Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 5 diciembre 2025 - 12:41 am
Categoría: General

David Barbero

-Tenía ya ganas de ver, por aquí, sobre el escenario a los de Kamikaze Teatro, después de una prolongada ausencia. Así que esta tarde he caminado ‘raudo y veloz’, bajo la lluvia, hasta el Teatro Arriaga de Bilbao para ver ‘La patética’, pieza teatral, producida por esta compañía en unión del Centro  Dramático Nacional; escrita y dirigida por Miguel del Arco, e interpretado por un amplio elenco encabezado por Israel Elejalde. 

-Adelanto mi impresión de que la oportunidad, aplazada, ha sido gratificante por la sensación de haber asistido a una pieza teatral potente, profunda, exagerada, con intenciones rupturistas e innovadoras, trabajada con cuidado, matizada con detalle, intencionadamente disonante, interpretada con precisión y desarrollada artísticamente en todos sus aspectos. Sin tiempo todavía de haber reflexionado sobre ella, cabe una lectura cercana a una sensata, y a la vez cínica, catarsis colectiva,  o balance temporal tanto de grupo como personal.

-Recordadme que, antes de terminar el comentario, ponga un pero.

-El título hace alusión evidente a la famosa Sinfonía Nº 6 de Chaikovski, que además está toda la representación presente sobre el escenario. En esta ficción teatral, su figura constituye una obsesión para el director de orquesta interpretado por Israel Elejalde. A caballo entre la comedia y la tragedia, entre la ironía y la intención crítica, sufre una enfermedad mortal y está metido en la grabación de una nueva versión de la pieza de Chaikovski, que, como él, era también homosexual y, por tanto, comparte las mismas presiones familiares, sociales y mediáticas.

El tema de la muerte, mirado desde muy diferentes prismas, se convierte en motivo reiterado de reflexión. Tragedia y comedia se funden en ‘La Patética’ ante un tema como el de la muerte. Bebe tanto de la realidad como de la ficción, de la burla como de admiración. A la vez se reflexiona, se ridiculiza, se imita  y se vive entre la música, la filosofía, la política y la muerte. La concepción del arte en relación a la inmortalidad o no a la posteridad, la hipocresía ideológica, la vulnerabilidad del creador ante la crítica son algunos de los temas que toca.

-Ya se ha hecho alusión a que  Miguel del Arco se responsabiliza de la autoría y de la dirección escénica. Quizá se le nota mejor mano en lo segundo que en lo primero. Y en ello con un notable mérito. Recordadme después lo del pero posterior, aunque el equilibrio entre lo cómico y lo trágico ya está en el texto. Ah! No hay que olvidarse de la escenografía de Paco Azorín . Ayuda a que la acción se desarrolle con el ritmo que necesita.

-En lo que hay unanimidad absoluta es en la gran calidad y el gran mérito de la interpretación. Sería difícil encontrar el menor reproche. Y eso a pesar de que tanto la acción como la caracterización de los personajes es muy especial y de gran exigencia para todos ellos. Ahí van los nombres como reconocimiento. Junto al protagonista Israel Elejalde . Hay que citar a Jesús Noguero, Jimmy Castro, Francisco Reyes, Inma Cuevas, Juan Paños Y Manuel Pico. ¡Muy destacado trabajo individual y de conjunto!.

-Es el momento del ‘pero’. La duración excesiva y las dimensiones estiradas de una buena parte de las escenas. A pesar de ello, algunas de ellas son memorables. Pero me voy a meter donde no me llaman. Creo que si Miguel del Arco, como director, recibe este texto sin estar escrito por él, habría utilizado bastante las tijeras.

-Como conclusión, es de justicia dejar claro, y reiterarlo, el reconocimiento, el cuidado, valentía, y la calidad de esta muestra escénica realizada en todos los aspectos, incluyendo la manifiesta intención de avanzar por caminos poco transitados.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 30 noviembre 2025 - 1:18 am
Categoría: General

David Barbero

-He acudido esta tarde al centro cultural Muxikebarri de Getxo con gran curiosidad por ver la pieza teatral titulada ‘Vulcano’ principalmente por conocer mejor a su autora, Victoria Szpunberg, de cuyas obras anteriores tengo muy buena opinión. Especialmente de ‘Imperativo categórico’ que también la dirigía ella.

-Asimismo, ha influido en mi interés saber que la acción se mueve en el mundo del periodismo, que es también mi profesión. Y una de mis preocupaciones por los caminos que se ve obligado a transitar. Había, por lo menos, un tercer motivo para esta curiosidad. He conocido que en el origen de esta escritura está el impacto plástico del cuadro ‘La fragua de Vulcano’ de Velázquez. Es éste un punto que me estimula personalmente.

       -Sin hacer spoiler, situaré la acción. Está promovida por dos jóvenes periodistas que hacen un reportaje audiovisual sobre una muerte poco aclarada informativamente. La fábula de Szpunbergpresenta a cinco personajes un tanto controvertidos y quizá matizados intencionadamente con brocha gorda. Manuel y sus dos hijos, Inés y Manu. El padre dice padecer una lesión en la columna desde hace años que saca exageradamente a colación como si de una herida de guerra se tratase. Inés, irascible, asegura que no quiere ser manipulada y que es una apasionada del arte, aspirando a trabajar en el museo del Prado, para justificar el título de la obra. Manu parece la parte más débil de la familia, aunque tiene una personalidad llena de complejidades. La llegada de Adriana, una reportera de televisión, y Eliseo, un cámara, que tratan de ‘informar’ sobre cuanto aconteció, con motivaciones extraperiodísticas, provoca un vendaval en la familia, que también pretende deformar los hechos.El tono de la historia se sitúa entre el drama y la comedia, con límites no siempre precisos. Y más, si se añaden consideraciones o alusiones morales. Esta falta de concreción en los parlamentos tampoco recibe claridad en la dirección escénica, responsabilidad de la reconocida Andrea Jiménez.  La interpretación, en consecuencia camina por los mismos caminos.  En ella aparecen los nombres de Pilar Bergés, Iván López Oreta , Albert Ribaltao Macarena Sanz. Hay que citar aparte a Eneko Sagardoy, que da a su complicado personaje una entidad mayor. En el terreno periodístico queda clara la manipulación de los hechos y la búsqueda del lado morboso de los acontecimientos por encima de la búsqueda de la verdad. Escénicamente, los hechos son narrados en varios frentes simultáneos, inspirándose en los colores, en las texturas y en la composición de ‘La fragua de Vulcano’ de Velázquez. Las imágenes captadas en directo por el cámara son proyectadas de modo interesante e ilustrativo.El resultado es un atractivo montaje teatral en el que los mimbres están enlazados, de un modo quizá exagerado, para mostrar un retrato de la sociedad actual en varios de sus aspectos.Finalmente, hay que reconocer que el público ha sido abundante hoy en el Centro Muxikebarri y que ha aplaudido calurosamente.  
Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 28 noviembre 2025 - 12:18 am
Categoría: General

David Barbero

-!Qué exigentes son los textos de Federico García Lorca! ¡Cuántos riesgos se asumen al ‘meterse’ con ellos!

-La obra que se ha presentado esta tarde en el teatro Arriaga con el título de ‘El jardín de las posibilidades’ tiene una relación directa con la vida, la personalidad y la obra de Federico García Lorca, aunque se trate desde un punto de vista algo colateral.

-Es un espectáculo basado en la adaptación teatral de ‘Suites’, el poemario que Lorca escribió entre 1920 y 1923 y fue publicado a en Francia mucho después de su muerte, con más de seis décadas de retraso. Pone el énfasis en una faceta íntima y experimental del escritor malagueño en la que el lirismo, la musicalidad y la imagen poética alcanzan una delicadeza muy especial a la vez que nos presenta a una persona relacionada con él, a la que no se había dado importancia hasta ahora.

Se destaca a Emilia Llanos, una mujer enamorada del poeta desde joven y que vivió de una manera muy especial las distintas etapas de su vida. Su tratamiento en la obra también tiene un tono cuidado además de estar rodeada de una evidente intención lírica. Cuatro actrices diferentes interpretan su figura en las diferentes etapas. Eva Barón es Emilia a los treinta y pocos años, como una alegre y soñadora joven que conoce a Federico y se enamora de él. Lydia Casares la encarna cuando ya tiene cincuenta. Está aterrorizada por la guerra. Se ofrece para ayudar. Pero no logra hacerlo. Es quien presencia el asesinato del poeta. Cuando llega a los setenta años, es interpretada por Patricia Cercas. De manera valiente y decidida investiga esa muerte violenta. Y la actriz Belén Galarza da vida a Emilia con ochenta años. Participa también otra actriz, Julia Vargas, que tiene un rol diferente encarnando al jardinero.

El autor de este libreto es Carlos Troyano. Ha escrito un texto cargado con un evidente propósito de acercarse al lirismo lorquiano. Ha sido  puesto en escena, bajo la dirección de Anabel Diez. La escenografía la firma Óscar del Val, con tonos coloristas atractivos. El vestuario es responsabilidad de Trinidad Cestelo.

García Lorca dice en esos poemas que conoce un lugar maravilloso llamado el jardín de las posibilidades, que da el título a esta adaptación teatral. Allí habitan los amores que nunca fueron, los hijos que no nacieron y las decisiones que nunca llegaron a ser  tomadas. Para llegar a esa misteriosa tierra, es preciso vencer a una peligrosa fiera: el dragón del sentido común.

De esa manera, ‘El jardín de las posibilidades’ pone el énfasis en la amistad, la memoria y el poder del arte frente al silencio y la pérdida. A través de una atmósfera poética y emocional, se reconstruye la relación admirativa de Emilia Llanos hacia el poeta, que iluminó su vida y marcó su destino.

En la adaptación, Emilia conversa con las sombras del pasado, con las voces que habitan su memoria y con la necesidad de comprender qué significa sobrevivir al olvido.

Al comienzo de este comentario, he expuesto mi opinión sobre las muchas exigencias que, a mi juicio,  presentan los textos de García Loca y los riesgos que se corren al ‘meterse’ con ellos.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 26 noviembre 2025 - 1:02 am
Categoría: General

David Barbero

-Voy a adelantar una opinión que es bastante compartida por los espectadores y aficionados con los que he hablado esta tarde-noche. La ópera Adriana Lecouvreur, de Francesco Cilea, que se está representando estos días en Bilbao, dentro de la temporada numero 74 de la ABAO, es una una de las que reúne  más  elementos positivos entre las ofrecidas en los últimos años.

Esa sensación es producida por la conjunción de las cualidades positivas intrínsecas de la composición y el libreto, unidas a la buena interpretación de los cantantes, a la dirección musical, la participación de la orquesta, la del coro, y también la dirección de la puesta en escena y hasta el diseño del vestuario.

Con tintes veristas, la historia está inspirada en la vida real de la legendaria actriz Adrienne Lecouvreur. Confronta la pasión de la protagonista con los celos de la princesa de Bouillon, ambas enamoradas de un joven aristócrata. Esto permite un juego anecdótico  más vivo de lo habitual en el que aparecen rivalidades artísticas, sociales y políticas. En este sentido, cabe destacar las características favorables del libreto elaborado por Arturo Colautti que no siempre son atendidas en este género. Tomó como base una obra de teatro que tenía el mismo título.

En opinión de los entendidos, se trata de una ópera exigente musicalmente para los cantantes y que, a la vez, favorece el lucimiento de sus voces, como en esta ocasión ha sucedido. Maria Agresta aborda el personaje principal, un papel de diva por excelencia, junto a Silvia Tro Santafé, Jorge de León y Carlos Álvarez en el agradecido rol de Michonnet. Sus buenos trabajos han sido premiados con sonoros aplausos.

Marco Armiliato, considerado uno de los grandes directores musicales de la actualidad, invitado por los principales teatros del mundo, ha estado al frente de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa para dirigir la intensidad dramática, la belleza melódica y la extraordinaria orquestación de esta partitura. Han estado acompañados por el Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Esteban Urzelai.

La nueva producción ha sido dirigida escénicamente por Mario Pontiggia, quien ha propuesto una mirada respetuosa hacia el espíritu original de la obra, trasladando la acción a los inicios del siglo XX como homenaje a la gran actriz Sarah Bernhardt. La escenografía de Antonella Conte evoca los teatros históricos, mientras que el vestuario de Marco Nateri y la iluminación de Andrea Ledda completan un marco visual coherente con el dramatismo del libreto.

De esta manera, se ha comentado que esta representación de ‘Adriana Lecouvreur’, aun no figurando entre las más reconocidas y representadas, ha caminado en la dirección de considerar a la ópera como la representación escénica total.  Con lo que queda justificada la opinión expresada al principio.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 23 noviembre 2025 - 12:16 am
Categoría: General

Desde la fila tres del patio de butacas

‘THE FAIRY QUEEN’, ¡EXCEPCIONAL! 

David Barbero

-Comienzo con un apunte personal. Tengo la costumbre de guardar solamente las entradas teatrales de los espectáculos que me parecen excepcionales. Suelo ser muy severo. Hay años seguidos en los que no guardo ninguna. ¡La de hoy la guardaré!  

-Acabo de ver en el teatro Arriaga de Bilbao un espectáculo musical especialmente atractivo, interesante, de gran calidad, perfectamente preparado en todos sus aspectos y ejecutado con esa misma precisión. Quizá resulte de difícil catalogación en los géneros habituales. Lo definiría como espectáculo escénico total.

Está basado en la peculiar ópera, quizá este nombre no sea adecuado en los conceptos actuales, de Henry Pourcell, compuesta a finales del siglo XVII, con el título de ‘The fairy queen’, (‘La reina de las hadas’), basada en la comedia de de William Shakespeare ‘Sueño de una noche de verano’, en la tiene una especial incidencia la magia y el amor, que había sido escrita y estrenada, casi exactamente un siglo antes.

Todo esto ya tiene un buen porcentaje de heterodoxia. Pero además no se trata de una representación operística al uso. Se trata de una revisión festiva, aunque fiel, realizada, extraordinariamente bien, por la orquesta y los solistas de la academia Le jardin des voix, bajo la dirección, magnífica, de Paul Agnew, uno de sus fundadores. Ahora está de gira internacional y han realizado una parada en Bilbao, que es muy de agradecer.

Esta academia de cantantes de les Arts Florissants tiene la costumbre de reunir a sus jóvenes mejores estudiantes en una experiencia profesional innovadora dentro del repertorio barroco con una gira internacional , apretada y muy solicitada, interpretando de manera festiva e innovadora una pieza especialmente elegida para la ocasión.En el reparto figuran la soprano Paulina Francisco, las mezzosopranos Georgia Burashko, Rebecca Leggett y Juliette  todos sus nombresMey, los tenores Rodrigo Carreto e Ilja Aksionov, el barítono Hugo Herman-Wilson y el bajo-barítono Benjamin Schilperoort. He citado todos sus nombres como reconocimiento a la calidad de su trabajo

Para esta gira ha sido elegida la selecta y difícil composición citada de Purcell con el objetivo de realizar sobre ella ese espectáculo total, antes aludido. En la consecución de ese objetivo, tiene especial incidencia la coreografía y dirección escénica. Es responsabilidad de Mourad Merzouki, un artista muy reconocido y especialista en hip hop. A sus órdenes tiene en esta ocasión,  a los bailarines  Samuel Florimond, Anahi Passi, Alary Ravin, Daniel Saad y Timothée Zig, absolutamente excepcionales.

Mourad Merzouki tiene la habilidad y la maestría de integrar constantemente todos los elementos escénicos y orquestales, a la vez de hacer participar siempre a todos los aristas y músicos de manera impresionante, manteniendo a la vez el rito exacta con una espectacularidad  y una estética muy cuidada.  

Para hacerse una idea de lo que significa esta oportunidad artística, cabe decir que el Teatro Arriaga ha acogido este proyecto, que ha sido alabado internacionalmente a su paso por los festivales más reconocidos: Lucerna, Bremen oTanglewood. También lo han disfrutado en la BBC Proms o en templos operísticos tan prestigiosos como Teatro alla Scala de Milán, Philarmonie de París, Lincoln Center de Nueva York, Palau de Les Arts en Valencia o el Auditorio Nacional de Madrid.

Así que se puede presumir de haber tenido la oportunidad de disfrutar de un espectáculo singular a la vez de agradecer al teatro municipal de Bilbao por haberlo posibilitado.

Por todo esto, guardaré, como he asegurado al principio, la entrada correspondiente a este día.

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