-¡Viva els Joglars por toda la vida!
-Han cumplido ya más de cincuenta años como compañía. Toda una vida y más.
-Yo fui a verlos en pantalón corto.
-Vamos con ‘El nacional’. Lo crearon en los primeros años noventa del siglo pasado. El teatro estaba en peligro en España. Se inventaron como símbolo, la fábula de un local emblemático ya abandonado que iba a ser destruido para dar al local una rentabilidad mayor. El conserje se propone la aventura de montar un Rigoleto esperpéntico para evitar que las excavadoras del ayuntamiento comiencen a derribarlo.
– Ahora estamos en la segunda década del siglo XXI.
-Han decidido reponerlo, porque la situación es todavía peor.
-¡Vigencia absoluta!
-El esperpento excesivo, desparramado, grotesco, que ellos montan con esa excusa, está todavía más vigente.
-Es el contraste con la racanería de las obrillas monologadas para reducir gastos, en la que muchos han puesto el futuro del teatro.
-Se trata de otra manera de ver las artes escénicas.
-El cálculo frente a la exageración. El esperpento frente a los números.
-Pues ¡Viva el exceso!
Esta entrada se escribio el Viernes, 30 marzo 30 2012 a las 11:15 am. en la categoría: Teatro. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.