Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 14 marzo 2021 - 12:09 am
Categoría: General

David Barbero

-Creo que nadie de los que han acudido esta tarde al teatro Arriaga de Bilbao para ver ‘Anfitrión’ negará que ha sido un éxito cómico. Quizá el comienzo haya resultado un poco más árido. Pero pronto ha cogido el ritmo y las hechuras de un trabajado y conseguido humor manifiesto.
-Reconociendo ese valor, podemos situarnos en el contexto más amplio para hacer la valoración oportuna, aunque desde luego subjetiva, sobre este texto clásico.
-Originalmente, ‘Anfitrión’ es una comedia perteneciente al teatro grecorromano. Está firmada por uno de sus autores descarados, Plauto. Además, del propósito de hacer reír al público, tenía la intención de criticar o satirizar determinadas costumbres y vicios existentes entonces en Roma. Se burlaba, sobre todo, de los poderosos y de la religión.
-Más tarde, el gran autor francés del siglo XVII Moliere retomó este tema. Escribió una pieza con el mismo título. La dirigió y la protagonizó. Fortaleció los aspectos críticos dirigidos hacia el monarca francés de ese momento. Insistió en la burla del poder.
-Ahora, ha sido aprovechado este texto para presentarlo en el Festival de Teatro clásico de Mérida. La adaptación y la dirección han sido realizadas por Juan Carlos Rubio. La adaptación tiene, entre otros, el aspecto positivo de conceder más peso a los papeles femeninos. De su interpretación, se encargan, con éxito, las actrices Toni Acosta y María Ordoñez.
-Pero lo más destacado de esta adaptación es que se ha despojado al texto, y al montaje, de los elementos críticos hacia la sociedad y hacia el poder. Se destacan exclusivamente las posibilidades cómicas.
-No es un caso aislado. Desde hace algún tiempo, creo que existe la tendencia a frivolizar los textos clásicos con el fin de lograr una rentabilidad mayor al hacer giras comerciales. Incluso se suele añadir un poco de picante y otro poco de exageración para lograr la risa como efecto más inmediato.
-Este efecto, desde luego nada fácil de conseguir, queda aquí fortalecido por una interpretación muy cuidada en esos aspectos cómicos. Junto a las actrices antes citadas, hay que señalar el mérito en este sentido de los cuatro actores: Pepón Nieto, Fele Martínez, Paco Tous y Dani Muriel.
-Junto a ellos, la dirección de Juan Carlos Rubio establece un ritmo vertiginoso y una abundancia de acciones secundarias encaminadas a fortalecer esos efectos humorísticos.
-Como otros elementos añadidos a ese esquema, cabe señalar que la acción se presenta dentro de un circo llamado Olimpo. Quizá por lo de los dioses clásicos. También permite introducir algunos números musicales y bailables que encajan a la perfección en el mismo propósito.
-No se hacen, en cambio, esfuerzos para cumplir otras intenciones críticas o de otro carácter artístico de los textos inspiradores. Al contrario. En la presentación pública de la obra, ya se indica que ‘se pretende sólo entretener’. Para que nadie se sienta engañado.
-Este proceso de fortalecimiento cómico del texto clásico ‘Anfitrión’ de Plauto, pasando por Moliere, puede ser considerado como una muestra, creo, del lugar en el que los valores ‘artísticos’ son colocados dentro de la sociedad actual, llamada de la comunicación y la imagen. La cultura, -y por lo tanto el teatro-, ha sido colocada en los parámetros del ocio y del divertimento. El objetivo encomendado es el de divertir. Y ése se cumple.

Esta entrada se escribio el Domingo, 14 marzo 14 2021 a las 0:09 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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