Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 5 noviembre 2022 - 12:37 am
Categoría: General

David Barbero

-Lo voy a decir claramente. Esta tarde, cuando me encaminaba en metro hasta el centro Muxikebarri de Getxo para ver la representación teatral de ‘Oceanía’, llevaba la sensación de ir a tiro hecho. Me habían hablado muy bien de ella varias personas de cuyo criterio me fío.

-Otra confidencia. Esta obra la tuve  en mi agenda hace ya meses con las entradas en la mano. Y entonces me fastidió mucho no poder consumar la satisfacción por un accidente imprevisto. Esta tarde, me he asegurado de que eso no se repitiera.

-Los ‘culpables’ de tal seguridad tenían nombres y apellidos. El actor Carlos Hipólito. El director José Luis Arellano. El personaje protagonista Gerardo Vera, recientemente fallecido, a quien está dedicada la obra y es el autor de su magnífica y valiente auto ficción.

-He dicho auto ficción. Pero no sé si es la definición exacta. Oficialmente se define como su testamento, el resumen de su legado intelectual, su mensaje, su auto semblanza.  Ahí está su pasión por el teatro, su sabiduría escénica, sus muchas habilidades, su vida entregada a las artes escénicas. También la fascinación por el cine. Asimismo está su compromiso político.

-Pero hay que decir que sobre todo, está él. Su personalidad. Su manera de ser. Su vida. Sus relaciones personales. Amorosas. Su familia. De modo muy destacado, está la muy especial relación con su padre. Las fases de esa conflictiva relación.

–Es preciso decir que es una historia expuesta con mucha habilidad escénica, con notable sutileza narrativa, con el conocimiento y la sabiduría que Gerardo Vera fue adquiriendo a lo largo de su exitosa carrera sobre las tablas. También hay que destacar su valentía para exponerlo con absoluta veracidad.

-Sin embargo y con la misma fuerza, es preciso afirmar, a mi juicio, que, sin la presencia interpretativa de un actor con las cualidades y la maestría de Carlos Hipólito,  el resultado no hubiera sido tan positivo.

-Al principio, he reconocido mi predisposición muy favorable hacia este espectáculo, influido por las opiniones de amigos de cuyo criterio me fío. Voy a añadir para terminar otro ‘sin embargo’.

-Cuando te hablan muy bien de un texto, puede suceder que te crees expectativas demasiado elevadas, y, después, no te parezca tan excelente. En concreto, ha habido momentos de la representación en que la meticulosidad me ha chocado con el ritmo. Y que lo anecdótico ha invadido lo significativo.

-Pero allí estaba Carlos Hipólito para remediarlo.

Esta entrada se escribio el Sábado, 5 noviembre 5 2022 a las 0:37 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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