el Viernes, 11 diciembre 11 2009 a las 11:22 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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