DAVID BARBERO
-Esta tarde he acudido al Teatro Social de Basauri para ver, de nuevo. a la compañía Ron Lalá y tratar de descubrir su fórmula secreta para desarrollar un humor inconfundible y de eficacia ya contrastada.
-En realidad, esta compañía lleva ya más de dos décadas divirtiendo y divirtiéndose a su manera, con estilo propio, uniendo la comicidad a la ironía y a la crítica sutil. Ahora, lo hace otra vez llevando en gira su obra ‘4×4’. Lo hace como siempre, sin nostalgia, con el mismo aire fresco, divertido y bastante iconoclasta.
-‘4×4’ es un intenso y desinhibido viaje por sus cuatro primeros montajes, realizados entre 2005 y 2012. Según reconocen ellos mismos, los que ‘un día nos dieron fama y dinero…, cuando el dinero existía”. En este espectáculo renovado, abordan aspectos de todo tipo referidos al pasado inmediato y también al presente. Se meten con el amor propio, el tiempo, la época de internet y la informática que nos ha tocado vivir. Sin que falte tampoco el tratamiento cómico de los clásicos, pretendidamente serios.
-El equipo también tiene continuidad. La dramaturgia y las letras son de Álvaro Tato. La dirección de escena la realiza Yayo Cáceres. La dirección musical es responsabilidad de Miguel Magdalena. Éste último forma parte del quinteto de intérpretes en unión de Juan Cañas, Diego Morales, Luis Retana y Daniel Rovalher.
-Los cuatro espectáculos a los que hace referencia el título fueron ‘Mi misniterio del interior’, ‘Mundo y final’, ‘Time al tiempo’ y ‘Siglo de Oro, siglo de ahora’. Sirvieron para configurar un estilo propio de concebir el teatro y de definir una forma singular que ha seguido manteniendo sus señas de identidad a lo largo del tiempo.
-Se parte de unas letras ingeniosas. Se añade una dirección muy dinámica. Y los intérpretes no paran de declamar, tocar, cantar y de hacer las delicias de un público que logran ganar desde el comienzo del espectáculo. Los elementos , por tanto, que incluyen en su receta personal, son mucho ingenio, un ritmo endiablado, el dominio de todos los géneros escénicos, la comicidad directa y sin filtros, letras muy cómplices, canciones impactantes y mucha complicidad con el público. Incluso. Hay también otras salsas para lograr un sabor más variado.
-Esta fórmula secreta sigue sirviendo para que todo tipo de públicos salga gratificado de una función fresca, alegre, desinhibida, de un ritmo trepidante, irónica, satírica, filosófica, poética, musical, sociológica y muy ajustada para acaparar la atención y el interés general.
-Eso es lo que ha sucedido otra vez esta tarde en el teatro Social de Basauri.