Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 3 octubre 2022 - 6:14 pm
Categoría: General

David Barbero

-Voy a precisar. La expresión que se utiliza en el teatro no alude a una conferencia. Cuando se quiere alabar a un autor, director o intérprete, por considerar que es capaz de hacer lo más difícil sobre un escenario, se dice: ‘Fulana/o es capaz de poner en pie hasta el listín de teléfonos’.

-Me he referido a una conferencia, porque de eso trata la obra que este fin de semana he ido, de nuevo, a ver en el Teatro Social de Basauri. El autor y director es el admirado Juan Mayorga. La intérprete, la también admirada Blanca Portillo.

-El título de la pieza es ‘Silencio’. A secas. Lo mismo que el discurso que utilizó Juan Mayorga para el ingreso en la Real Academia de la Lengua de España.

-Y eso es también el contenido del espectáculo teatral. El mismo discurso que Mayorga expuso a los compañeros académicos, ahora lo lanza Portillo a los espectadores como si fuéramos nosotros los destinatarios.

-Lo que ha despertado mi curiosidad tanto como para ir otra vez a verlo ha sido comprobar la dificultad del proyecto y el deseo aprender. Descubrir cómo de debe hacer el cambio, el salto desde un discurso a un espectáculo, desde una conferencia a un texto dramático. Qué aspectos hay que tocar, dónde hay que poner los énfasis, Qué cortes hay que hacer.

-En la primera visión, percibí que la propuesta funcionaba, que despertaba el interés escénico, que adquiría una entidad diferente, un cuerpo distinto. Quizá también requería una actitud diferente por parte del espectador. Otra mirada.

-Esta vez, me he fijado con más precisión en esos aspectos. He prestado más atención a las técnicas empleadas para lograr el cambio. A los ‘trucos’. A los procesos de transformación. He visto la conveniencia de diferenciar entre autor y orador/a, para facilitar discrepancias. La necesidad de elementos en el atrezzo  que se puedan personalizar. Los recursos de escenificar escenas que en el discurso sólo de ‘dicen’. Hay que sacar punta a cada una de las palabras o expresiones.

-Pero la principal conclusión es que resulta absolutamente necesario contar con un texto brillante, potente, expresivo y bien construido. Asimismo, resulta imprescindible tener a un/a intérprete excepcional, con una capacidad expresiva muy grande, y muchísimos recursos para comunicarse con el público y tenerle hipnotizado.

-Además, me ha parecido muy evidente que la manera de hablar ante un atril y la de interpretar sobre un escenario son esencialmente diferentes. Por ejemplo en este caso, quizá no sea adecuado mantener la totalidad del texto, o escenificar todos los ejemplos de silencio que se exponen. El discurso académico seguramente tolera más reiteraciones que los parlamentos teatrales.

-De todos modos, este comentario debe incluir otra alabanza más sobre el texto de Juan Mayorga y hacia el virtuosismo interpretativo de Blanca Portillo.

Esta entrada se escribio el Lunes, 3 octubre 3 2022 a las 18:14 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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