DAVID BARBERO
-Lo más destacado que deseo decir en este comentario es que, a mi juicio, lo que marca la calidad teatral de un espectáculo es la interpretación. También me refiero a los actores. Pero os voy a explicar por qué, en el título, me he referido a las actrices.
-He acudido esta tarde a ver la pieza ‘Contracciones’ en el teatro Arriaga de Bilbao con muchas curiosidades. Previamente había hablado con varias personas que ya la habían visto en otras localidades. Sus opiniones no eran coincidentes, aunque tampoco llegaban a ser contradictorias. Esa diversidad había despertado en mí ese deseo de tener mi propia opinión.
-Vamos con los datos para plantear el tema. ‘Contracciones’ es un texto teatral escrito por el dramaturgo y guionista británico Mike Bartlett. He dicho ‘teatral’, pero debo precisar con un matiz. Originalmente tuvo como destino la radio, aunque pronto llegó hasta los escenarios.
-La iniciativa de representarlo en España fue de las dos actrices que lo interpretan, Candela Peña y Pilar Castro, tras un periodo tiempo sin trabajar. Ellas buscaron a Jorge Kent para que adaptara el texto y a Israel Solá para que lo dirigiera. Han realizado ya una estancia en Madrid y también una gira por diversas capitales.
-Tiene un tono de comedia. Pero está llena de ironía, de critica social, de análisis de las relaciones laborales. Denuncia las presiones que los empresarios ejercen sobre los trabajadores. También es una indagación indagación sobre las concesiones, e incluso humillaciones, de los empleados para conservar el puesto trabajo. Todo esto se desarrolla a través de las sucesivas reuniones mantenidas por la gerente de una gran empresa y una empleada en la sección de ventas.
-La discrepancia de opiniones entre mis amigos a la que he aludido al principio versaba principalmente por el tono del tratamiento, por el humor negro empleado, por las posibles exageraciones tanto por parte de la empresaria como de la empleada. A algunos, les parecía que reflejaba la realidad existente en la actualidad. Pero otros creían que es exagerando. Incluso alguno opinaba que restaba credibilidad al planteamiento.
-También discrepaban sobre la puesta en escena. El tono aséptico, reiterativo intencionadamente en el comienzo y el final de cada escena tiene, para unos, la función de crear el ambiente de continuidad o cotidianidad. Para otros, la reiteración lleva a la monotonía y provoca desapego.
-Sin embargo, todos coincidían en que el aspecto más destacable ha sido la calidad de la interpretación de las dos actrices. Incluso opinaban que están por encima de los personajes que deben interpretar. E incluso opinan que logran superar la sensación negativa de las reiteraciones en la acción y en la construcción de las distintas escenas.
-Mis amigos opinadores, a los que he aludido, mantuvieron una discusión sobre la oportunidad o no del la ultima escena. En este punto, yo no les voy a exponer mi opinión. Lo voy a dejar que quienes lo deseen opinen con libertad. Y si quieren, en privado, lo discutiremos.
–Con esto, vuelvo al principio y reitero mi opinión favorable a destacar la impecable labor que realizan tanto Candela Peña como Pilar Castro. Incluso me atrevería a pensar que la mayoría del público que ha llenado esta tarde el Teatro Arriaga de Bilbao ha ido por ellas.
Esta entrada se escribio el Sábado, 10 febrero 10 2024 a las 0:01 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.