Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 15 noviembre 2024 - 1:07 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Comienzo con una anécdota, o quizá sea sólo un recuerdo. Tuve yo un profesor de historia, allá por mis tiempos de bachillerato, que tiraba piedras contra su propia asignatura diciendo que ‘históricamente’ su podía argumentar cualquier teoría y la contraria. Sólo hacía falta una cierta habilidad, astucia o intencionalidad para manipular los datos, las fechas y los personajes. Aseguraba que de eso se valían todos los vencedores para justificar sus imposiciones.

-Este profesor mío era ya mayor en aquellos años. Tenía una mentalidad bastante escéptica, nada fundamentalista, nada patriota, tampoco religiosa, y muy irónica hacia las afirmaciones absolutas y hacia los predicadores que aseguraban decir la verdad absoluta.

-Este recuerdo ha venido a mi mente esta tarde, cuando estaba en el teatro Arriaga de Bilbao, viendo la obra ‘Macho grita’, escrita, dirigida e interpretada por Alberto San Juan. Lleva la pieza un subtítulo, colocado entre paréntesis que dice: Crónica de mi propia ignorancia sobre la historia de España.

-Es un producción de la Compañía nacional de Teatro Clásico. Este organismo, al parecer, encargó a San Juan hacer un repaso histórico, teatralizado, sobre la historia invisible de España, para destacar lo propiamente español, la esencia, las características más específicas.

-En este punto, Alberto San Juan, en su calidad de autor, ha ido desmontado versiones históricas oficiales y exponiendo su visión del proceso de limpieza histórica y de unificación o domestificación. Este proceso habría incluido la eliminación o expulsión de los elementos díscolos como judíos y moriscos, a los que se añadió la purificación llevada a cabo por la inquisición. Todo esto con muchas matizaciones como corresponde.

-Además, ha prestado atención a la configuración del macho histórico sobre la base de someter a las mujeres. Por esa razón, se explica que la palabra ‘macho’ esté en el título de la pieza y también de la canción final del espectáculo. Pero con esa supuesta referencia histórica, en el monólogo, se va saltando por acontecimientos considerados destacados como la llamada Reconquista o el Descubrimiento de América o la expulsión de los judíos y de los moriscos y sobre todo la fecha de 1492, donde confluyen muchos acontecimientos significativos. También se mezclan anécdotas y opiniones que el protagonista presenta como propias.

-En lo estrictamente teatral, Alberto San Juan presenta, magníficamente a mi juicio,  este monólogo como si fuera una comedia musical. Le acompañan cuatro músicos instrumentistas. Él también canta. Sobre el escenario, demuestra tener tablas y soltura en el oficio. Hace una demostración de su maestría adquirida en sus cualidades interpretativas, en el dominio de los tonos de voz, en la variedad oportuna de movimientos, en expresividad, en el uso de la comicidad y en la complicidad con el público. Quisiera destacar, concretamente, la originalidad, emotividad y fuerza de la interpretación del poema teresiano.

-El público, que ha llenado todo el teatro, se lo ha premiado con los aplausos finales y con risas intermedias. A mí juicio, –pido disculpas por expresarlo– con este trabajo ha superado, en muchos aspectos, el reconocimiento que ya tenía, incluso comparado con algún otro monólogo suyo.

-Conecto con la anécdota inicial. La obra de hoy me ha ayudado a ratificarme en la idea de alejarme de todo fundamentalismo, aunque pretenda estar basado en la historia.

Esta entrada se escribio el Viernes, 15 noviembre 15 2024 a las 1:07 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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