Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 18 octubre 2019 - 11:16 am
Categoría: General

David Barbero
-Ayer se estrenó en el Teatro Arriaga de Bilbao la obra titulada ‘Jauría’. Trata sobre la violación de una joven por los integrantes de la manada, hace unos años, en Pamplona.
-Por la relevancia informativa que rodeó a ese repugnante hecho y por la expectación sobre su tratamiento teatral, esta pieza era una de las más esperadas de la temporada. Sorprendió, por esa razón, la escasa presencia de público en su estreno.
-Una de las funciones sociales del teatro es convertirse en espejo de la sociedad. Ser un foro de la actualidad. Un debate de los asuntos y acontecimientos que preocupan a la gente. En ese sentido, bienvenido este proyecto. Cumple con esa misión y se separa de la inclinación de convertir al teatro en un museo de representaciones antiguas o abstractas.
-Los promotores de esta pieza la definen como teatro documento. Añaden, para concretar, que la dramaturgia ha sido realizada a partir de las transcripciones del juicio y que se han respetado las declaraciones de la víctima, agresores, abogados, fiscales y juez.
-Esta manera de entender el teatro documento tiene sus peligros. Los parlamentos de estas declaraciones tienen valor y eficacia judicial. Sin embargo, en el teatro, pueden no tener verosimilitud, ni naturalidad ni fuerza ni ritmo ni transmitir emociones. La comunicación se desarrolla de distinta manera en un juicio que en una representación escénica.
-En esta reconstrucción testimonial, se presentan primero los detalles de la agresión. Se vuelve a insistir en esos detalles en los interrogatorios policiales. Se tratan otra vez en las conversaciones entre los acusados. Se retoma ese tema en las declaraciones ante el juez. Insiste en ellos la fiscal. Y se vuelven a reconsiderar en las conclusiones finales. Esa reiteración puede ser adecuada en el proceso judicial. Pero quizá no sea la mejor manera de desarrollar la dinámica teatral.
-En la declaración de objetivos, los creadores establecen ‘viajar dentro de la mente de víctima y victimarios’. Sin duda, un laudable propósito orientado a cumplir la misión social del teatro. Pero quizá esa ‘judicialización’ del proceso teatral pueda colocar obstáculos para lograr ese buen deseo.
-Lo más destacado, de todos modos, es acercar el teatro al tratamiento de las cuestiones de actualidad y a las preocupaciones de la sociedad en que vivimos.
-A mi juicio, claro.

Esta entrada se escribio el Viernes, 18 octubre 18 2019 a las 11:16 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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