Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 17 diciembre 2012 - 6:31 pm
Categoría: General

-Ayer fui a ver, en la sala de La Fundición en Bilbao, la obra ‘San Lorenzo mártir’ por la compañía Teatro Xtremo de Andalucía. Más en concreto de Jaén.
-Si lo trajo La Fundación, será interesante.
-Puntualicemos. Si lo trae la Fundición, será experimental, moderno, novedoso.
-El calificativo de experimental es complicado de definir.
-Lo he usado para entendernos.
-¿Qué te pareció la obra?
-Quisiera aprovechar para hacer un elogio del público que va a ver ese teatro experimental.
-Es un público sacrificado. Recibe pocas satisfacciones o recompensas agradables a su búsqueda por encontrar caminos teatrales nuevos.
-En general, en el teatro, es difícil encontrar espectáculos de los que salgas gratificado, pleno, satisfecho, con las expectativas cumplidas.
-En el teatro experimental, es todavía más difícil.
-El público del teatro experimental acude siempre con esa esperanza. ‘Esta vez, voy a encontrar algo realmente nuevo, trabajado, novedoso, interesante, curioso, vivo, avanzado …’
-Digamos una cosa. ¡Y no es por desanimar! A los teatreros experimentales les importa un pito el público. Ellos no trabajan para gustar a los espectadores. No es ése su objetivo.
-El público del teatro experimental no pedimos que trabajen para gustarnos. No vamos a encontrar cosas ‘bonitas’. Aspiramos a ver investigaciones, vislumbrar ideas, percibir nuevos tratamientos, búsquedas honestas. Nos basta con sorprendernos, o enfadarnos, o irritarnos. Estamos dispuestos y deseosos a participar en ese juego, o trabajo o comunión de buscar juntos.
-Voy a decir una afirmación contundente y, por lo tanto, falsa. Los que se dedican al teatro experimental son, en su mayoría, teatreros inmaduros que están buscando su camino. Experimentar en teatro, sin embargo, requiere una madurez notable. Por eso, la gran mayoría de las obras llamadas experimentales son simplemente obras inmaduras, verdes, deficientes, muy imperfectas.
-No estoy de acuerdo en la palabra madurez.
-¡Yo no estoy de acuerdo en nada!
-¡El teatro y todas las artes avanzan gracias a las experimentaciones!
-¡A las buenas experimentaciones!
-Te estas desviando. Habías prometido un elogio del público del teatro experimental. Has destacado el mérito de acudir a este tipo de teatro, a pesar de …
-¡Ojo! Ese público es muy minoritario.
-Más mérito todavía para el que va.
-Después, hay que alabar el esfuerzo que hace durante el espectáculo por conectar con la obra, percibir los signos, los símbolos, los guiños. Tratar de ‘entender’ o sentir, o imaginar.
-¡Demasiadas flores estás echando al público!
-Para terminar, partiría una lanza por las ‘Fundiciones’ que posibilitan que ese ‘sufrido’ público de teatro experimental tenga dónde ir, y por lo tanto, pueda existir.
-¡Chapeau, por ellas!

Esta entrada se escribio el Lunes, 17 diciembre 17 2012 a las 18:31 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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