Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 23 noviembre 2019 - 11:28 am
Categoría: General

David Barbero

-El espectáculo titulado ‘Juana’, presentado en el Teatro Arriaga, se convirtió ayer, para muchos, en una apasionante aventura para descubrir sus sugerencias y propuestas a través de los enigmas que ofrece.
-Para situarnos, digamos que es una mezcla de teatro y danza. Su dramaturgia la firman Juan Carlos Rubio y Marina Seresesky. La coreografía ha sido ideada por Chevy Muraday. En la interpretación, hay que citar y alabar el trabajo de Aitana Sánchez Gijón, Alberto Velasco, Carlos Beluga, Maximiliano Sanford y Chevy Muraday.
-Las sugerencias e indicios comienzan desde el principio. Te metes en un ambiente de misterio creado por las luces y las sombras, por los colores de la vestimenta, por los movimientos de la coreografía. Todo unido a las palabras que a la vez desvelan, insinúan y ocultan el sentido completo de lo que estás presenciando.
-Hay alusiones e imágenes referidas a varias Juanas. Se destacan sus perfiles rebeldes, sus decisiones paralelas a lo habitual en lo considerado femenino. Se alude a su singularidad. A su valentía. A los riesgos que conlleva la transgresión de lo establecido.
-Los colores de los vestidos van dando claves. La manera de compartir gestos ofrece pistas. También los juegos con el mobiliario simbólico del escenario. Su reconstrucción. Los efectos sonoros y los visuales a veces ayudan y otras, añaden misterio.
-Quizá sea más fácil descubrir a Juana de Arco. Impresionan las actitudes rebeldes de la Juana llamada la loca. Es más difícil de percibir a Juana Doña. En cambio, la papisa Juana es aludida en más detalles.
-Para encajar todas las piezas, ayuda la conversación y el debate posterior entre amigos. Las aportaciones de cada uno. Las visiones diferentes. Incluso el remate del viaje en metro hasta casa proporciona nuevas visiones y una interpretación complementaria.
-Las piezas van encajando en este homenaje a las mujeres que han adoptado ese papel valiente y distinto a lo largo de la historia. Los motivos para elegir a las que han llevado el nombre de Juana.
-Pero la aventura no termina ahí. Todavía queda campo para nuevas sugerencias, añadidos o encajes en un significado siempre abierto.
-Y también queda la satisfacción de haber ‘participado’ en una propuesta escénica de gran interés,

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 22 noviembre 2019 - 12:06 pm
Categoría: General

David Barbero

-Cuando ayer iba hacia el Azkuna Zentroa para ver la propuesta teatral de la compañía La Tristura titulada ‘Future lovers’, llevaba la esperanza de encontrar formas nuevas que necesita el teatro.
-La tristura reúne, desde hace más o menos una década, a un grupo de persistentes profesionales en la búsqueda de estas formas escénicas adaptadas a los tiempos que vivimos. Han presentado ya varios trabajos y continúan en esa búsqueda. ‘Future lovers’ es la producción que ha tenido más eco y que plasma, con nitidez, los resultados que van consiguiendo.
-El objetivo de la pieza es presentar la fiesta de un grupo de jóvenes de hoy mismo al terminar el curso. Además de su música preferida, su botellón, sus bailes acrobáticos o sus movidas, dejan ver sus incertidumbres de adolescentes, sus esperanzas, sus críticas a las generaciones anteriores, sus miedos, sus alegrías, sus preocupaciones…
-La novedad es que lo presentan desde su propia perspectiva, con su lenguaje, con su manera de moverse, con su estética. Pueden ser criticables para otros. Pero ahí están ellos. Tal como son.
-Miradas con atención y sin prejuicios, sus inquietudes, ideas, protestas, insatisfacciones o proyectos resultan creíbles, razonables, con una notable profundad, con otra también notable ingenuidad. Con mucha sinceridad y con idéntica proporción de osadía.
-En cuanto a las nuevas formas teatrales, hay, entre otras sugerencias, una perspectiva narrativa desde el futuro; una ruptura del tiempo y del espacio; una conexión de escenas sin la ahora obligada causalidad; una intencionada fragmentación del discurso…Ah! Se nota un trabajo muy detenido en el reflejo del lenguaje de esta generación.
-Una buena parte del mérito hay que atribuírselo a Celso Giménez, Itsaso Arana y Violeta Gil en la dramaturgia y tratamiento narrativo. Sería un error infravalorar el trabajo de los llamados técnicos, como Carlos Marquerie, Ana Muñiz, Eduardo Castro…
-Sin duda, hay que alabar las formas interpretativas de los jóvenes Pablo Díaz, Manuel Egozkue, Gonzalo Herrero, Itziar Manero, Siro Ouro y Sara Toledo.
-No creo que, con la mera visión de la obra, se agoten las reflexiones y hallazgos de esta búsqueda de nuevas formas escénicas. Hay materia para reflexionar.
-Para muchos es de agradecer que haya quienes buscan nuevos caminos para evitar que la mayoría de los espectadores de las artes escénicas peinen muchas canas.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 20 noviembre 2019 - 11:43 am
Categoría: General

David Barbero

-Ayer asistí, en el teatro Arriaga, a un espectáculo cómplice, divertido, inteligente, irónico, sencillo, con doble o triple lectura. Además, dirigido con eficacia, interpretado con profesionalidad, bien cantado, adecuadamente instrumentalizado. Y hasta bien vestido.
-¡Ojo al pícaro título de ‘Y todo por amor’! He pedido esta atención porque en él está reflejada la esencia de la pieza. Su ironía, su escepticismo, su humor de varios colores, su complicidad, su crítica, su puesta es solfa de cosas consideradas serias como eso que se llama amor.
-Fue una ocasión para evidenciar la buena preparación y el trabajo serio de la compañía no profesional 7 grados. Sus integrantes Ana María Llamas, Ainhoa Baztarrica, Iñigo Sourrouille y Mikel Ibáñez demostraron una elogiable soltura escénica.
-No menos adecuación al espectáculo exhibieron los músicos en directo integrantes de 3 devils: Jorge Gros, Irrintzi Ibarrola y Eduardo Landeta.
-He dejado aparte la labor de dramaturgia y dirección por parte de Itziar Lazkano, teatrera integral, que ahora está absolutamente en todo. Junto a este trabajo se halla, entre otras cosas, interpretando ‘Sabias ellas’ y preparando un aterrizaje intenso en ‘Madre Coraje’.
-Una muestra de la eficacia de este espectáculo fue la conversación que oí a la salida, todavía en las escaleras solemnes del teatro municipal. Era una pareja, aparentemente matrimoniada, de unos cincuenta años. O sea, en la flor de la vida
-Ella sentenció: ‘Coincido con la obra en que el amor está sobrevalorado’. Él replicó: ‘A esa sobrevaloración interesada, han contribuido la iglesia y los que mandan, porque así tienen a la gente más controlada’. Ella remató: Y no te olvides de los bancos, con sus beneficios por las hipotecas’.
-Esto da pie a preguntarte si tú también crees que el amor está sobrevalorado.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 18 noviembre 2019 - 11:11 am
Categoría: General

David Barbero

-A algún crítico, le sorprendió que ayer se llenara el teatro Serantes de Santurtzi para ver la obra ‘Viejo amigo Cicerón’ escrita por Ernesto Caballero, dirigida por Mario Gas y protagonizada por José María Pou.
-Sabía que es una obra muy densa, valiente, llena de debate de ideas. Pensaba ese critico que el público está más acostumbrado a acudir a las obras ligeras, protagonizadas por actrices o actores famosos por aparecer en televisión.
-No solamente hubo muchos espectadores. Escucharon my atentos la función y aplaudieron con convicción y generosidad al terminar.
-El texto analiza la actitud y las ideas de Cicerón en unos tiempos de crisis política en la república romana. Incide, además, en los paralelismos que puede haber con el momento actual. Se plantea como un debate de propuestas y actitudes personales ante esa situación y ante los poderosos que desean utilizar el gobierno en su beneficio.
-Para los intérpretes, es una función muy exigente. Reclama de ellos un cambio constante de registros, de tonos, incluso de personalidades. Aparentemente no sacuden acontecimientos destacados sobre el escenario. Pero la dialéctica interior es muy fuerte y dinámica. Antes he citado a José María Pou. Es preciso añadir a sus jóvenes acompañantes, Bernat Quintana y Miranda Gas.
-Al público, también se le exige un estado de atención activa sin descanso. Es preciso no perder los detalles para participar de la muy matizada
propuesta.
-En las butacas próximas a la mía, había dos profesoras de instituto, que se alegraban de presenciar una obra implicada en los problemas de la sociedad actual. Manifestaban su propósito de comentárselo a sus alumnos adolescentes para despertar su quizá perdido interés por el teatro al considerarlo algo ‘pasado’.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 17 noviembre 2019 - 11:40 am
Categoría: General

David Barbero

-Antes de contestar a esa pregunta, vamos a hacer referencia a lo visto ayer en el Teatro Serantes, dentro del festival internacional de teatro de Santurtzi.
-Ayer se representó ‘Tito Andrónico’ de William Shakespeare. Por la compañía Teatro del Noctambulo. La versión es de Nando López. La dirección, de Antonio Castro Guijosa.
-El espectáculo duró tres horas, con un pequeño descanso. En otras ocasiones, hora y media se hace larga. Esta vez, no se notó el paso del tiempo.
-Es el mismo montaje que ha participado en el festival internacional de teatro clásico de Mérida. Un espectáculo potente, directo, violento, sin concesiones, con fuerza, con ritmo, valiente…
-La versión del texto consigue que los hechos fluyan, que los personajes se expresen con fuerza y naturalizad. Sin el encorsetamiento por las rimas y los versos. Con claridad, con firmeza.
-La dirección es eficaz. Sin preocuparse por el lucimiento. Al servicio de la acción y de las emociones.
-La interpretación cuidada, adecuada para cada personaje, para cada situación, para cada escena.
-Los efectos técnicos acompasados y dirigidos en la misma dirección.
-Ahora llega mi respuesta a la pregunta del título. Soy consciente de que voy a ser generalista. Y también sé que hay alguna excepción. Pero creo que el teatro clásico español está lastrado por sus temas superficiales; por su preocupación por el honor o la honra mirada como apariencia; por su obsesión por la infidelidad de la esposa o ser coronado con cuernos; por considerar que el rey debe decidir quién se casa con quien; por la censura de la Inquisición; por los intereses de la iglesia católica; por la utilización de todo para predicar el concilio de Trento; por…
-Mientras, Shakespeare y el teatro isabelino atendían a las emociones básicas; a los conflictos esenciales; a la lucha por el poder; a la violencia. Tiene ‘caracteres’ potentes, básicos, enfrentados a lo fundamental.
-Bueno. Las opiniones parten de la subjetividad. Quizá tú opines de otra manera.

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