Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 22 agosto 2024 - 11:47 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Confieso que tenía especial curiosidad en conocer este musical diferente y de tamaño reducido , ‘Lo nuestro estaba cantado’, que se está representando en la  sala kúpula del teatro Campos Elíseos de Bilbao.

-Os diré porqué, en secreto y sin que nadie se entere. Este interés está movido por el siguiente sentimiento. Tengo la sensación de que, en el mundo de los musicales, se está imponiendo una línea de solemnidad dura, intocable, casi fundamentalista. No sé si es por imitar al cerrado mundo de las óperas. Por esa razón, he querido seguir el olfato de algo más libre, divertido, cercano, cómplice, irónico  y hasta divertido.

-Además, mi ya dudosa memoria retenía algún viejo recuerdo de un proyecto de similares características que, hace ya por lo menos una década, vino por aquí. Y ha resultado reunir casi a los mismos creadores.

-‘Lo nuestro estaba cantado’ es un musical distinto que nace fuera de esas rígidas estructuras oficializadas. Tiene su origen en el mundo musical off, en la búsqueda de formas más libres e incluso alternativas. Por todas estas circunstancias, quizá algunos piensen que no es estrictamente  correcto definirlo como un musical. Es posible que se adapte mejor a la calificación de comedia musical. Desde luego el elemento cómico tiene un notable peso en el proyecto.

-El punto de inspiración parte del texto titulado ‘El uno contra el otro’ de Ignasi Vidal. La adaptación teatral la ha realizado Miguel Molina que se ha encargado también de la dirección escénica. La composición musical y su dirección correspondiente es responsabilidad de Ferrán González. Y en la supervisión general está la mirada de Alicia Serrat.

-El resultado es una exposición escénica original, no lineal, muy imaginativa, con saltos en el espacio y en el tiempo, pero perfectamente entendible, cómplice, sugerente, llena de ironía y plagada mucho humor. Cabe añadir que se alternan los pasajes hablados y los cantados con mucha agilidad y con idéntica coordinación.

-Ya ‘Pegados’ partía, en su argumento, de una situación bastante comprometida de los personajes protagonistas, como era la de no poderse separar después de haber estado copulando. En este caso, los dos protagonistas también se hallan en una circunstancia inoportuna, encerrados en un ascensor, cuando iban a presentar los papeles del divorcio. No es conveniente dar más datos para no ser indiscreto. Pero sí se debe anunciar que hay muchas cosas más en direcciones muy distintas y en tonos diferentes.

-Especial atención hay que prestar a los dos intérpretes. Son Rocío Madrid y Jaume Casals. Su trabajo es muy meritorio tanto en lo musical como en lo estrictamente interpretativo. Hacen gala de su versatilidad, de sus dotes para la comedia, también para la emotividad en los momentos correspondientes, y exhiben un muy notable dinamismo en el cambio vertiginoso de las escenas.

-Así que creo de justicia calificarlo de ‘joyita’ dentro de la irregular programación teatral de esta Aste nagusia bilbaína.

 

 

 

 

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 22 agosto 2024 - 12:21 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-He estado esta tarde en una de las salas teatrales del bilbaíno palacio Euskalduna. He visto la obra ‘Bilbao 1984. Un asunto de txapelas’. Con lo que se dice en el título doble, hay alusiones a casi todo el contenido del espectáculo. Va de txapelas y todo sucede en 1984 y a la manera en que se hacía entonces.

-Insisto en este punto. 1984. Hace exactamente cuarenta años. Nos retrotrae cuatro décadas. Casi medio siglo. No lo digo yo. Hasta la información  oficial y la publicidad destaca ese hecho de que el espectáculo hace retroceder a los espectadores todo ese tiempo.

-Queda claro que los intérpretes y quienes asistan al espectáculo, van a continuar estando en capital bilbaína. Pero se colocan en los años ochenta del siglo pasado. Si desean una fecha todavía más exacta, apunten este día concreto, el 5 de mayo de ese año 1984. Quienes vean la obra sabrán porqué. Tampoco es cuestión de hacer spoiler.

-Los que sean aficionados al teatro festivo quizá puedan recordar que durante la Aste Nagusia del año pasado, 2023, también se representó, y con notable éxito de publico, otro espectáculo, titulado ‘Las chicas del trébol’. Allí también se retrocedía exactamente otros cuarenta años, hasta las inundaciones de Bilbao en 1983. En la obra de este año,  hay asimismo una alusión a esas inundaciones.

-La otra parte del título alude a las txapelas, porque la historia que se cuenta se desarrolla en una tienda de esa especialidad. También hay referencias al fútbol y a las victorias en ese deporte que tuvieron lugar en Bilbao en ese ya lejano año. No es casualidad que se haya elegido el recuerdo de ese acontecimiento futbolístico, ya que en la reciente temporada, cuarenta años después, también ha habido ocasión de realizar una celebración similar con la gabarra.

-Para que la inmersión en ese tiempo tan lejano resulte completa, la estructura de la obra, sus formas, sus chistes, su sistema narrativo, sus referencias radiofónicas son intencionadamente tal como sucedían entonces.

-Podemos decir que los protagonistas responsables de este espectáculo son, en realidad, tres. Sobre el escenario, aparecen Gorka Aguinagalde, que hace una exhibición de sus extraordinarias cualidades interpretativas, y Txemi Parra. Pero en la dirección se halla la actriz Gurutze Beitia, cuya voz está también presente en la obra.

-Terminaré con una sensación personal. He tenido curiosidad, a lo largo del espectáculo, de fijarme en las reacciones del público, que está llenando estos días una de las salas del Palacio Euskalduna. Me he fijado especialmente en sus reacciones como público de hoy ante una manera de hacer teatro correspondiente al pasado. Me ha parecido que había una conexión muy significativa.

-Quizá sea que, como se dice al final de la obra, aunque cambien algunas cosas, otras permanecen inmutables. O también puede suceder que sea cierto el dicho de que cuarenta años no es nada.

 

 

 

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 agosto 2024 - 12:10 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-He acudido esta tarde a ver una de las pocas obras teatrales de texto que se van a representar durante esta Aste Nagusia de Bilbao. Se trata de ‘Una semana nada más’. Se está representando en una de las salas del Palacio Euskalduna.

-Con las referencias previas que tenía sobre esta obra y sobre su autor, el francés Michel Clement, autor de teatro y director de cine además de actor, he acudido con un propósito principal: el de comprobar qué resultados se sacan, en esta obra, a las  muchas posibilidades que se atribuyen al ya clásico planteamiento del triangulo sentimental, puesto que este autor francés pasa por ser un experto exitoso.

-La síntesis del este planteamiento es la siguiente: se parte de una pareja, con todas las posibles variedades; que tiene algún tipo de problema, deseo o ambición, también con gran variedad de situaciones, aunque casi siempre se plantea en el plano sentimental; se incorpora un tercero,  por diversos, maneras o formas; y esa incorporación ocasiona una mayor inestabilidad en la pareja inicial, con una también gran variedad de soluciones finales a la nueva situación creada.

-Éste es el esquema en el que se mueve esta obra ‘’Una semana nada más’. No sólo se mueve en ese esquema, sino que todo su desarrollo gira de acuerdo con las técnicas teóricas del ‘triángulo sentimental’ en la narrativa, el teatro o el cine.

-Ciertamente Michel Clement, el autor, demuestra su habilidad en la creación de argumentos teatrales. Evidencia, por lo tanto, su dominio de esta técnica. Quizá en eso, no se le deba poner ningún reproche. Pero seguramente, se puede indicar que una técnica no es más que una herramienta al servicio de una historia, una idea, un objetivo o unos personajes. Y esto, quizá, es más difícil de encontrar en este espectáculo, con algo que sea relativamente original o profundo.

-Este juego del triángulo, para llegar a un resultado de calidad, exige también un tratamiento escénico y una dirección artística sutil, hábil, inteligente, más sugerente que explícita, más insinuante que evidente. Seguramente le va mejor el detalle pequeño que la reiteración de aspavientos, gestos aparatosos y gritos reiterados.  En esta ocasión, la labor directiva la realiza Raquel Pérez. Es posible que no haya dado con el tono exacto de todas esas teclas.

-Los actores, lógicamente, son tres. Y como suele ser más habitual al menos hasta ahora, ese trío lo integran dos hombres y una mujer. La actriz es Marina San José. Hay un actor, Javier Pereira, que participará en todas las representaciones. Ellos dos son los que forman la pareja inicial. El otro personaje del triángulo, el que se incorpora, será encarnado, aquí en Bilbao, la mayoría de los días por Manu Baqueiro. Pero en  ocasiones es sustituido por Pablo Puyol, quien precisamente se ha estrenado en esta tarde con ese trabajo. Los cuatro son profesionales experimentados, jóvenes pero expertos, con talento y preparación. Cumplen satisfactoriamente con el planteamiento indicado por la dirección.

–Un detalle que hay que añadir para proporcionar una idea completa, aunque subjetiva, del espectáculo visto esta tarde en el palacio Euskalduna, es la atención que se presta a los momentos y oportunidades para potenciar la comicidad.

-El numeroso público asistente lo ha agradecido con sus risas en los momentos precisos y con sus aplausos finales.

 

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 20 agosto 2024 - 12:28 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Os cuento algo que no suele ocurrir en estas tertulias itinerantes que hacemos, de vez en cuando, a la salida del teatro para valorar, o tratar de entender, la obra que acabamos de ver. ¡Estábamos de acuerdo todos los participantes!

-Debemos empezar por situarnos. Hemos estado en el teatro Campos Elíseos de Bilbao, donde están representando la obra titulada ‘Las que gritan’. Uno de sus principales atractivos para el público es que las cuatro actrices que la interpretan son muy conocidas, sobre todo por los trabajos realizados en televisión: Beatriz Carvajal, Eva Isanta, Norma Ruiz y Pepa Rus. La dirección está firmada por José María del Castillo, quién también figura como coautor en unión de Antonio Rincón-Cano.

-La principal coincidencia de todos los tertulianos estaba en valorarla negativamente. También hemos coincidido en no echar, desde luego y para nada, la culpa a las actrices participantes. Los mayores reproches comunes recaían, durante nuestro debate o conversación. sobre el texto, sobre la obra, sobre el contenido, sobre el tratamiento del tema. Tampoco ha salido bien parada la dirección, en este caso muy unida a la escritura. Ni el recurso a los monólogos, rompiendo la narración. Ni el añadido de los instrumentos musicales. Ni la oportunidad de verbalizar la moraleja final, por si no se ha explicado bien o no se ha entendido adecuadamente.

-Hay quién ha opinado que da la sensación de que sus autores creen conocer una fórmula del éxito con los porcentajes exactos que hay que mezclar de cada elemento. Pero no a todos les sale bien la misma receta.

-También ha habido alusiones a la reiteración, en los últimos tiempos, en el recurso o referencia a las frustraciones personales y a las reuniones para realizar terapia de grupo turístico para solucionarlas.

-Tampoco han faltado alusiones a tópicos reiterados, recogidos en las intenciones de los autores, como ‘siempre hay que reirse con la vida’ o ‘buscar el dolor a través de la risa’ o ‘el miedo a través de la liberación’. o ‘los personajes en busca de su yo’ o ‘el viaje hay que vivirlo para descubrirlo’.

-Ha quedado dicho que las cuatro intérpretes han recibido alabanzas, por parte de los integrantes de esta tertulia peripatética. Se ha destacado su versatilidad, la creación de sus personajes y también su complicidad, quizá conseguida por su coincidencia  en una serie televisiva ya de larga duración.

-De todos modos, con el mismo énfasis puesto en la explicación de lo sucedido en la tertulia minoritaria, hay que destacar que el público asistente a la representación de hoy ha sido muy numeroso. Ha escuchado con gran interés. Ha reído en numerosas ocasiones. En otras, ha aplaudido. Y al finalizar, se ha puesto unánimemente de pie para aplaudir con entusiasmo.

-O sea que ‘para gustos hay colores’. ¿Es así el refrán?

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 19 agosto 2024 - 12:19 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Reconozco, desde el principio, que la definición como ‘astracanada bilbaína’ no es mía. Pero la voy a utilizar con el permiso tácito de autora, ya que conoce el proceso por dentro.

-Astracanada es definida, por los académicos, como obra de teatro cuyo objetivo es hacer reír mediante situaciones disparatadas. Se califica como subgénero cómico popular. Se le atribuye una teatralización exagerada de la realidad. Se insiste siempre en que el objetivo de provocar la carcajada está por encima de la coherencia de la acción, de la caracterización de los personajes y de la propiedad del lenguaje usado.

-Quien no vea que un género teatral así se puede convertir en un instrumento muy eficaz con muchos objetivos, además de su evidente comicidad y siempre que sea utilizado con gusto y habilidad, debe comprarse gafas especiales o eliminar prejuicios académicos.

-A mi juicio, ese proceso de conseguir la comicidad a toda costa y sin descanso es lo que sucede con la obra ‘Urte Berri off. Feliz 2025’ que se está representando en la sala BBK de la Gran vía bilbaína, durante toda esta Aste Nagusía.

-El argumento, a pesar de presentarse en la Aste Nagusia de pleno verano. se centra en las peripecias, positivas y negativas, todas ellas cómicas y exageradas, que suceden durante la grabación de un programa de televisión destinado a emitirse en la noche de fin de año y arranque de uno nuevo.

-El espectáculo tiene una estructura cercana a la de los shows disparatados y cómicos, con la presencia de algunas partes cantadas e imitaciones de números televisivos. Pero el carácter más destacado es la comicidad a toda costa, la ironía, la burla en ocasiones, el sarcasmo a veces. Hay momentos surrealistas, pegados a momentos de ampulosa reflexión o de nostalgia desparramada.

-Para que una astracanada funcione, un elemento necesario es una interpretación de calidad, muy cuidada y mantenida con un ritmo cercano a la velocidad. Aunque haya aficionados que sólo aprecien valor en las interpretaciones dramáticas, está comprobada la elevada exigencia de la comicidad.

-En este caso, las las representaciones están en las manos, los movimientos y la expresividad  de un cuarteto de intérpretes locales, con experiencia, calidad y versatilidad ya acreditadas. Son Gurutze Beitia, Iñaki Maruri, Mitxel Santamarina y María Urzelay. Ellas y ellos son expertos y veteranos en numerosas aventuras teatrales de todo tipo. Acumulan vis cómica unida a la capacidad de conectar on el público y transmitirle cualquier tipo de emoción. Están dirigidos por Maitane Zalduegi, también experta en iniciativas escénicas muy variopintas.

-En el estreno oficial, que ha tenido lugar esta tarde, con el local lleno, se ha podido comprobar su gran aceptación y reconocimiento, con aplausos generalizados por el trabajo interpretativo desarrollado y por la complicidad o conexión que existe entre el público local y estos intérpretes.

–Así que reitero las alabanzas iniciales referidas a esta ‘astracanada bilbaína’.

 

 

 

 

 

 

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