DAVID BARBERO
-Es muy posible que el grupo israelí Mayamaná sea el prototipo mundial de fidelidad a los principios con los que nació a la vez que ha sabido desarrollarse, crecer y adaptarse a los nuevos tiempos. Están a punto de cumplir el primer cuarto de siglo de existencia y continúa impresionando con sus espectáculos en todas las partes del mundo por donde va.
-Una muestra y una constatación de todo ello se puede encontrar en las actuaciones que estos días están ofreciendo en el Palacio Euskalduna de Bilbao con su último espectáculo.
-Su nombre en hebreo significa habilidad, talento o destreza. En realidad, tienen muchas más que esas cualidades. Habría que añadir movilidad, dinamismo, ingenio, comunicación, contagio. Y más.
-Sus elementos artísticos básicos siguen siendo la percusión, las vertiginosas coreografías de danza unidas a la base teatral de sus composiciones. Mantienen sus tradiciones. Las unen otras percusiones africanas con ritmos antiguos.
-A todo ese mundo rico y profundo, incorporan los elementos más modernos de la actualidad. E incluso inventan otros nuevos, para dinamizar y perfeccionar sus espectáculos.
-Comenzaron en un pequeño almacén de la localidad israelí de Jaffa. Lo transformaron en local de exhibición con unas pocas butacas. Inicialmente eran cuatro visionarios aventureros del arte y la música. Hoy incluyen muchos cientos de artistas y colaboradores. Sus actuaciones por todo el mundo son incontables y los espectadores que han disfrutado de sus espectáculos se cuentan por millones.
-El nuevo espectáculo que ahora están presentando lleva el significativo título de ‘Impulso’. Por delante, estuvieron, entre otros, ‘Momentum’, ‘Flashback’ o ‘Currens’. En todos ellos, está su esencia y su continua evolución. Todos se componen de música, movimientos y emociones, como elementos básicos. Ya con muchos complementos.
—Espectáculo que ahora presentan en el Palacio Euskalduna de Bilbao recoge directamente los diversos (im)pulsos de la vida, la etapas vitales, con las emociones correspondientes, los continuos y variados latidos del corazón, los ritmos, los colores. También hay muchas proyecciones con todo género de luces, colores y figuras. Unas coreografías se suceden a otras cada vez con más originalidad. Ya ha quedado dicho que la percusión es la base. Pero hay que hablar en un plural muy grande, hacen percusiones inimaginables con los elementos más sorprendentes. .
-¡Ah! Tampoco falta un elemento conceptual muy destacado en ellos: El juego. Todo el espectáculo es como una viaje por la vida en varias direcciones, con miradas polivalentes. Con diferentes ritmos con el fin de sentir los muchos latidos que se producen en la vida. Asimismo, hay que destacar el ritmo. Y la complicidad de los interpretes, los efectos sonoros, los visuales. Y muchísimas cosas más.
-Otro ¡ah! Sería impedonable no destacar su habilidad para meter a los espectadores dentro del espectáculo. Y su sentido del humor, expendido a todos los momentos.
-Creo que basta de explicaciones. Lo importante es ir a sentirlo.