Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 5 febrero 2021 - 12:04 am
Categoría: General

David Barbero
-He seguido, con atención e interés, la evolución de la compañía joven de pabellón 6 desde el principio. Hace media docena de años. Cuántas iniciativas se han llevado a cabo. Cuanta actividad. Cuánto experimento., cuando aprendizaje. Cuántos actores y actrices han pasado y continúan estando. Cuántos teatreros de diversos oficios y profesiones han colaborado y participado.
-A mi juicio, ‘Gris. Morirse en Bilbao’, que se ha estrenado esta tarde, constituye el reto más difícil que ha afrontado la Gazte conpainia en esta nueva etapa en la que los integrantes asumen la responsabilidad integra de los proyectos.
-El género musical ha adquirido ya un desarrollo tal que permite todo tipo de intenciones, mezclas, variaciones y cambios. Pero también tiene unas reglas básicas que, aunque no se vean, deben estar presentes. Su ausencia termina por chirriar.
-En esta ocasión, el espectáculo se lleva hacia el karaoke, que es más libre y permite hasta desentonar, incluso de modo intencionado. De esa manera, cabe la comedia, la crítica social y la especulación filosófica. O quizá deba calificarse como prospección en sociología. Puede estar llena de ironía, descaro y contestación.
-La acción se coloca en el ‘Rendez Vous’ de Bilbao y se sitúa en una fecha emblemática como es el 31 de mayo del año 1992. Fue el día en que murió Josu Expósito, líder del grupo musical Exkorbuto. Y era un momento clave en el que una época estaba acabando y ya apuntaba otra distinta.
-Esa intersección entre el pasado y el futuro, se convierte en el punto neurálgico de la pieza. Resulta especialmente interesante ver el presente que estamos viviendo, cuanto todavía era futuro. La obra se refiere a la capital bilbaína. Pero acepta ampliar la interpretación a una visión más general.
-David Caina, autor del texto, demuestra sus notables cualidades en la construcción de las historias. Los diálogos son uno de sus fuertes. También sabe cómo hacer confluir acciones que parecen dispersas. Tiene mucha mano izquierda para que acontecimientos en teoría secundarios adquieran un significado más general y trascendente. Sobre todo, domina las claves de la comedia.
-Ane Pikaza, actriz, ilustradora, pintora, -y algún otro ‘género’ artístico más -, da el paso a la dirección escénica con este proyecto. Su gran capacidad de creación y comunicación polifacética, lo estaba pidiendo. Sabe aplicar al desarrollo escénico esas sensibilidades plásticas. Cuida la acción con un criterio casi cromático, como si se tratara de la organización pictórica en los cuadros. También los movimientos de los intérpretes producen la sensación de armonía. Se intuye que, en su condición de actriz y joven, ha sabido conectar y encauzar las inquietudes de este proyecto sin imposiciones.
-Los intérpretes, todos ellos miembros de la Gazte conpainia, demuestran la gran preparación técnica y artística con que llegan las nuevas generaciones de actrices y actores. Saben actuar, cantar, bailar. No se acobardan antes ninguna dificultad. Tienen entusiasmo, descaro, energía y bagaje para afrontar cualquier proyecto. Merecen ser citados por reconocimiento a su buen trabajo: Kepa Alesso, Aitor Echarte, Leire Ormazabal, Itxaso Gil, Sandra Tejero y Yeray Vázquez.
-Es un espectáculo en el que tiene especial incidencia el trabajo realizado en escenografía, iluminación, vestuario y todos los elementos llamados técnicos. ¡Ah! Muy especialmente hay que destacar la dirección musical y el espacio sonoro bajo la responsabilidad de Urtzi Iza.
-Sin este trabajo y este entusiasmo ‘joven’, no hubiera sido posible sacar adelante este nuevo reto.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 2 febrero 2021 - 11:56 pm
Categoría: General

David Barbero
-El autor, director, actor y pedagogo del teatro Javier Liñera tiene un firme compromiso con la memoria, un reto contra las discriminaciones y, en el desarrollo teatral, una lucha con la búsqueda de nuevos caminos.
-Esta tarde, lo he vuelto a comprobar en el Teatro Arriaga en el estreno de la obra ‘Antonia’ escrita y dirigida por él.
-Hace unos seis años, Javier Liñera, tras haber trabajado activamente a una compañía y escuela teatral, dio un importante paso en solitario con ‘Barro rojo’. Ya en esa obra y en su interpretación, estaba la introspección en la memoria, la investigación en las vivencias, la pulsión vital, la denuncias de las discriminaciones, las luchas interiores, los conflictos existenciales con repercusión social.
-Inmediatamente comenzó a recibir el justo y merecido reconocimiento de su trabajo e investigación Llegaron los premios. Ha ido cogiendo seguridad. No ha parado. Ha participado en otros proyectos y en otros grupos. Ha sido requerido. Ha conseguido más premios.
-Javier Liñera lo sigue teniendo claro. Continúa haciendo incursiones en la memoria, reflexionando sobre las vivencias, las propias y las cercanas. Sigue buscado las conexiones y repercusiones sociales de esas vivencias conflictivas.
-En cuanto al mecanismo de expresión artística, ha profundizado en la complicidad y en la comunicación escénica. Un aspecto concreto, en el que ha trabajado es en los límites de las unidades del tiempo y del espacio, así como en la interrelación de la realidad y la ficción.
-A esas inquietudes en el contendido y en las formas, creo yo, responde el estreno de hoy, en el teatro Arriaga, de ‘Antonia’, con la interpretación de Begoña Martín y de Aitor Pérez.
-Insisto en que, además de haberla escrito, está dirigida por él, con su compañía habitual. He querido ver, durante la representación de esta tarde, un deseo de controlar todo el proceso con el fin de decir exactamente lo que desea y como lo desea.
-Ahí están las memorias vividas de esa Antonia y su hermano Álvaro. En los tiempos de mayor represión. Sus recuerdos reales y sus complementos de ficción. Las consecuencias sociales y políticas. Los efectos de los prejuicios y las ideologías dominantes. También están los ‘juegos’ de ruptura temporal y espacial. Tampoco faltan las identificaciones y los desdoblamientos personales
-Un elemento en el que, en esta ocasión, se pone un énfasis muy destacado es el mecanismo del recuerdo. Se desdobla a los personajes para incidir en él y hasta explicarlo con detención. Se destaca el peligro de perder la memoria, a la que se define como un laberinto. E incluso se muestra cómo los recuerdos se pueden ir descomponiendo. Arrastrarían consigo las certezas sobre la realidad y las denuncias que podían motivar. Como si la búsqueda no llevara a la seguridad sino a la duda.
-Fecundo recorrido, en el pensamiento y en la escritura, el que ha llevado a cabo Javier Liñera en esta ‘Antonia’. Y reflexión igualmente fecunda, me ha parecido, la que propone a los espectadores.

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