Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 8 marzo 2024 - 12:31 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Reconozco que el título de este comentario es imposible de comprender sin una explicación. Así que intento ofrecérosla.

-Esta tarde noche he acudido a los locales de la Escuela internacional de teatro de Pablo Ibarluzea  en el barrio de Bolueta de Bilbao. Allí he participado en la muestra de una interesante propuesta escénica titulada ‘Purgatorio’, elaborada por los alumnos del último curso.

-Para justificar todavía más el título añadiré lo siguiente: He puesto la palabra vivencia porque no sólo ha sido una visita para ver o contemplar el espectáculo. Se ha tratado de una participación itinerante, una implicación también emotiva. Quizá la palabra exacta sea la de inmersión.

-Para describirlo un poco más, voy a insistir en la itinerancia. El amplio espacio para la actividad docente de la escuela ha sido compartimentado en diversos escenarios, muy cuidadamente cumplimentados en iluminación, objetos, ambientación y complementos para crear atmósferas impactantes e inquietantes.

-Como se trataba del ‘Purgatorio’, en un ambiente bastante dantesco, – es decir de Dante -, una enigmática diablesa nos ha conducido entre cortinas de una escena a otra en medio de luces y sombras, unidas a músicas misteriosas.

-Incluso tenía el aliciente de que mientras nosotros caminábamos, las escenas se iban recomponiendo. También los actores intervinientes cambiaban de roles, de forma que podías asistir, de modo casi inmediato,  a una escena diferente, con un impacto nuevo y completo.

-Por esa razón, también he utilizado el término inquietante, y he añadido atractivo. Habría que incorporar algunos adjetivos más. Todos ellos positivos. De esa manera, quedaría mejor definida la experiencia vivida.

-los alumnos del ultimo curso han preparado este espectáculo dentro de la materia de ‘Cuerpo. espacio y creación’. Han tenido que cuidar aspectos tan distintos como la escenografía, la iluminación, la caracterización, la interpretación, los tratamientos corporales, la ambientación…

-Asimismo, deseo enfatizar en el impacto especialmente completo y múltiple que se ha buscado en cada una de las escenas. Existía prácticamente una mini obra completa. Casi sin palabras. Pero con todos los elementos desarrollados para producir esa sensación tan diversa y ese impacto tan lleno de emociones.

-Así que no me queda sino dejar, ante vosotros, el testimonio de esta especialmente interesante experiencia y reconocer el extraordinario, además de intenso, trabajo realizado por estos alumnos muy aventajados. Y también felicitar a sus profesores, por la parte que, sin duda, les toca.

-Ha sido otra comprobación del excelente nivel que adquieren ahora los jóvenes profesionales de las artes escénicas.

 

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 3 marzo 2024 - 12:45 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Reconozco que esta tarde he acudido al Teatro Barakaldo con curiosidades añadidas, no sólo escénicas. Voy a tratar de explicarme. He ido a ver la obra titulada ‘Carmen, nada de nadie’. Tiene como personaje protagonista absoluto a Carmen Díez de Rivera, una mujer fascinante que tuvo un muy destacado papel en la vida política y social en España durante los años, más bien décadas, de la transición política en la segunda mitad del siglo pasado.

-Para muchas y muchos de los que estáis leyendo este comentario, os puede resultar un personaje desconocido, aunque pertenezca a la historia reciente de nuestra sociedad. Yo, ya entonces, me dedicaba a mi profesión periodística, en las secciones  de información y opinión política.  Por ese motivo, tuve ocasión de seguir atentamente su muy interesante trayectoria.

-No se puede decir que este texto teatral sea eso que en cine se llama un ‘biopic’. Pero se le aproxima. Tiene también un importante componente de crónica de ese periodo político. Se han añadido alusiones a posibles atracciones emocionales sin confirmar con el entonces presidente Adolfo Suárez o el ahora rey emérito. Todo mezclado con los episodios muy especiales de su vida personal. Desde su nacimiento como hija ‘ilegítima’ del filonazi  Ramón Serrano Suñer, ministro de asuntos exteriores de la dictadura y cuñado del propio dictador. Pasando por el impactante choque emocional al enterarse de que el novio con que reunía el papeleo para casarse era hijo ‘legítimo’ de se padrastro.

-De esa manera, han quedado atendidas las curiosidades extra teatrales aludidas al principio. El tratamiento, sin embargo, se ha quedado en un nivel de iniciación, sin gran profundidad, como para ofrecer una de información casi a nivel de Wikipedia, para quienes no conocían o habían olvidado a una persona de tanto interés. Quizá por esa razón, diversos asistentes salían puntualizando algunos de los datos expuestos.

-Las curiosidades estrictamente escénicas, por su parte, me han llevado de nuevo a comprobar que el teatro no debe tener las mismas estructuras que la crónica periodística. Su tratamiento tiene que ser diferente. Los datos se tienen que convertir en acción dramática; que las conversaciones teatrales no pueden ser meramente informativas. Los conflictos y las emociones deben estar por encima. Pero no aparecen en el texto de Francisco Justo Talón y Miguel Pérez García. Ni pueden ser destacados por la eficaz dirección escénica de Fernando Solo.

-Se echa muy especialmente en falta el tratamiento dramático de los personajes. Aparecen, por ejemplo, la madre de Carmen de Rivera, la marquesa de Llanzol, Sonsoles de Icaza, o el presidente Suárez o el rey Juan Carlos primero, sólo como referencias históricas, sin personalidad dramática. Por cierto, éste último, con perfil claramente positivo.

-Esta ‘desdramatizacición’ de los personajes tiene efectos negativos para la interpretación que han tenido que realizar los actores y las actrices, a pesar de que ellos realicen un muy notable esfuerzo realizado por Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Victor Massán. En este sentido, cabe destacar el trabajo realizado por la actriz Mónica López en la interpretación de la protagonista Carmen de Rivera.

 

 

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 marzo 2024 - 12:43 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

He asistido esta tarde noche, en el teatro Arriaga de Bilbao, al estreno de una atractiva propuesta escénica sobre la juventud expresada desde el punto de vista de los propios jóvenes.

-Comienzo por los datos. La obra se titula en castellano ‘Sólo hasta mañana’. Ayer se estrenó en euskera como ‘Bihar arte soilik’. La producción de este proyecto es de Erre Produkzioak, con la colaboración del propio teatro. El autor del texto es David Caiña. El responsable de la dirección escénica es Gorka Mínguez, que también el productor.  El elenco, que ha tenido participación, creo que intensa, en la definición del contenido y su desarrollo, está formado por los jóvenes Lorea Intxausti, Nerea Elizalde, Albar Cirarda y Mikel Arizkorreta.

-El punto de atracción al que he aludido es que expone la manera de entender las relaciones personales, las afectivas, las sexuales entre los jóvenes de este momento. Y además, lo hace desde su propio punto de vista, desde su vivencia, desde el convencimiento de estar viviendo un momento único en la historia. Con la sensación, de que esa experiencia es tan nueva y tan propia que nunca antes ha sucedido, aunque se repita de generación en generación, más o menos en la misma etapa vital.

-Las características más definitorias de esta nueva manera inciden en las decisiones personales y en el conflictivo debate interior o la vivencia contradictoria sobre su carácter abierto, frente a la exclusividad o la monogamia; sobre la inmediatez o su carácter momentáneo, lejos del clásico ‘para toda la vida y hasta que la muerte nos separe’. Lo que queda reflejado en el título de ‘Sólo hasta mañana’.

-Esta caracterización se apoya en la manera ‘juvenil’ de entender la complicada libertad individual, la volatilidad de las decisiones humanas, la relativización de los compromisos, las incertidumbres cambiantes de la vida, la devaluación de lo que se consideraban valores absolutos  y la desmitificación de valores que antes se daban por aceptados mayoritariamente o no tanto.

-Todo ello, envuelto en inseguridades, entre sentimientos contradictorios, lleno de dudas, con dificultades para entender lo que le está pasando a uno o a una  a todos a la vez. También dentro de la ingenuidad, aunque no se vea así, de quien lo experimenta por primera vez y, además, cree que es el único o por lo menos el primero en sentirlo.

-Aunque con matizaciones, se puede entender que es una propuesta para establecer la diferencia, el contraste, el cambio, la ruptura, el paso hacia otro sistema, hacia otras coordenadas vitales, emocionales y hasta ideológicas de las que realizan los adultos.

-Deseo reiterar mi predisposición favorable a que se utilice el teatro para presentar a la sociedad propuestas sobre las inquietudes de las gentes de ahora mismo. Es su función. Y más si se mueven en un campo tan importante como el de las las relaciones personales.

-En los aspectos estrictamente teatrales, cabe destacar, con algunas matizaciones, que el autor David Caiña demuestra una vez más su agilidad y y versatilidad en los diálogos; Gorka Mínguez da otra muestra de su valentía y su eficacia en la producción y puesta en escena de nuevos productos escénicos; y los cuatro jóvenes intérpretes evidencian cómo se están haciendo presentes sobre los escenarios con más solvencia y seguridad.

-O sea que quizá se pueda pensar en algo más allá y no ‘sólo hasta mañana’.

 

 

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 23 febrero 2024 - 12:43 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-He acudido esta tarde noche al teatro Arriaga de Bilbao para ver el espectáculo ‘Salomé’ con una muy especial expectación. Otras veces utilizo la palabra curiosidad para definir mi estado de ánimo. Esta vez había cambiado.

-Por la mañana, había asistido a la rueda de prensa que han dado dos de las protagonistas y la autora-directora. Han expuesto con tanto entusiasmo y tanta convicción su contenido y su estética que me han provocado esa situación anímica. Han definido al personaje protagonista y al espectáculo en general como una encarnación y representación de la lucha de la mujer, de su rebeldía, de su búsqueda de la libertad por todos los medios y formas a lo largo de la historia.

-Ese planteamiento me ha interesado mucho. Además, me ha estimulado, porque el imaginario que se tiene del personaje  de Salomé no es precisamente ése. A pesar de los pocos datos existentes, se tiene de ella una idea casi contraria a la de esa líder luchadora desinteresada y generosa. Así que existía el aliciente añadido de comprobar cómo Magüi Mira, en su no muy conocida faceta de autora, llevaba a cabo esa positiva transformación.

-Esta producción de ‘Salomé’ fue presentada en el último festival de teatro clásico de Mérida. Tuvo mucho eco. Resultó polémica. Eso es, en principio, otro aliciente. Tras esa presentación, está realizando una gira por locales teatrales de toda la península, dentro de la cual ha llegado este fin de semana al teatro Arriaga de Bilbao.

-Para aportar una información completa de este acontecimiento, es preciso citar a las responsables. Magüi Mira es, como de ha dicho, la responsable del texto y la dirección escénica. El elenco es amplio y lleno de nombres famosos. Está encabezado por Belén Rueda, Luisa Martín, Juan Fernández, Pablo Puyol y Sergio Mur. Tampoco se puede olvidar los trabajos técnicos de Curt A. Wilmer y Leticia Gañan, en la escenografía; José Manuel Guerra en iluminación y Helena Sanchís, en vestuario.

-Hay también que señalar que se han cuidado todos los aspectos, detalles, claves y elementos que debían cuidarse para conseguir esa notoriedad del espectáculo en el festival y la gira, para convertirlo en un éxito comercial. Un cuidado inicial fue la configuración empresarial. Una producción mixta. Público privada. El festival internacional de Mérida y la productora distribuidora Pentación espectáculos para equilibrar ganancias y pérdidas.  Que además, confluyen en una misma persona. Jesús Cimarro.

-Después de haber visto el desarrollo del espectáculo muy atentamente, con la habitual curiosidad y con la añadida expectación que he explicado al principio, reconozco que no he sabido encontrar la coherencia ni las trascendencia del propósito expuesto con tanto entusiasmo por sus principales implicadas.

-La pretendida modificación del carácter de los personajes cae en demasiadas incoherencias. Su conversión en heroína y encarnación de la lucha feminista se queda en proclamaciones ampulosas, pero vacías de contenido.  No hay acción ni conflicto, aunque abundan muchas expresiones solemnes. Los personajes pecan de inconsistencia. En algunas ocasiones, rozan el infantilismo, en el mal sentido del término. La interpretación se ve influida y limitada por todas esas circunstancias.

-Hay que hacer referencia también a la destacada parte musical del espectáculo. Da la sensación de que las canciones incluidas tenían la misión de evidenciar la intención que quedaba oculta en las otras escenas. Pero la banalidad de las letras, preocupadas sólo de buscar las rimas, y las melodías estandarizadas, producen el efecto contrario.

-Así que nos quedaremos con el recuerdo de haber visto y disfrutado de otros trabajos escénicos de la autora-directora y las intérpretes, con más interés.

 

 

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 19 febrero 2024 - 1:14 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Considero que debo comenzar explicando el título de este comentario. El autor y director escénico del espectáculo titulado ‘Poncia’, que hoy he visto en el teatro Arriaga de Bilbao, Luis Luque, ha explicado públicamente que ha hecho un análisis profundo de la obra ‘La casa de Bernarda Alba’ de Federico García Lorca; Y que ha escrito este texto para alumbrar un nuevo mirar dentro de esa casa. Pero resulta que García Lorca es mucho autor y es mucho García Lorca. A eso me refería al utilizar la palabra osadía.

-Ahora comienzo con una anécdota. Cuando el director escénico Miguel Narros era director artístico del teatro Español de Madrid, ofreció a la cantante Lola Flores interpretar el papel de Poncia en la representación de ‘La casa de Bernarda Alba’ de Federico García Lorca. La cantante no lo aceptó. Tenía otras ofertas comprometidas y tampoco le ofrecían unas condiciones económicas especialmente atractivas.

-Ahora su hija mayor, conocida como Lolita, está interpretando a este personaje lorquiano. Aunque de otra manera. No se representa la totalidad de la obra de Lorca. Es una propuesta independiente. En los términos actuales, alguien lo ha calificado cono secuela de de ‘La casa de Bernarda Alba’ o un spin-off. Pero tampoco es eso exactamente.

-La acción, o la reflexión, arranca en el momento en que termina la obra de Lorca. Cuando la hija menor de Bernarda se ha quitado la vida. He dicho acción o reflexión porque no se trata de exponer hechos que suceden después. Son reflexiones o comentarios o valoraciones, atribuidos a Poncia, la criada, sobre lo sucedido antes. Se podría decir que es un ajuste de cuentas con su dueña y con sus hijas. Incluso también con alguna otra criada de menos categoría que ella.

-Por completar la descripción de la pieza se puede decir que existen tres partes. En la primera, la protagonista muestra su dolor por lo sucedido y expresa los diferentes sentimientos que tiene hacia cada una de las hijas. Posteriormente toma como referencia principal a la propia Bernarda. Y al final, se refiere más a ella misma, a la propia Poncia.

-Del texto, se puede decir que Luis Luque recurre en muchas ocasiones a palabras literales del propio García Lorca. Pero que, en ocasiones, parecen quedar descontextualizadas.  También añade otras suyas, que se nota perfectamente que no son del poeta granadino, ni por su tono ni por su calidad. En conjunto, es un texto poco dramático. No tiene fuerza. Y carece de planteamiento  de intriga en la acción y en el desarrollo.

-En cuanto a la dirección escénica, hay que aceptar que el texto tampoco ofrece muchas posibilidades. Pero no se ve que se hayan intentado.

-En lo referente a la interpretación que Lolita Flores realiza del personaje de Poncia, se puede repetir la consideración de que el texto aludido no permite profundidad interpretativa. Así que será mejor recordar la labor  que realizó en ‘La plaza del diamante’.

-De todos modos, también hay que reconocer que el teatro Arriaga estaba esta tarde completamente lleno. Insisto en lo de completamente. Hasta las butacas de escasa visibilidad. Los aplausos han sido unánimes y calurosos.  Y se han repetido, después de que la protagonista haya dirigido unas palabras al público de agradecimiento.

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información