Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 10 noviembre 2023 - 12:11 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

Entre las muchas dudas que tengo sobre las actitudes teatrales, está la siguiente: ¿Es mejor asistir a un espectáculo sabiendo mucho sobre la obra antes de verla o es más adecuado no saber nada y dejarse sorprender? Igual algunas personas lo tienen claro. Yo, en cambio, he realizado experimentos en los dos sentidos. Pero no sé valorar las ventajas y los inconvenientes.

-Esta tarde, he acudido al estreno de la pieza titulada ‘Machos en flor’ en el Teatro Arriaga de Bilbao. He intentado informarme, antes, de algunas cosas. Pero han sido escasas. Entre ellas, está que inmediatamente se va a volver a estrenar en Pabellón 6, también de Bilbao; que allí van a estar varias semanas y que los ensayos han sido realizados en su escenario.

-También es conocido que el equipo creador y ejecutor pertenece a este segundo centro.  Felipe Loza es el autor y el director. De la interpretación, se encargan Josu Angulo, Kepa Alesso,  Quique Gago, Aitor Echarte, Diego Pérez y Yeray Vázquez.

-También es algo importante que todos los personajes, ficticios o quizá no, de esta obra pertenecen a un círculo de hombres, que están preocupados por su condición, género o identidad masculina; que quieren ser mejores; que aspiran a ser igualitarios y huyen de lo que se llama el patriarcado.  O al menos eso parece. O quizá sólo lo aparentan. O quizá esa complicada amalgama de actitudes y preocupaciones se estén convirtiendo en su estado permanente.

-Tienen una actitud activa en este propósito. Se reúnen para reflexionar y para sacarse faltas. También colaboran  en lograr un cambio social en la consecución de los objetivos que se consideran feministas. O quizá sea eso sólo lo que dicen.

-Sobre toda esa información, he prestado, desde el principio, una detenida atención. Puedo asegurar que me ha interesado. Me he enganchado al planteamiento, al debate, a las inquietudes, a las idas y a las vueltas,a las dudas, a los propósitos reprimidos, a los deseos ocultos y a las manifestaciones contradictorias. Creo que puedo decir que he llegado a identificarme sucesivamente con algunos de los personajes. Con unos más que con otros. Puntualizaré. Me he visto reflejado en unos momentos más y otras circunstancias menos. Sobre todo me han contagiado su confusión, sus contradicciones, su no saber si debían ir o volver, o incluso hacer las dos cosas a la vez.

-Así que, nada más terminar la función en el teatro Arriaga, incluso antes de levantarme de la butaca, he tomado una decisión. Dado que se va a representar de modo inmediato en pabellón 6, voy a buscar otra fecha para verla de nuevo. Incluso es posible que haya que hablar en plural

-Estoy convencido de que, con las sensaciones y conocimientos recibidos hoy, voy a sacar mucho más provecho. También llevo ya sabidas varias cosas. Ha quedado claro, una vez más, que Felipe Loza es un autor con excelentes recursos, muy hábil, poseedor de un lenguaje amplio, ancho y contundente. Y que esos mismos valores pueden verse en su dirección escénica.  También los seis actores, antes citados, dejan  constancia de sus cualidades interpretativas, de su entrega y de su versatilidad.

-Tampoco quisiera restar méritos en su labor de coreografía a Leire Ormazabal, a la dirección de canto de Yeray Vázquez, la iluminación de Fernando Alcauzar y el atrezzo de María Casanueva.

-¡Ah! Allí prestaré atención a las alusiones pirandelianas sobre el número seis y el autor, que esta tarde me han pillado por sorpresa.

 

 

 

 

Esta entrada se escribio el Viernes, 10 noviembre 10 2023 a las 0:11 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información