Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 diciembre 2024 - 12:34 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Os confieso un sentimiento personal. Esta tarde, me ha disgustado no saber euskera. Os explico porqué. He acudido al Teatro Arriaga para ver el estreno de la obra ‘Heisenber’, que, al menos de momento, sólo se representa en euskera. Tenía interés en entenderla de modo completo. Pero me ha sido imposible.

-Así que sólo os puedo contar los motivos de mi interés. Sabéis que Werner Karl Heisenberg fue un muy famoso físico teórico alemán, pionero de la mecánica cuántica, por lo que recibió el premio nobel. En 1927, formuló el también famoso principio de incertidumbre.

-Este principio, en esas abstracciones de lo cuántico, habla de la imposibilidad de medir con exactitud la posición y los movimientos de las partículas. Lo que, metafóricamente, crea en ellas una incertidumbres, que, siguiendo la metáfora, podría ocasionar angustias vitales, ademas de ocasionar relaciones impredecibles.

-No voy a dar más explicaciones, porque se notaría todavía más mi ignorancia, también en este tema.

-De esto va la obra de teatro que se ha estrenado hoy en el teatro Arriaga, escrita por Simon Stephens, dirigida ahora por Fernando Bernués e interpretada por Naiara Arnedo y Ramón Aguirre, que han realizado un muy cuidado trabajo.

-He dicho que de esto va la obra. Pero con una notable diferencia.

-Esta notable diferencia es , en lugar de aplicar el principio de incertidumbre a las moléculas en el plano cuántico, lo hace, metafóricamente, en la vida cotidiana de las relaciones entre las personas de carne y hueso.

-Ese proceso de incertidumbres y de falta de control sobre lo que pueda suceder arranca con una equivocación. Una mujer, en el comienzo de los cuarenta años, confunde a un señor, septuagenario, con su padre, que había ya fallecido. Dada la imposibilidad de predecir los caminos de la vida, según ese principio, los derroteros de esa relación pueden ir por caminos insospechados.

-No me digáis que no es un planteamiento apasionante para un texto teatral. Así que os explicáis, supongo, mi disgusto al no haber podido descubrirlo en su plenitud por mi desconocimiento del euskera.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 diciembre 2024 - 11:58 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-No voy a exagerar. No diré que he ido esta tarde de domingo a ver el espectáculo ‘Alice’ de Momix, en el teatro Arriaga de Bilbao, sólo para analizar la adaptación del texto. He ido a divertirme, a sorprenderme, a pasarlo bien, a maravillarme por este sorprendente montaje de una compañía internacional tan acreditada como esta.

-Es de dominio público que los espectáculos de Momix son extraordinariamente atractivos. Son una magnífica mezcla, o mejor simbiosis, de teatro, música, danza, acrobacia, magia, fantasía e ilusión. Todo ello se confirma en este espectáculo bajo la dirección artistica de Moses Pendleton, con la maestra de ballet, Victoria Mazzarelli, y las marionetas de Michael Curry.

Todos los integrantes de Momix logran que sus espectáculos se conviertan en una aventura artística apasionante en la que te puedes encontrar con las sorpresas menos esperadas y las imágenes más atractivas.

Pero permitidme comentar el aspecto concreto de la adaptación. Tengo ese interés quizá por deformación profesional. La función está basada en la famosa obra ‘Alicia en el País de las Maravillas’ de Lewis Carroll, Pendleton, adaptador además de director artístico,  ha ideado un espectáculo polifacético que combina todos los elementos escénicos, además de ilusión, acrobacia y fantasía, y que recuerda los momentos más imaginativos de esa mágica y deslumbrante historia.

Sus palabras textuales: «No pretendo volver a contar toda la historia de Alicia, sino utilizarla como punto de partida para la invención». «Quiero respetar su esencia, pero la quiero llevar a términos que permitan la fusión de danza, iluminación, música, vestuario e imágenes proyectadas.»

Esta personal y libre adaptación presenta a una Alicia en permanente transformación, un cuerpo sin límites definidos que crece, se encoge, y vuelve a crecer, en un original montaje de danza repleto de magia y efectos visuales. Las bailarines, ilusionistas y gimnastas, todo a la vez, hombres y mujeres, expanden sus cuerpos por medio de apoyos, cuerdas, arropados por un impresionante despliegue de imágenes, espejismos, música y artefactos, además del sugerente vestuario.

El resultado es una producción de gran impacto visual y movimiento creativo, en la que en ningún momento se sabe con exactitud lo que va a pasar a continuación. Otras palabras textuales «Mi curiosidad no dejaba de crecer a medida que iba estudiando a Lewis Carroll, que fue un apasionado fotógrafo como yo mismo».

-Soy consciente de que hay entendidos y expertos teatrales, a los que respeto mucho, que opinan que las adaptaciones deben respetar los textos originales, incluso en detalles tan nimios como la época o la vestimenta. No pretendo convencerles de lo contrario. Pero…

–Pero, a mí, esta adaptación de Momix, hoy en el Teatro Arriaga de Bilbao, me ha entusiasmado, sorprendido y maravillado.

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 diciembre 2024 - 1:36 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-La verdad es que tenía ya nostalgia de ver representada alguna pieza de un autor, tan añorado por mí, como es el gran Carla Goldoni. He echado mucho de menos su ironía, su sabiduría teatral, su humor intencionado, su universalidad, y en consecuencia su actualidad.

-Así que en cuanto vi el anuncio de una de sus obras en la cuidada programación del Teatro Barakaldo, apunté la fecha y he estado atento a que se cumpliera. Justamente esta tarde se ha representado ‘Las locuras por el veraneo’. Es la primera pieza de la trilogía que dedicó a ironizar sobre este tema, allá por el siglo XVIII.

-Eduardo Vasco versiona y dirige esta pieza al frente de su Compañía, Noviembre Teatro, en coproducción con el Teatro Español, del que ahora es  director artístico.

-He tenido especial interés en reseñar que esta pieza ha sido una producción de la compañía Noviembre Teatro. Durante la representación, me ha venido a la mente, con positivo recuerdo, el teatro realizado por las compañías estables. Las que han ido perfilando su estilo propio a fuego lento, durante mucho tiempo. También han ido creando una notable complicidad entre los actores. Y de ellos con el director o directores de la compañía.

-Lo que me ha venido a la mente, en concreto, es la consideración de que la perfección que estaba viendo sobre el escenario no hubiera sido posible sin ese estilo propio y esa complicidad.

 

-He aludido antes a la actualidad de Goldoni. A través de esta pieza, se puede comprobar que, tres siglos después, la sociedad de ahora se rige por los mismos mecanismos que los venecianos de entonces. Siguen presentes las apariencias, el qué dirán, la ostentación a toda costa, incluso empeñarse económicamente para figurar en unos días de vacaciones.

-El amplio elenco de nueve actores y actrices representa una especie de competición entre dos familias empeñadas a toda costa en pasar unas semanas en el campo de La Toscana, lo que les lleva a lanzarse a una carrera de apariencias que les conducen a ver quién luce los mejores vestidos, organiza las fiestas más aparentes, sirve las comidas más aparatosas o atrae a la créme de la créme a las mismas, aunque en realidad están arruinados y no tengan ninguna clase.

-Vasco, el director, ha introducido también canciones que el elenco interpreta con soltura y efectividad, para dotar a la comedia de un aire frívolo, juguetón, inconsistente, ligero, casquivano, superficial y liviano a la vez, donde casi nada importa el ser sino unicamente el aparentar. Unido todo a una intención crítica que sigue resultando eficaz.

-La acción es trasladada a los felices años 20 del siglo pasado, para acercar el paralelismo con la actualidad. En ese ambiente, para que la comedia sea más jugosa, Goldoni, y con él esta compañía de cómicos actuales, entrecruza a dos galanes enamorados de la misma mujer, dos jovencitas que están obsesionadas por vestir a la última , unos padres que se ven sobrepasados por las circunstancias, unos criados que no salen de su asombro al ver la falta de principios de sus amos, una sofisticada viuda y algún que otro espabilado que se aprovecha de esas vanidades. Para que no falte nada en la representación, hasta se hace una exhibición de un colorista y vistoso vestuario, diseñado del famoso televisivo Lorenzo Caprile.

-Como los integrantes de estas compañías estables suelen renunciar al nombre individual en beneficio del conjunto, dado su especial calidad interpretativa, voy a recoger los nombres de los nueve intérpretes. Rafael Ortiz, Elena Rayos, José Ramón Iglesias, Mar Calvo, Alberto Gómez Taboada, Jesús Calvo, Celia Pérez, Manuel Pico y Anna Nacher.

-Reconocimiento a todos por su buen trabajo.

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información