Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 octubre 2024 - 11:45 pm
Categoría: General

David Barbero

-He asistido esta tarde, en la sala BBK de la Gran vía bilbaína, al estreno de la obra ‘¿Dónde están los niños?’, en su versión en castellano. De esta manera, he completado mi visión de esta pieza, que ha despertado en mí un especial interés por su carácter y por sus enigmas. Hace una semana, asistí, en esta misma sala, al pre-estreno de la versión en euskera, con el título de  ¿Non dira haurrak? Debo añadir, incluso, que leí el primer texto.

-Con ese bagaje, y tras el correspondiente análisis, la atención y hasta el debate con otros aficionados, sintetizo la impresión positiva que tengo sobre todo este proceso. Destaco la reflexión y el análisis de la sociedad en que vivimos. El reflejo que se establece en las situaciones de bulling, en las actitudes de intolerancia o de agresividad, el reconocimiento de sentirse culpable, o de juzgarse incapaz de remediar la situación creada.

-Valoro la crítica que se hace, además directamente, hacia quienes componemos esa sociedad, como es misión de las artes escénicas. Sobre todo cuando esa obligación parezca últimamente olvidada. El deseo de remover conciencias, de desasosegar, de obligar a pensar los caminos que cada uno seguimos.

-El otro punto de análisis está en el tratamiento narrativo y escénico elegido para lograr el objetivo de denunciar la pertenencia a una sociedad ‘rota, cruel y excesivamente depresiva’ que afecta, aunque de diferente forma, a niños y a mayores.

-Todo eso se realiza en un espectáculo teatral que ha cuidado, detenidamente,  los pasos del proceso y ha elegido una manera poco habitual de hacerlo. Sin recurrir a contar una historia lineal con diálogos descriptivos y escenas complementarias. Optando por la fragmentación, por  dejar cabos sueltos, por crear enigmas sin resolver, por no darlo todo ya pensado. Dejando que el espectador se lleve la inquietud y hasta el desasosiego. Obligándole a realizar su necesaria reflexión.

-Me gustaría destacar la valentía de haber afrontado esta obra de esta manera. Haber realizado ese análisis crítico de la sociedad actual desde un punto de vista diferente y original. Partiendo desde los niños para evaluar a los adultos y a una sociedad que vamos a dejar a las siguientes generaciones, que ya la están padeciendo.

-Sobre la manera de exponer teatralmente este tema, hay que aludir al tratamiento del texto. Desechar los diálogos cortos y ágiles entre los personajes, para optar por parlamentos largos y multi-dirigidos hacia el público, hacia el interlocutor y hacia el mismo personaje. He opuesto ‘dirigidos’. Quizá sea más exacto decir lanzados, con intención de impactar, de remover la conciencia, de implicar a la responsabilidad.

-Tiene su valentía, porque esa elección posee sus riesgos y sus dificultades. Incluso para la aceptación de los espectadores Pero deja claro que ése es el objetivo y la intención del autor y director.

-De la misma manera, en la definición de los personajes, tampoco se presta una atención pormenorizada a las relaciones existentes entre ellos. Es más importante la referencia a la responsabilidad social y a la manera en la que cada cada uno lo asume. Como el sentimiento de culpa o la sensación de fracaso profesional, por ejemplo.

-Las interpretaciones están encauzadas con esa misma dirección. Potentes y emotivas. Como consecuencia del cuidado y la meticulosidad puesta. Por lo tanto, de notable mérito. Teniendo en cuenta que los parlamentos largos, los muy escasos diálogos y la falta de una acción continuada no ayudan ni a la interpretación ni a la comunicación de emociones.

-Entre los intérpretes, hoy, en la representación en castellano, han estado Sandra Ferrús, Getari Etxegarai, Javier Barandiarán, Iñigo Aranburu, Ruth Guimerá e Irene Zarrabeitia. En la versión en euskera, Iraia Elías asume el papel más destacado.

-Este proyecto es la sexta producción propia de la sala BBK. Está detrás la compañía Tartean. Hay profesionales de acreditada trayectoria. Jokín Oregi es el autor y el director. Hay textos de Miren Agur Meabe. En la dirección, está también Ana Meabe. Tiene notable incidencia la música. Es del muy acreditado Adrián García de los Ojos.  Además, es preciso destacar la intervención del coro infantil de la Sociedad Coral de Bilbao.

-Un apunte concreto como ejemplo del cuidado que se ha puesto en todos los detalles. Señalar la emoción que se produce cuando los niños del coro rodean al público y cuando esos niños van sustituyendo a los adultos.

-Así que, si vais, no os perdáis los matices. Poned atención. Es necesaria.

 

Esta entrada se escribio el Viernes, 4 octubre 4 2024 a las 23:45 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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