DAVID BARBERO
-Hacía tiempo que no veía uno de los experimentos teatrales en el buen sentido, de Daniel Veronese. Regresa ahora acompañado de otro autor argentino, también reconocido y argentino, Matías del Federico. Ambos vienen acompañados de una actriz, también reconocida y también argentina, Malena Alterio.
-Se puede pensar, por lo tanto, que el producto tiene el acento de ese país sudamericano. Sin embargo, en la producción ( Teatro Español, Vania y Producciones off) parecen mirar a la capital madrileña. En esa misma dirección, parece orientarse el otro intérprete, David Lorente, la responsable de la escenografía, Elisa Sanz, y el diseñador de la iluminación Pedro Yague.
-Todavía me acuerdo de los experimentos, en el buen sentido, de Veronese sobre textos clásicos modernos, sobre todo de Anton Chejov. Ahora se reparten la autoría con del Federico. Pero se reserva la dirección escénica.
-Con todas estas consideraciones colateralres, me he retrasado en indicar que esta tarde he estado en el teatro municipal de Bilbao, el Arriaga, viendo la obra ‘Los amigos de ellos dos’. Lo que creo ya he hecho ha sido aludir a quienes han participado en este proyecto.
-Con la fama, no sé si cierta, de su intensa relación con el psicoanálisis, tenemos la idea de los argentinos como preocupados por los problemas cercanos a la psicología. ¡Ah! Otra coincidencia que puede venir al caso. La obra teatral más conocida del coautor Matías del Federico lleva el titulo de ‘Bajo terapia’.
-Aquí reflexionan, a través del humor, sobre cómo percibimos los humanos el lugar que ocupamos en esta sociedad, cómo nos relacionamos entre nosotros y cómo nos sentimos valorados por nuestros conciudadanos más próximos. Es una comedia, con trasfondo, que da vueltas a nuestras inseguridades e incertidumbres o dudas vitales.
-Así que da la impresión que se mueven en esa salsa propia. Además la protagonista es una psicóloga. Él es abogado. Cada poco tiempo, se citan con una pareja amiga para cenar. Los retrasos en llegar a los encuentros y las diferencias de carácter o de gustos les provocan reflexiones , que van adquiriendo profundidad y transcendencia, cercanos quizá a un psicoanálisis, con connotaciones sociales.
-Ambos autores demuestran tener una muy notable habilidad para mantener una sola escena durante toda la obra, hablando sobre el mismo tema y sin que decaiga el interés. Es obligado decir que hacen gala de su maestría en el oficio, que logran unos diálogos medidos y con una gran carga de sociología, humor y mucha ironía. Además, consiguen que nada sea lo que parece y haya alguna sorpresa que aporte un giro total a la situación. Ese mismo mérito hay que atribuir a la labor de dirección escénica de Daniel Veronese.
-Este planteamiento permite, y además exige, que los dos únicos actores puedan realizar una demostración, casi exhibición, de sus muchas cualidades interpretativas y su complicidad personal. Se podría dudar que este complicado texto pueda ser sacado adelante por intérpretes menos cualificados.
-Otro ¡Ah! El teatro Arriaga estaba lleno como en las mejores ocasiones y los aplausos unánimes han servido para reconocer el buen trabajo realizado.
-Así que difícilmente queda opción para pedir más.
Esta entrada se escribio el Domingo, 10 noviembre 10 2024 a las 0:28 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.