Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 6 marzo 2021 - 11:22 pm
Categoría: General

David Barbero
-Comienzo con una advertencia previa. En el video promocional de la obra de teatro que he visto esta tarde, se pedía que no se contara el final para mantener la intriga. Prometo no hacerlo.
-Esta obra se ha representado en la sala cúpula del teatro Campos Elíseos de Bilbao. Lleva el título de de ‘Hitcshock’. (Sic) Da pistas, a su manera, de que su intención es rendir un homenaje al gran director cinematográfico Alfred Hitchcock.
-En la representación, intervienen tres intérpretes, Alex Quiroga, Eva Mato y Samuel Gibert. Éste último es, además, el autor y el director. También desarrolla una intensa actividad como pedagogo de las artes escénicas y forma parte de la compañía productora.
-Samuel Gibert, a lo largo de su intensa carrera, ha logrado un estilo propio y acorde a su desbordante personalidad. Hasta tal punto, que sus representaciones son calificadas, cariñosamente, como ‘Samueladas’. Se caracterizan por sus exageraciones, sus atrevimientos y su tendencia a llevar los argumentos y las puestas en escena hasta las últimas consecuencias.
-En sus producciones anteriores, Gibert ha rendido ‘homenajes’ similares, y a su estilo, a personas reales y personajes de ficción como, entre otros, Enrique V, Hamlet, Marx, el padrino o Alain Telón. He colocado las comillas porque, en varias ocasiones, predominaba el histrionismo y la ironía.
-En este trabajo dedicado al gran Alfred Hitchcock, ha sido también fiel a ese estilo. Ha introducido en una coctelera elementos de terror, de intriga, de suspense, de sangre y de misterio. Los ha agitado mucho o a muchas revoluciones. Por si hubiera peligro de haberse quedado corto, ha repetido la operación aumentando las revoluciones y la presión.
-Diré que entre los ingredientes utilizados, se pueden reconocer elementos de las películas ‘Muerte en los talones’, ‘Psicosis’, Frenesí, La soga’ o ‘Vértigo’. Puedo decir también que, en esta pieza, están sus diálogos rápidos, sus caracterizaciones con datos breves pero significativos, su humor directo, su eliminación de todo lo accidental, su dinamismo y su economía espacial.
-Pero he prometido no desvelar el resultado final. Así que tendréis que ir vosotros a sorprenderos.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 6 marzo 2021 - 12:07 am
Categoría: General

David Barbero

-Había decidido destacarlo al final. Pero lo voy a decir desde el principio. A mi juicio, lo más destacado de la obra ‘Prostitución’, que se ha estrenado esta tarde en el Teatro Arriaga de Bilbao, es la interpretación de las tres protagonistas: Carolina Yuste, Nathalie Poza y Carmen Machi. Adelantado queda en su honor.
-Como indica el título, con esta obra, se pretende hacer una denuncia social y una clarificación de la gravedad que significa para una sociedad desarrollada la explotación a través del sexo.
-Podría parecer que es un tema cargado de morbo un tanto oscuro. En la realidad, tiene una notable transcendencia y una evidente gravedad en muchos niveles. Evidencia profundos desequilibrios sociales. También serias injusticias. Implicaciones económicas negativas. Y deficiencias éticas en toda la sociedad.
-A lo largo de la obra, se dicen frases como las siguientes: ‘Es la síntesis del mundo en que vivimos’. ‘España es la capital europea de la prostitución’. ‘Es la representación de la institución patriarcal que oprime a las mujeres’.
-Sin embargo, esta denuncia de tan grave problema y de tan manifiesta lacra, puede quedar devaluada por el desorden general de la obra, la innecesaria reiteración, la confusión en las exposiciones y la excesiva extensión de las partes y del conjunto.
-El espectáculo es definido por los autores como una mezcla de cabaret, musical, documental, conjunto de monólogos, debates teóricos, entrevistas y algunos otros géneros comunicativos. Entre ellos, tampoco falta la interacción con el público. Lo que teóricamente puede significar una suma, en la realidad tiene el peligro de convertirse en resta.
-También la repetición de los conceptos, la reiteración y la extensión de los parlamentos se podrían considerar un recurso para dejar más claro el mensaje. O para lograr un mayor convencimiento. Pero el exceso verbal suele llevar a la confusión.
-El género teatral suele ser muy sensible a esa norma de que lo que no es necesario, sobra. Y lo que sobra, es perjudicial. Y si además, se coloca al término de una función ya excesivamente larga, como el video del final de esta obra, puede tener efectos negativos.
-De todos modos, ha quedado destacada la gran labor interpretativa de Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste. Las tres realizan una gran demostración de sus cualidades artísticas. Más meritoria incluso por la dificultad de los textos y la compleja estructura de los parlamentos. El reconocimiento se podría extender a Laia Valdés que ha unido la música en directo y la interpretación. Ellas han justificado merecidamente los aplausos entusiastas del público que esta tarde ha llenado el teatro Arriaga y lo hará en estos próximos días.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 27 febrero 2021 - 12:33 am
Categoría: General

David Barbero
-Cuando, esta tarde, he acudido al teatro Arriaga para ver la obra teatral ‘Eva contra Eva’, me iba preguntando si los productores habrían decidido hacer esta adaptación teatral de la película ‘Eva al desnudo’ para mostrar una visión con caracteres cinematográficos dentro del teatro.
-Esa posibilidad despertaba mi interés. Me da la impresión de que las artes escénicas pueden salir beneficiadas si toman ejemplo de algunas maneras expresivas que se desarrollan en el cine. Además, claro, de su agilidad, variedad y dinamismo.
-Con esa esperanza, la elección de ‘Eva al desnudo’ me parecía un acierto. Tengo un buen recuerdo de esa película. Todavía, de vez en cuando, es incluida en algún ciclo de films clásicos norteamericanos. O en retrospectivas del gran director, Joseph L Mankievichz. O en los recuerdos de la protagonista, la inolvidable Bette Davis. O por los records de nominaciones a los óscars. O también como muestra de buen tratamiento de los personajes cinematográficos.
-Incluso me perecía que podía aprovecharse esta adaptación para ofrecer un buen duelo interpretativo entre una actriz consolidada y otra emergente. También se me ocurría la posibilidad de un tratamiento moderno sobre el papel de la mujer en el mundo artístico o en la sociedad en general. Esto podría haber estado apoyado en el hecho de que la dirección de escena ha sido realizada por una mujer, la actriz Silvia Munt, con larga experiencia cinematográfica.
-Quizá haya sucedido que yo no he sabido apreciarlo. Pero a la largo de la representación, no he encontrado esos motivos. Por ejemplo, en lo referente a esa posible visión femenina, sólo he percibido unas alusiones a que no suele haber papeles femeninos potentes o que a los hombres nunca se les pregunta sobre su edad.
-Tampoco me ha parecido que se haya aprovechado para demostrar todas las cualidades interpretativas de la ya veterana Ana Belén, en el papel donde se lució la gran Bette Davis. O que la joven actriz Mel Salvatierra salga catapultada de esta obra. Sí que me ha parecido curioso que se haya eliminado el personaje que interpretaba Marilyn Monroe. Pero no sé en qué dirección se debe interpretar esa ausencia.
-En la adaptación del texto por Pau Miró, he percibido más un acercamiento del guión cinematográfico al teatro que en aportar criterios cinéfilos positivos aplicables al desarrollo de las escenas, o al ritmo, o a la eficacia narrativa. Seguramente lo que ha hecho es más ‘teatral’ que lo yo andaba buscando.
.-Así que, a la vuelta a casa, he seguido pensando en cuál podría ser el motivo para haber llevado a cabo esta adaptación teatral. Como no lo he hallado, he seleccionado ya un ciclo de cine clásico para hacer el juego al revés. Quizá así lo encuentre. Os contaré, si es así.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 febrero 2021 - 11:03 pm
Categoría: General

David Barbero
-No sé si todos los refranes son resultado de la sabiduría popular. Ni tengo constancia sobre si tienen aplicación en todos los casos y en todo momento.
-De lo que no me cabe duda es de que el refrán ‘la gran esencia en tarro pequeño se vende’ se ajusta como anillo al dedo a la obra teatral ‘Conservando memoria’, que esta tarde se ha representado en la sala BBK de Bilbao.
-También debe aplicarse a la compañía riojana que la ha preparado. ‘El patio teatro’. Fue formada hace más de una década por Izaskun Fernández y Julián Sáenz López. Y ahí se mantienen ellos dos.
-Formaron la compañía sin prisas por triunfar. Dato importante. Después de una formación sólida, polivalente, concienzuda y bien asimilada. Atención también a ese detalle. Continúan trabajando en esa línea.
-La compañía que formaron la definieron como un lugar de encuentro, de análisis, de búsqueda, de reflexión, de escucha, de preguntas. No pusieron ningún departamento de marketing, ni de explotación ni de publicidad ni de relaciones públicas.
-Dedicaron tiempo a decidir lo que deseaban hacer y la manera en que querían realizarlo. Se pusieron manos a la obra. Sin prisa pero sin pausa. Su primer trabajo se llamó, precisamente, ‘A mano’. Un título muy significativo. Lo prepararon a fuego lento. De esa manera, al terminarlo, dieron en el clavo. Era tan evidente que se lo reconocieron en todos los sitios. Desde los más cercanos hasta los lugares más lejanos.
-Ahora están con este ‘Conservando memoria’. Es su tercer espectáculo. Han logrado una atracción igualmente irresistible con los mismos parámetros. Con el trabajo cuidado, meticuloso. Estudiado. Concienzudo. Sin que hagan falta temas aparatosos. Ni estrellas rutilantes. Ni escenarios rimbombantes. Ni tecnologías millonarias. Sólo con tarros de conservas y un armario de cocina.
-Es una nueva investigación en lo cotidiano. Preocupándose de las emociones. De los sentimientos profundos. En este caso, recuperando sus recuerdos familiares. Sus antepasados entrañables. Con un lenguaje directo y, a la vez, múltiple. Nada sofisticado. Limpio. En una comunicación sin interferencias. Dirigido a las emociones.
-Con una interpretación trabajada, sentida, detallista, de gran expresividad, con gestos medidos, con tonos cuidados, con escasos movimientos pero estudiados. Con naturalidad. Con sinceridad. No se notan las técnicas interpretativas estudiadas. Están perfectamente dominadas y aplicadas sin ningún artificio.
-Estos días, he asistidito a reuniones en las que se hablaba de las dificultades que existen para lograr que los productos teatrales lleguen al gran público. Allí se recomendaban recetas sofisticadas y rápidas. Todas incluían fuertes presupuestos y elevadas subvenciones. También aconsejaban potentes campañas publicitarias. Nadie aludió a la conveniencia de ir a ver esta función de la sala BBK. Una pena. Habrían podido aprender que hay otros caminos.
-El público de esta tarde estaba integrado, en una buena mayoría, por mujeres y por jóvenes. Nada de solemnidad ni aparatosidad. Me ha parecido que esta propuesta encaja con la nueva mirada teatral que se desea ofrecer en esta sala BBK de la Gran vía bilbaína.
-‘Ultreia’ solemos decir los caminantes.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 febrero 2021 - 12:02 am
Categoría: General

David Barbero
-Antes de terminar, recordadme que explique por qué he puesto comillas a la palabra ‘drama’.
-Antes, voy a tratar de describiros la obra de teatro que he presenciado esta tarde en el teatro Barakaldo. No os preocupéis. No desvelaré nada sobre la intriga. Os adelanto que, para mí, ha sido una experiencia teatral muy curiosa, interesante, especial y por supuesto diferente.
-Comenzamos por el lugar donde tiene lugar la acción. Absolutamente indefinido. Puede ser un jardín, una calle, una terraza, un café. No importa. De hecho, el escenario no tenía ningún decorado.
-El mobiliario. Una mesa y dos sillas. También sin características diferenciadoras. Cualquier mesa y cualquier silla pueden servir. ¡Ah! Sobre la mesa había dos vasos y botellín de agua.
-Entran dos personas. He dicho que entran. Pero tampoco se puede asegurar si entran o ya están allí. Digamos que se colocan ante el público y bastante cerca.
-He indicado que son dos: un hombre y una mujer. Sin ninguna caracterización más. Incluso el que tengan distinto sexo, carece de significación. Ni la edad, ni la estatura, ni el pelo, ni el color de los ojos. La manera de vestir también es indiferente. Es decir, podemos ser – somos – cualquiera de nosotros.
-Ambos se disponen a conversar. A hablar. A comunicarse, a intercambiar palabras. He utilizado el término palabras. Quizá debamos buscar algo más genérico. Comienzan con sonidos. Onomatopeyas. Ruidos guturales.
-Se expone el deseo de establecer una conversación. Iniciarla. Crearla. Iniciar un contacto verbal. Tampoco es importante el tema, ni las posiciones, ni el contenido, ni las ideas. Simplemente hablar, comunicarse.
-He usado el adverbio ‘simplemente’. Debo retirarlo. Podría dar idea de que hablar y comunicarse es algo sencillo. Pero no es así. Hay que ir más allá. No es que sea difícil. Termina resultando un intento imposible.
-Una vez que vencen las primeras dificultades, las palabras, los sonidos, y también los gestos, se multiplican, se diversifican y se solapan Lo cual no quiere decir que se produzca comunicación alguna. Al contrario. No se logra ni en los momentos de mayor y más apasionada verborrea.
-Esto es lo que visto en el teatro Barakaldo esta tarde. La obra se titula ‘Los que hablan’. El autor y director se llama Pablo Rosal. Vive y trabaja en Barcelona. Los intérpretes son Malena Alterio y Luis Bermejo. Supongo que ambos son conocidos por vosotros.
-Me siento en la obligación de repetiros lo que he dicho en el primer párrafo. A mí, me ha resultado de un grandísimo interés. El texto, creo que es original, difícil de elaborar, ingenioso y muy meritorio en su construcción. La dirección tiene el gran mérito de tener muy claro lo que se quiere expresar y trabajar en todos los sentidos y con todas las fuerzas para lograrlo. Además, sin recurrir a elementos exteriores.
-El trabajo de los dos intérpretes lo considero de extraordinario valor y calidad. Se les exige una capacidad comunicativa extraordinaria. Su labor interpretativa, además, debe concretarse en cada uno de los gestos, movimientos, miradas, ruidos, sonidos, vocablos y palabras. Y todo, sentados en sendas sillas, sin ningún recurso complementario.
-¡Ah! Me queda explicar las comillas sobre la palabra drama en el título de este comentario. En realidad, la incomunicación humana llega al límite de ser una tragedia. Aunque no seamos conscientes de ello. Pero el autor-director y los intérpretes, muy hábilmente, llenan su denuncia de comicidad para que todos nos veamos reflejados con más evidencia.

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