Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 noviembre 2021 - 11:49 pm
Categoría: General

David Barbero
-Desde que esta tarde noche he salido del teatro Arriaga de Bilbao, estoy intentado hacer una definición completa del espectáculo que allí he visto. Es difícil, porque tiene numerosos elementos y se le puede considerar desde diversos ángulos.
-Es una muestra de teatro testimonio. Una denuncia de mal trato por motivos religiosos. Una mezcla de teatro y música. Una gran lección de calidad humana. Una exhibición de virtuosismo musical. Una auto ficción. Una autobiografía escénica.
-Me estoy refiriendo al espectáculo ‘Yo soy el que soy’. Está protagonizado principalmente por el muy destacado violinista Aaron Lee. Es el principal protagonista por varios motivos. Por una parte, es el personaje del que trata la historia que se cuenta. También es interprete. E incluso por más motivos.
-Casi todo parte de la autobiografía que recientemente ha publicado este violinista, nacido en Madrid, pero con antecedentes surcoreanos. En ese libro, define su vida como una historia de supervivencia, una búsqueda de libertad, identidad y aceptación. Y también de perdón.
-Su familia estaba integrada por profesionales de la música. La madre era pianista. El padre, director de orquesta. Él, Aaron, violinista desde los cuatro años. Pero hay un elemento importante. La familia es muy tradicional y muy religiosa. Seguramente ‘MUY’ hay que escribirlo con mayúsculas. El padre tiene un puesto destacado en su comunidad eclesial. Y su pensamiento es fundamentalista.
-Cuando Aaron les confiesa su homosexualidad, no sólo entran en colera. Mucho más. Hay castigos. Malos tratos. Queda prácticamente secuestrado. Tratado como un enfermo. Y repudiado, con todas las consecuencias. Hasta que decide huir de casa y hacer la vida por su cuenta. Aunque también con notables dificultades, hasta conseguir un puesto titular en una importante orquesta, por sus extraordinarias cualidades y conocimientos.
-Su autobiografía, especialmente emotiva, es la base del espectáculo. Pero está complementada con muchos elementos artísticos, escénicos, y sobre todo musicales. Ya he adelantado que él está sobre el escenario con su violín. Demuestra su calidad y su virtuosismo. Además, está acompañado por un pianista, Miguel Ángel Castro. Otro detalle, curioso y significativo, es que el personaje de Aaron es interpretado y narrado, con notable pasión, por una actriz, María Romero. Que también es cantante.
-He pretendido, de esta manera, daros todos los datos para que os hagáis una idea aproximada de la naturaleza de este espectáculo tan peculiar y difícil de definir.
-Debo reconocer que he salido del teatro tocado emocionalmente. El punto de más emoción está situado al final. No lo digo por descubrir ningún secreto. Sino como exposición de la gran calidad humana de Aaron Lee. Después de haber sido tan mal tratado, sentado en el borde del proscenio, muy cerca del público, afirma que él ha aprendido a perdonar a esos maltratadores, sus padres, e incluso les agradece las cosas buenas que le han dado.
-¡Menuda lección!

Esta entrada se escribio el Jueves, 4 noviembre 4 2021 a las 23:49 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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