Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 17 agosto 2023 - 11:18 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-La presencia de chicas dentro de los componentes del musical ‘Los chicos del coro’ es seguramente la innovación más destacada introducida en la versión que se ha estrenado esta tarde en el Teatro Arriaga de Bilbao dentro de su programación de la Aste Nagusia. El resto del montaje se mantiene de modo muy parecido a la película que se hizo muy famosa hace varias décadas.

-Ah! No. Hay otra novedad dentro del proyecto que se ha estado presentando en Madrid hasta venir a Bilbao. Pero no es voluntaria en absoluto. Se trata de la obligada ausencia de Jesús Castejón, como intérprete del ya mítico profesor Mathieu,  porque acaba de ser operado. Es realmente una pena. No sólo por sus numerosas virtudes profesionales.  Su parecido físico con el protagonista inicial es enorme.

-He añadido en el título también el adjetivo relacionado con la emotividad, porque es el aspecto que más se destaca en este montaje al cuidar este aspecto tanto en las canciones como en el perfil de la historia.

-Deseo dejar claro que este titular no indica una valoración negativa. Todo lo contrario. Lo que quiero decir es que este musical tiene una personalidad muy específica como para no tener que seguir las líneas que imperan en la actualidad dentro este género escénico.

-En ese sentido también positivo, es un musical atípico. Quizá un adjetivo aplicable con propiedad sea singular. Aunque la película original esté ya ,a punto de cumplir dos décadas. Por buscar más adjetivos que congenian con su carácter, se podrían añadir los siguientes: Cuidado, exquisito o sensible. Defiende o expone una serie de valores que, quizá, no estén de absoluta actualidad. Pero que siguen siendo respetados en determinados círculos.

-La acción de la película original está colocada en el año 1949, en periodo de postguerra. Se ha querido respetar minuciosamente. Incluso se presta mucha atención a justificar la presencia ocasional de las niñas. Los responsables han querido encontrar una concomitancia con el momento actual.

-A pesar de esas diferencias, la emotiva revolución musical que estos chicos y chicas del coro llevan a cabo con su director resulta teatralmente muy eficaz en estos momentos. Se nota que las emociones y las ideas morales que se proponen traspasan el mundo artístico y llegan a los ámbitos sociales y personales.

-En los aspectos artísticos, escenográficos y técnicos, también se deja notar ese cuidado por la fidelidad al original y a los tiempos en que sucede la historia. Aunque tampoco preside la obsesión por ser una imitación del film, del que es originaria. Hay nuevas canciones, algún personaje añadido.

-A esa consecución, contribuye la adaptación realizado por Pedro Villora en los textos y las canciones. Universaliza las referencias. Enfatiza en los valores regeneradores de la música y del arte en general.Tiene también la habilidad de reflejar esos cambios en la sociedad y las personas.

-De la dirección escénica se responsabiliza Juan Luis Iborra. Puede ser un motivo de alabanza haber llevado la función por los cauces emotivos, a veces nostálgicos, sin olvidar el ritmo en la duración de las escenas. Dejando que los intérpretes  tengan momentos de lucimiento en lo musical y en los matices psicológicos de sus personajes. Los mismos reconocimientos hay que dirigir a Rodrigo Álvarez en la dirección musical.

-El apartado de la interpretación ha sido cuidado con detenimiento tanto en lo musical como en lo que podría llamarse  netamente teatral. Así es preciso citar a Manu Rodriguez, que asume el personaje protagonista. Junto a él destacan Rafael Castejón, Natalia Millán y Eva Diago en los principales personajes adultos.

-Sería una injusticia manifiesta no enfatizar en el mérito de las chicas y los chicos del coro, porque ellos son justamente los protagonistas. Demuestran una notable capacidad interpretativa, además de sus cualidades para el canto.

-Es también digno de señalar que el teatro Arriaga ha estado esta tarde completamente lleno por un público entregado y entusiasta. Ha habido aplausos en el término de numerosas escenas, y las manifestaciones de satisfacción al final del espectáculo han sido largas, sonoros y unánimes.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 14 agosto 2023 - 11:24 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Comienzo exponiendo mi satisfacción por iniciar esta nueva temporada teatral en Bilbao con la obra ‘Doble o nada’. Reconozco que no es una novedad. Tampoco significa una extraordinaria innovación en las técnicas escénicas. Pero trata, analiza, expone y hasta denuncia una de las lacras sociales más graves desde mi punto de vista.

-Esa lacra es la ambición por el poder, las malas artes por dominar a los demás, por usar ese dominio en beneficio propio, por manipular, mentir, traicionar, despreciar para colocarse en una situación de privilegio.

-Llevo siguiendo esta obra teatral desde hace tiempo. Desde que se estrenó en Argentina. Tuvo éxito desde el principio. Ha viajado a Europa. Por supuesto, se ha estrenado en diversos teatros españoles.

-Debo añadir que tenía, además, gran curiosidad por ver cómo se desarrollaba en la ficción una situación que yo viví en la realidad hace ya tiempo. Pero distintas circunstancias me habín impedido verla, hasta esta tarde en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao.

-Lo presenciado hoy ha respondido a la imagen que había ido formando en mi cabeza sobre el texto, sobre la dirección y sobre los  intérpretes. Aunque me han surgido algunas ligeras discrepancias.

-He comprobado la habilidad del texto  de Sabina Bernán. No sólo no ha perdido actualidad sino todo lo contrario. Esa ambición del poder, ese machismo soterrado, esa avaricia generalizada, insensibilidad, despotismo, insensibilidad siguen aumentado en la sociedad. Pongámoslo en plural. Se extiende por todas las sociedades y estamentos.

-En los niveles técnicos de la escritura teatral, quizá haya recibido la sensación de un diferente ritmo narrativo  y una innecesaria extensión en la primera parte, frente a cierta precipitación en la segunda.

-La misma habilidad y eficacia expositiva se puede aplicar a la dirección escénica que hizo en su momento Quique Quintanilla. Quizá haya que destacar el ritmo que lleva toda la obra, teniendo en cuenta que tampoco existe una acción trepidante, ya que se trata prácticamente de una conversación entre los dos protagonistas. Predomina la palabra, el diálogo. Quizá el tono de thriller psicológico, que se anuncia,  tenga más reflejo en la segunda mitad que al principio. A destacar también el mantenimiento de que nada es lo que parece durante el desarrollo de la obra.

-Es posible que haya que elevar el énfasis positivo al hablar de los intérpretes: los argentinos  Miguel Ángel Solá y Paula Cancio. Quizá el primero sea más conocido aquí  por haber aparecido en las pantallas de este lado del Atlántico. Pero ambos son muy precisos en la interpretación de sus bien trazados personales y sus estrategias ocultas. En los gestos, en las actitudes, en los tonos, en los matices, en las réplicas y en las escuchas.

-Quizá por las fechas veraniegas en que nos encontramos, hoy no ha asistido al Teatro Campos todo el público que, creo, se merece esta obra. Aunque los asistentes han expresado claramente su positiva valoración de lo presenciado.

-No soy nadie para dar consejos sobre lo que le debe interesar a cada uno. Pero soy muy libre de exponer la satisfacción que he sentido al disfrutar de la representación y dejarme contagiar de la denuncia que lleva dentro este texto  ‘Doble o nada’, tras verla esta tarde en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao.

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