Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 18 enero 2025 - 12:32 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Hace algo más de una hora que he salido del teatro Arriaga de Bilbao, donde he presenciado la obra ‘La colección. Todavía estoy dando vueltas a lo que visto y he escuchado intentado encajar todas las piezas, captar el significado, el simbolismo, la idea unificadora, el significado …

-Si tuviera que poner adjetivos definitorios comenzaría por enigmático, muy difícil de desentrañar, de entender, de seguir, intencionadamente simbólica, pero impenetrable en el significado, conceptual, con mínima acción. También con más puntos suspensivos.

-Esta apreciación no disminuye, en mí, la garantía que tengo acreditada respecto Juan Mayorga como autor y también como director. Añadiré mi reconocimiento hacia los interpretes, los veteranos José Sacristán y Ana Marzoa. También los jóvenes, Zaira Montes e Ignacio.

-El público, que ha llenado completamente el aforo, supongo que ha tenido que afrontar las dificultades o las cualidades más arriba señaladas. Pero, al final, ha premiado la representación y las interpretaciones, no sé si por ese orden, con aplausos unánimes y potentes.

-Se trata de una obra con un marcado carácter filosófico y un simbolismo abierto a muchos significados. Está compensada con una estructura de misterio basada en el carácter y los intereses de los cuatro personajes que participan en la acción.

-La pareja mayor protagonista, que lleva junta más de medio siglo, y a la que une una pasión común, el coleccionismo, es consciente de que todos esos objetos artísticos reunidos durante tantos años y han sido elegidos en medio mundo se va a perder cuando ellos desaparezcan ya cercano para ellos. No tienen hijos y tratan de escoger a la persona ideal para poder trasmitirle el legado. Llaman a una joven coleccionista para entrevistarla y ver si ella podría ser la persona que buscan como heredera. El empleado de la pareja de coleccionistas, no recibe con agrado a la joven y entre ambos se establece una rivalidad implícita que hace más incómodo este proceso de selección.

-La obra se convierte también en una reflexión sobre el matrimonio, sobre el paso del tiempo, sobre la vida misma, sobre la sociedad y sobre la misteriosa relación entre las personas y las propiedades materiales que vamos acumulando, quizá tratar de llenar la soledad.

-La elección del elenco ha resultado acertado porque los cuatro intérpretes se han metido en sus complicados  personajes con generosidad y esfuerzo. Hay que destacar a Sacristán y a Marzoa, la pareja de viejos coleccionistas. Sus voces, sus medidas expresiones, sus gestos, sus cuerpos demuestran la maestría, el amor al oficio y la sabiduría que otorgan las décadas de teatro que ambos llevan en las venas. Zaira Montes y Carlos Jiménez, son respectivamente la joven, inteligente y seductora coleccionista y el hermético colaborador de los dueños. Hacen  el contrapunto adecuado.

-Como autor, Mayorga presenta una propuesta que va modelando con el desarrollo de la escasa acción y la puesta en escena. El tono tranquilo con el que avanza la trama permite y obliga a poner por parte del espectador los puntos de vista sobre la naturaleza de la colección, y sobre los planteamientos vitales de sus propietarios.

-Una labor, que puede ser difícil de realizar, pero quizá resulte enriquecedora.

Esta entrada se escribio el Sábado, 18 enero 18 2025 a las 0:32 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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