David Barbero
-He acudido esta tarde al teatro Campos Elíseos de Bilbao con el propósito de ver de nuevo la pieza titulada ‘Señora Einstein’. Así que deseo recordaros otra vez que esta señora a la que alude el titulo es Mileva Maric. Fue la primera esposa del científico mundialmente reconocido Albert Einstein. Ella fue, además, una matemática y física de gran calidad y con inmensos méritos en la investigación, docencia y experiencia profesional. Tuvo una vida, digamos que, complicada.
-Fue la pareja en su conjunto la que realizó las investigaciones y los experimentos sobre la teoría de la relatividad. En justicia, Mileva Maric debería haber sido re-conocida como co-creadora de esa importante formulación científica. Pero sólo se le sigue atribuyendo a su esposo.
-Estuvieron casados desde 1903 hasta 1919. Previamente habían sido compañeros de estudios en la Escuela politécnica de Zurich. Era la única mujer entre todos los compañeros varones. Fue la segunda en la historia de esa escuela en terminar el programa completo en el departamento de matemáticas y física. Tuvieron tres hijos. Ya he dicho que su vida familiar no fue precisamente idílica. Al separarse, ella se hizo cargo de los niños y de numerosos problemas colaterales.
-Las fechas en que estuvieron casados coinciden con los años en que estudiaron juntos e investigaron. También coinciden con los años en los que se publicaron los artículos más importantes firmados sólo por Albert Einstein y que le han dado su gran fama. Existen también datos de que los estudios sobre la teoría de la relatividad comenzaron con la tesis doctoral de la propia Mileva.
-Sin embargo, está meridianamente claro que el reconocimiento recibido ha sido casi infinito para Albert, y prácticamente nulo para ella. Por esa razón, reitero esta breve exposición biográfica, y también reivindicativa en su favor. Recuerdo asimismo que la vez anterior vi esta pieza al día siguiente de la celebración del Día internacional de la mujer. De esta manera, se une con más claridad la denuncia de la opacidad que la sociedad patriarcal ha ejercido para ocultar y apropiarse de los méritos de algunas mujeres muy distinguidas y esforzadas.
-A la vez, deseo destacar los indudables méritos teatrales de esta obra, que han sido reconocidos por diversos premios. Es otro de los motivos de ver la obra otra vez. Se trata un muy detenido trabajo realizado por el colectivo de la compañía Teatro Defondo de Madrid. Con participación de todos sus miembros en las distintas actividades teatrales y escénicas.
-Han resultado especialmente destacables la originalidad del planteamiento, el dinamismo puesto en todo el montaje, en el poco habitual y muy expresivo movimiento de los objetos y de los elementos del mobiliario, la creación de atmósferas en las diferentes y rápidas escenas, los vertiginosos cambios de roles, de vestuario y de actitudes escénicas.
-Citemos, en consecuencia, con reconocimiento a quienes han participado en este cuidado trabajo escénico de la compañía teatral Defondo. En la autoría, han participado David Diez, Gustavo Galindo, Pedro Santos y Vanesa Martínez. Ésta última se ha responsabilizado de la dirección escénica y la escenografía. La interpretación ha sido ejecutada por Esperanza García-Maroto, Gustavo Galindo, Guillermo Berasategui, y David Díez.
-Os puedo decir, para terminar, que no descarto volver a ver la obra una vez más si tengo ocasión.
Esta entrada se escribio el sábado, 13 septiembre 13 2025 a las 23:07 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.