Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 6 diciembre 2024 - 10:59 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-He señalado intencionadamente, en el título de este comentario, que ‘Chicago’, el musical que he visto esta tarde en el teatro Arriaga de Bilbao, tiene todas las características, las formas, las cualidades y el mismo montaje de las representaciones que se realizan en Broadway de Nueva York en los mismísimos Estados Unidos de América del Norte.

-Lo dice la publicidad que anuncia el espectáculo y es cierto. La productora española SOM, que lo mueve aquí, garantiza con toda seguridad esa fidelidad.

-Incluso puedo contar la anécdota que he presenciado al salir esta tarde noche del teatro. Estaba comentando yo con un amigo la buena impresión recibida en este montaje y él me ha contestado que le ha parecido tan auténtico que se iba a frotar los ojos para comprobar si se hallaba en la plaza del Arriaga o en el mismo New York.

-Esta fidelidad y esta garantía de calidad viene garantizada por la obligatoriedad de que todas las representaciones, fuera y dentro de Estados Unidos, se realicen imitando las producciones originales hasta en los más mínimos detalles.

-Esto sin duda es muy bien recibido por la práctica totalidad de los espectadores. Prueba de ello, es que se destaca en la publicidad para conseguir más audiencia. Hay que reconocer también que esa exigencia es una garantía de autenticidad.

-Pero tampoco faltan algunos curiosos que preferirían que se dejara libertad a los directores y artistas locales para realizar sus propias versiones en bien de una mayor variedad.

-Quizá también se pueda encontrar otro inconveniente a esa uniformidad de los montajes en las diferentes condiciones y dimensiones de los escenarios en los que se representa. Lo que es posible motivo de algunos desajustes.

-Tres de los grandes nombres del teatro musical norteamericano están en la base de esta enérgica, ácida y, al tiempo, divertida propuesta: John Kander (música), Fred Ebb (letras y libreto) y Bob Fosse (coreógrafo original, director y guionista, y autor del libreto). La representación que aquí se representa, tiene como director residente a Victor Conde, y la dirección musical corresponde a Andreu Gallen. A ellos, hay que reconocerles, por lo tanto, las destacadas cualidades de la misma.

-El argumento, como es sabido, cuenta con más protagonistas femeninas, gira en torno a los problemas, reivindicaciones y aventuras de Roxie Hart, una cantante y bailarina de cabaret, y ama de casa, que hasta tiene tiempo de buscarse un amante. Apasionada hasta la médula, cuando éste decide abandonarla, Roxie acaba dándole muerte y, como consecuencia de ese delito, da con sus huesos en la cárcel.

-Una oportuna elección de abogado defensor, marrullero y manipulador sin escrúpulos, va a ayudarle a desviar el asunto ante la opinión pública y a hacer que los medios de comunicación busquen en los más recónditos resquicios del suceso para dar titulares que sigan poniendo a la acusada en el ojo de todo el mundo que, finalmente, acabará viéndola como  una víctima.

-Cambiando nombres y algunos matices, podría considerarse de plena actualidad, donde abundan los casos de tales corrupciones, engaños y abusos. Eso puede ayudar a trasladar al patio de butacas el aire canallesco, corrupto y, a pesar de todo, también humorístico de cuanto sucede en escena y en la realidad.

-Es preciso destacar la excelente calidad de las protagonistas, actrices, cantantes y bailarinas Silvia Álvarez (la atrevida Roxie Hart), Ela Ruiz (Velma Kelly, su compañera de celda). Pero el mismo elogio se puede ampliar al resto del amplio elenco, que destaca por su versatilidad y por un intenso trabajo durante toda la representación.

-En consecuencia, se puede definir este ‘Chicago’ como un excelente, interesante y divertido musical, al estilo Broadway, quizá con algunas deficiencias en el planteamiento escénico y en el vestuario.

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 diciembre 2024 - 12:34 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Os confieso un sentimiento personal. Esta tarde, me ha disgustado no saber euskera. Os explico porqué. He acudido al Teatro Arriaga para ver el estreno de la obra ‘Heisenber’, que, al menos de momento, sólo se representa en euskera. Tenía interés en entenderla de modo completo. Pero me ha sido imposible.

-Así que sólo os puedo contar los motivos de mi interés. Sabéis que Werner Karl Heisenberg fue un muy famoso físico teórico alemán, pionero de la mecánica cuántica, por lo que recibió el premio nobel. En 1927, formuló el también famoso principio de incertidumbre.

-Este principio, en esas abstracciones de lo cuántico, habla de la imposibilidad de medir con exactitud la posición y los movimientos de las partículas. Lo que, metafóricamente, crea en ellas una incertidumbres, que, siguiendo la metáfora, podría ocasionar angustias vitales, ademas de ocasionar relaciones impredecibles.

-No voy a dar más explicaciones, porque se notaría todavía más mi ignorancia, también en este tema.

-De esto va la obra de teatro que se ha estrenado hoy en el teatro Arriaga, escrita por Simon Stephens, dirigida ahora por Fernando Bernués e interpretada por Naiara Arnedo y Ramón Aguirre, que han realizado un muy cuidado trabajo.

-He dicho que de esto va la obra. Pero con una notable diferencia.

-Esta notable diferencia es , en lugar de aplicar el principio de incertidumbre a las moléculas en el plano cuántico, lo hace, metafóricamente, en la vida cotidiana de las relaciones entre las personas de carne y hueso.

-Ese proceso de incertidumbres y de falta de control sobre lo que pueda suceder arranca con una equivocación. Una mujer, en el comienzo de los cuarenta años, confunde a un señor, septuagenario, con su padre, que había ya fallecido. Dada la imposibilidad de predecir los caminos de la vida, según ese principio, los derroteros de esa relación pueden ir por caminos insospechados.

-No me digáis que no es un planteamiento apasionante para un texto teatral. Así que os explicáis, supongo, mi disgusto al no haber podido descubrirlo en su plenitud por mi desconocimiento del euskera.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 diciembre 2024 - 11:58 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-No voy a exagerar. No diré que he ido esta tarde de domingo a ver el espectáculo ‘Alice’ de Momix, en el teatro Arriaga de Bilbao, sólo para analizar la adaptación del texto. He ido a divertirme, a sorprenderme, a pasarlo bien, a maravillarme por este sorprendente montaje de una compañía internacional tan acreditada como esta.

-Es de dominio público que los espectáculos de Momix son extraordinariamente atractivos. Son una magnífica mezcla, o mejor simbiosis, de teatro, música, danza, acrobacia, magia, fantasía e ilusión. Todo ello se confirma en este espectáculo bajo la dirección artistica de Moses Pendleton, con la maestra de ballet, Victoria Mazzarelli, y las marionetas de Michael Curry.

Todos los integrantes de Momix logran que sus espectáculos se conviertan en una aventura artística apasionante en la que te puedes encontrar con las sorpresas menos esperadas y las imágenes más atractivas.

Pero permitidme comentar el aspecto concreto de la adaptación. Tengo ese interés quizá por deformación profesional. La función está basada en la famosa obra ‘Alicia en el País de las Maravillas’ de Lewis Carroll, Pendleton, adaptador además de director artístico,  ha ideado un espectáculo polifacético que combina todos los elementos escénicos, además de ilusión, acrobacia y fantasía, y que recuerda los momentos más imaginativos de esa mágica y deslumbrante historia.

Sus palabras textuales: «No pretendo volver a contar toda la historia de Alicia, sino utilizarla como punto de partida para la invención». «Quiero respetar su esencia, pero la quiero llevar a términos que permitan la fusión de danza, iluminación, música, vestuario e imágenes proyectadas.»

Esta personal y libre adaptación presenta a una Alicia en permanente transformación, un cuerpo sin límites definidos que crece, se encoge, y vuelve a crecer, en un original montaje de danza repleto de magia y efectos visuales. Las bailarines, ilusionistas y gimnastas, todo a la vez, hombres y mujeres, expanden sus cuerpos por medio de apoyos, cuerdas, arropados por un impresionante despliegue de imágenes, espejismos, música y artefactos, además del sugerente vestuario.

El resultado es una producción de gran impacto visual y movimiento creativo, en la que en ningún momento se sabe con exactitud lo que va a pasar a continuación. Otras palabras textuales «Mi curiosidad no dejaba de crecer a medida que iba estudiando a Lewis Carroll, que fue un apasionado fotógrafo como yo mismo».

-Soy consciente de que hay entendidos y expertos teatrales, a los que respeto mucho, que opinan que las adaptaciones deben respetar los textos originales, incluso en detalles tan nimios como la época o la vestimenta. No pretendo convencerles de lo contrario. Pero…

–Pero, a mí, esta adaptación de Momix, hoy en el Teatro Arriaga de Bilbao, me ha entusiasmado, sorprendido y maravillado.

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 diciembre 2024 - 1:36 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-La verdad es que tenía ya nostalgia de ver representada alguna pieza de un autor, tan añorado por mí, como es el gran Carla Goldoni. He echado mucho de menos su ironía, su sabiduría teatral, su humor intencionado, su universalidad, y en consecuencia su actualidad.

-Así que en cuanto vi el anuncio de una de sus obras en la cuidada programación del Teatro Barakaldo, apunté la fecha y he estado atento a que se cumpliera. Justamente esta tarde se ha representado ‘Las locuras por el veraneo’. Es la primera pieza de la trilogía que dedicó a ironizar sobre este tema, allá por el siglo XVIII.

-Eduardo Vasco versiona y dirige esta pieza al frente de su Compañía, Noviembre Teatro, en coproducción con el Teatro Español, del que ahora es  director artístico.

-He tenido especial interés en reseñar que esta pieza ha sido una producción de la compañía Noviembre Teatro. Durante la representación, me ha venido a la mente, con positivo recuerdo, el teatro realizado por las compañías estables. Las que han ido perfilando su estilo propio a fuego lento, durante mucho tiempo. También han ido creando una notable complicidad entre los actores. Y de ellos con el director o directores de la compañía.

-Lo que me ha venido a la mente, en concreto, es la consideración de que la perfección que estaba viendo sobre el escenario no hubiera sido posible sin ese estilo propio y esa complicidad.

 

-He aludido antes a la actualidad de Goldoni. A través de esta pieza, se puede comprobar que, tres siglos después, la sociedad de ahora se rige por los mismos mecanismos que los venecianos de entonces. Siguen presentes las apariencias, el qué dirán, la ostentación a toda costa, incluso empeñarse económicamente para figurar en unos días de vacaciones.

-El amplio elenco de nueve actores y actrices representa una especie de competición entre dos familias empeñadas a toda costa en pasar unas semanas en el campo de La Toscana, lo que les lleva a lanzarse a una carrera de apariencias que les conducen a ver quién luce los mejores vestidos, organiza las fiestas más aparentes, sirve las comidas más aparatosas o atrae a la créme de la créme a las mismas, aunque en realidad están arruinados y no tengan ninguna clase.

-Vasco, el director, ha introducido también canciones que el elenco interpreta con soltura y efectividad, para dotar a la comedia de un aire frívolo, juguetón, inconsistente, ligero, casquivano, superficial y liviano a la vez, donde casi nada importa el ser sino unicamente el aparentar. Unido todo a una intención crítica que sigue resultando eficaz.

-La acción es trasladada a los felices años 20 del siglo pasado, para acercar el paralelismo con la actualidad. En ese ambiente, para que la comedia sea más jugosa, Goldoni, y con él esta compañía de cómicos actuales, entrecruza a dos galanes enamorados de la misma mujer, dos jovencitas que están obsesionadas por vestir a la última , unos padres que se ven sobrepasados por las circunstancias, unos criados que no salen de su asombro al ver la falta de principios de sus amos, una sofisticada viuda y algún que otro espabilado que se aprovecha de esas vanidades. Para que no falte nada en la representación, hasta se hace una exhibición de un colorista y vistoso vestuario, diseñado del famoso televisivo Lorenzo Caprile.

-Como los integrantes de estas compañías estables suelen renunciar al nombre individual en beneficio del conjunto, dado su especial calidad interpretativa, voy a recoger los nombres de los nueve intérpretes. Rafael Ortiz, Elena Rayos, José Ramón Iglesias, Mar Calvo, Alberto Gómez Taboada, Jesús Calvo, Celia Pérez, Manuel Pico y Anna Nacher.

-Reconocimiento a todos por su buen trabajo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 30 noviembre 2024 - 1:06 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Reconozco que tenía ganas de ver sobre el escenario un nuevo texto de Ignacio Amestoy. Así que he acudido, con mucha curiosidad, esta tarde al Teatro Campos Elíseos de Bilbao, para ver ‘Malditos tacones’.

-Os adelanto que me he sentido muy gratificado al conectar de nuevo con su característica manera de escribir teatro, su planteamiento directo, su tratamiento intenso, cuidado en los detalles, sólido y consistente.

Voy a ser más concreto. Me ha vuelto a gustar su detenido estudio y construcción de los personajes. Creo que los femeninos se le dan mejor. Y en esta ocasión son dos mujeres. Me ha parecido excelente la graduación en la entrega de la información dramática. Ha sabido modelarta muy bien para mantener el suspense y producir sorpresas. Otro punto destacado han sido las referencias a los mitos griegos para darle más trascendencia al tema.

Este texto, firmado por Ignacio Amestoy y dirigido por Magüi Mira, es una apuesta dialéctica por el teatro de texto, en el que la interpretación también es un eje destacado del espectáculo. Los espectadores hemos sido testigos de un duelo entre dos personajes muy potentes y otro duelo interpretativo entre dos actrices, Luisa Martín y Olivia Molina, quienes, con increíble química, libran una batalla muy personal.

En «Malditos Tacones», destaca su capacidad de desnudar la trama y focalizar la atención en la fuerza de las palabras y la verdad de las emociones enfrentadas. El montaje realizado, con la simplicidad de elementos, realza el contenido expuesto por el autor y el peso interpretativo de las protagonistas. La escenografía austera subraya el poder de la narrativa, donde las dos protagonistas se enfrentan cara a cara con sus dilemas y contradicciones en un espacio repleto de significado.

Luisa Martín da vida a una matriarca poderosa que arrastra el peso del uso y hasta el abuso de poder. Cada palabra suya está cargada de intención, como resultado de su dedicación y profesionalismo. Por su parte, Olivia Molina interpreta a una abogada que ha luchado por su lugar en una sociedad que no siempre le ha favorecido. Realiza una interpretación apasionada, creando un contraste perfecto con su antagonista. Los diálogos entre ambas están cargados de tensión y emociones contenidas, a la vez  que ponen de manifiesto la evolución de sus personajes.

Debo decir que, en la relación entre los dos personajes citados, hay un elemento muy destacado que condiciona toda la acción y la psicología de ambas, pero que no debo desvelar.

‘Malditos Tacones’ plantea un debate de gran actualidad en el que está metida ahora la mujer al asumir su liderazgo en los muchos campos en los que se ve inmersa, a la vez que lucha por su libertad.

Ignacio Amestoy siempre ha planteado en su teatro, de casi cuarenta obras, la importancia del conflicto entre los personajes. Autor de la llamada generación de la Transición, ha escrito y editado obras que explican su visión crítica y ponderada, sobre la sociedad en la que vivimos.

(Pongo entre paréntesis la alusión a un elemento, a mi juicio, negativo, que deforma la caracterización emocional de los personajes. Se trata de la utilización de micrófonos, que cada vez son más habituales)

He comenzado refiriéndome al deseo de ver una nueva obra de Ignacio Amestoy. Termino reconociendo la satisfacción que me ha producido esta obra suya.

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