David Barbero
-He tenido esta tarde-noche ocasión de asistir en Euskalduna Bilbao al estreno absoluto de un destacado espectáculo escénico y musical de especial interés. Lleva el título de ‘Mástodophónika’ y tiene como protagonista destacado al polifacético Asier Etxeandía.
-El Euskalduna Bilbao cierra, con este exitoso espectáculo, su programación escénica de Aste Nagusia, en la que ha ofrecido piezas de diversos géneros escénicos, culminando con esta su primera producción escénica propia.
La función a la que he asistido ha terminado cerca de la media noche, por lo que debo apurar el tiempo en una crónica de urgencia.
-‘Mástodophónika’ es un compendio de talento consagrado y artistas emergentes para crear un concierto que rebasa su formato habitual y presenta un espectáculo variado y poliédrico que no deja indiferente a nadie. De hecho hoy ha llenado el muy amplio aforo. El público ha interrumpido para aplaudir en numerosas ocasiones. Se ha entregado para celebrar las propuestas procedentes del escenario. Y al finalizar ha respondido de pie con una sonora ovación.
-La propuesta artística junta, sobre el escenario del espacioso Auditorium, a Mastodonte, el dúo formado por el polifacético Asier Etxeandia y el músico napolitano Enrico Barbaro; al Coro juvenil San Juan Bautista de Leioa y a Euskadiko Gazte Orkestra (EGO). Todo ello dirigido por la sólida y flexible batuta de Iker Sánchez Silva.
Se trata de algo mucho más que un concierto. Es un espectáculo que despierta todos los sentidos. La enorme capacidad escénica de Mastodonte, con Asier Etxeandia a la cabeza, a partir de un repaso a su repertorio, crea un viaje muy personal, en el que sobresalen la fuerza del territorio y las almas que lo habitan, dedicado muy especialmente a sus preferencias y las del público local.
También se puede decir que es más que un concierto porque se ha convertido en una fiesta participativa en la que el público se ha sentido contagiado por el dinamismo de los intérpretes, principalmente por el protagonismo en todos los sentidos de Asier Etxeandía. Se ha producido una complicidad a través de la música, las letras y los movimientos y hasta el vestuario. Este contagio se debe atribuir en buena parte a la actitud del principal intérprete, que además de realizar una entrega total, ha demostrado hallarse en plena forma.
Hay que destacar asimismo la interpretación y la actitud de los jóvenes integrantes del coro de San Juan Bautista de Leioa. Han realizado una actuación integral, uniendo elementos teatrales y de espectáculo escénico.
Sería injusto no poner el énfasis en la aportación de la orquesta joven de Euskadi. Han demostrado tener una calidad interpretativa muy notable a pesar de su juventud. Eso les permite, además, actuar, improvisar y participar en la fiesta en unión del público.
Muy destacada ha sido también la labor realizada por Iker Sánchez Silva, coordinador e impulsor h de todo el espectáculo, dando unidad y ritmo a un conjunto tan heterogéneo de elementos y tan numeroso en participantes.
Dada la precipitación horaria para emitir este comentario, solo cabe alabar esta iniciativa tomada por Euskalduna Bilbao en este su primera producción propia. Y dada la total aceptación que hoy ha dado el público y la que mañana tendrá previsiblemente lugar, es de esperar que tenga más representaciones de las ya previstas.