-No me digas que estás de acuerdo con el cambio de estrategia del Lehendakari. Ahora quiere seguir con el juicio que ha estado repudiando desde el principio.

-Te diré que no sólo estoy de acuerdo. Me parece coherente.

-Por supuesto que es coherente. El papel de victima siempre da votos. A ver si ahora que están próximas las elecciones le van a quitar esa ventaja. Este juicio debe seguir justo hasta el mismo día de las elecciones, aunque sea domingo.

-¡Un poco de seriedad! Las acusaciones al lehendakari son un tema muy grave. Está en juego la utilización o no del diálogo en la acción política. Eso hay que dejarlo claro. No se puede cerrar en falso.

-¿Hasta ahora no se ha dado cuenta? Resulta que ha estado pidiendo que se archive el caso por activa y por pasiva. Y ahora que hay posibilidad de que efectivamente se archive, va y dice que quiere continuar. ¡Venga hombre!

-Además coincide en el argumento con sus acusadores los del Foro de Ermua.

-Si no se concluye con una sentencia clara a favor del uso del dialogo, siempre quedará la sombra de la duda.

-El argumento hasta ahora era que resultaba humillante que el lehendakari estuviera sentado en el banco de los acusados. Si se archiva el juicio, deja de estar en el banco de los acusados y por lo tanto desaparece la humillación.

-La foto del lehendakari en el banco de los acusados ya está conseguida. Ahora hay que llegar hasta el final. Hay que lograr la sentencia absolutoria.

-A mí, ya me había chocado que los del PNV renunciaran a armar el escándalo a la entrada del juicio.

-Es curioso. Igual ahora hacen manifestaciones para que el juicio continúe.

-Tampoco te rasgues las vestiduras a estas alturas de la película. Vosotros hacéis lo mismo.

-Voy a exponer mi tesis desde el principio. El juicio que ha comenzado hoy contra varios políticos vascos, entre ellos el actual lehendakari y el principal líder de la oposición, es un fiel reflejo de la esquizofrenia que vivimos en al sociedad vasca.

-Yo podría estar de acuerdo contigo si discutimos lo que significa la palabra esquizofrenia.

-Mi tesis es que se trata de una pérdida de tiempo y energía. Un tinglao polémico para nada.

-Para mí, no habría que culpar sólo a los jueces de este sinsentido.

-Yo no he culpado sólo a los jueces.

-Creo que hay más elementos de show mediático que otra cosa. Cada uno quiere sacar ventaja propagandística de este lamentable acontecimiento.

-Sobre todo ahora que estamos en víspera de las elecciones.

-Estoy haciendo un estudio sobre las reacciones psicológicas en la vida política. Parece curioso cómo cada persona y cada partido se refleja en acontecimientos como éste.

-¿No te referirás a la denuncia victimista que están explorando los del partido nacionalista?

-Eso no es una reacción psicológica. Es un cálculo electoral.

-Los que le aconsejan al actual lehendakari lo tienen muy claro.

-Oye. Los del otro lado utilizan las mismas artimañas propagandísticas. ¿O no?

-Parece que a ellos les conviene ahora ir de serios y neutrales por la vida.

-Parece un papel más digno. Creo yo.

-Lo que yo lamento es el gran derroche de energías de esta sociedad. Todo este lío, para nada. De este juicio, no va a salir absolutamente nada. Los van a absolver, o se va sobreseer el juicio, o se va a suspender. Dentro de poco lo vamos a olvidar todo.

-En algo hay que emplear el tiempo político, amigo.

-Estaría de acuerdo conmigo, si en lugar de emplear ponemos el verbo perder.

-La manera de comportarse al recibir el premio Nadal de novela demostró que Maruja Torres va por libre y está por encima del bien y del mal.

-Tampoco te pongas exquisita. El nombre de Maruja se conocía por adelantado, lo que quiere decir que, una vez más, el premio estaba otorgado antes de las deliberaciones del jurado.

-Yo estaba hablando de Maruja Torres; no de los premios literarios. Me encantaron el desparpajo con el que habló y su naturalidad.

-Además, va y dice que la novela es un juego que ella viene haciendo en homenaje a sus amigos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán desde que ambos murieron.

-Lo que se premia es una novela. ¿No?

-Los géneros literarios han evolucionado mucho últimamente. Cuando abres un libro, te puedes encontrar cualquier cosa.

-El juego consiste en que ella se muere y va al cielo con sus amigos y allí se encuentra con los tipos más curiosos tanto de la realidad como de la ficción.

-Pues mira. Interesante. Parece una cosa diferente.

-A mí, las novelas me gustan con un argumento consistente.

-Últimamente con cualquier apaño se escribe un texto arregladito y se vende como una novela.

-Ya te he dicho yo que los géneros literarios….

-Déjate de géneros literarios y de gaitas. Lo que no hay es seriedad a la hora de escribir.

-¿Por qué dices tú que esa novela de Maruja Torres no tiene un argumento consolidado con estructura potente y con sorpresa final?

-A mí, Maruja me parece una tía cojonuda y voy a comprar su novela para leerla.

-Para ortodoxias literarias ya han puesto al finalista ese de Valladolid que ha dejado clara su tendencia hasta en el exquisito título de ‘El libro del amor esquivo’.

-Me parece que hay mucha mala uva por aquí.

-He visto que hoy se ha publicado el decreto por el que el actual lehendakari convoca las elecciones al parlamento vasco en las que él mismo se va a presentar para intentar repetir otra vez en ese mismo puesto.

-No sé por qué te sorprendes. Ya estaba anunciado que lo haría hoy.

-Lo que me sorprende es que los políticos tengan aquí tanta manga ancha para mangonear.

-Todo el proceso electoral y la formación del gobierno deberían estar marcados por la ley

-En Estados Unidos, estas cosas de las elecciones y formación de gobierno se realizan en las fechas y de la forma establecida por la ley sin que lo políticos metan la mano.

-Así allí no pueden existir listillos que digan que hay que adelantar las elecciones para que coincidan con las gallegas con el fin de condicionar los mensajes del contrincante.

-La coincidencia no favorece a los que creen que les favorece.

-Es igual. Eso no debía poder hacerse.

-Este es un país de listillos y no hay quien lo cambie.

-Yo ya estoy poseído por la intriga de saber si los de la Izquierda abertzale se van a presentar o no.

-Están ilegalizados. Luego no se podrán presentar.

-Ellos han dicho que van a estar presentes. Luego se van a presentar.

-El Gobierno lo impedirá.

-El Gobierno siempre dice que lo va a impedir. Pero ellos siempre están presentes.

-Esta vez va ser diferentes. Ya lo verás.

-Apasionante. Apasionante. ¡Apasionante!

-Ni la mejor película de suspense. Yo ya me estoy mordiendo las uñas.

-Pues deja un poco de esas uñas. En estas elecciones va a haber muchas más sorpresas.

-Cuando comenzó a sonar la alarma del edificio para que lo desalojáramos, les dije a mis compañeros de mesa de trabajo que se había elegido un mal día para realizar un simulacro rutinario de seguridad.

-Era el último día del año. Muchos estaban pensando en la nochevieja.

-No me di cuenta de que iba en serio hasta que, al llegar a la calle, vi a los policías y a los miembros de seguridad nerviosos.

-Gritaban: ‘Vamos. Alejaos pronto lo más posible’.

-A pesar de todo, yo seguía creyendo que sería un falso aviso de bomba.

-En la otra sede de la Televisión vasca, habíamos tenido muchas amenazas que resultaron ser falsas.

-Y en la universidad, también.

-Cuando trabajaba en la prensa escrita, también sufrí estas amenazas.

-Mis recuerdos me llevan al año que viví en Belfast. Allí había avisos y amenazas todos los días.

-Me acuerdo del cine. No logré ver una película seguida. Había un aviso. Se encendían las luces. Salías a la calle. Entraban los policías. Comprobaban que era una amenaza falsa. Y, a la media hora, volvías a entrar para ver la continuación de la película, cuando ya no te acordabas de lo que habías visto hasta ese momento.

-Hasta que un día los policías se confiaron en su comprobación. Entramos pensando que no había ninguna bomba. Pero, a los cinco minutos, estalló y mató a los que estaban en las primeras filas.

-Ahora, mientras nos echaba la policía hasta casi un kilómetro de distancia de la sede de la televisión, los agentes ya dijeron que había un coche bomba con 100 kilos de explosivos.

-Yo seguí confiando que la bomba no iba a explotar.

-¿Por qué tenias esa confianza?

-No lo sé. Pero la tenia. Así que el bombazo, el ruido quiero decir, me estremeció. Corrí hacia un lugar que, aunque lejano, me permitía ver el edificio. La fachada estaba deshecha.

-Calculé por el número de las ventajas. Pensé que el ordenador que había dejado encendido, pensado que era un simulacro, estaría destrozado, quizá a metros de distancia de la mesa.

-Eso sí que fue un motivo de terror. En ese ordenador, tengo una gran parte de mi vida. ¡Casi toda mi memoria! Mis recuerdos, mis escritos, mis fotos. Mis estudios. Mis obras, mis novelas….. Allí estoy yo.

-La bomba podía haber matado a ese otro tú.

-En cuanto la policía permitió entrar, fui corriendo. Las ventanas cercanas estaban destruidas. El ordenador estaba sobre la mesa. Quité el polvo y los cristales. Parece que tenia vida. Seguía incluso encendido. Di a la tecla con temor, ¡Bien! Apareció la señal. Comprobé la memoria. ¡Estaba allí!

-¡Había resistido!

-Así que inmediatamente me puse a trabajar, a recuperar la normalidad, o lo que sea, con los cristales rotos, los escombros al lado. Había que informar de lo que había pasado.

-En definitiva, aquí seguimos.