Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 febrero 2013 - 4:20 pm
Categoría: General

-Comencemos diciendo que es una de las óperas de Verdi que merecería más fama de que la tiene. Está por encima en calidad a otras que son más populares.
-¡Tampoco presumas de conocértelas todas!
-Desde luego que no puedo presumir de eso. Vi ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbao la presentación de ‘Les vepres siciliennes’, presentada por la ABAO en la versión francesa y completa.
-Ya se ha difundido una valoración muy positiva. Muy buenas voces. La orquesta sinfónica de Euskadi a gran altura. El director John Mauceri, lo mismo. Los coros, también.
-Veo que liquidas esos aspectos fundamentales con rapidez. Lo tuyo es la puesta en escena.
– Más que la puesta en escena. Me interesa todo. Pero ahora deseo referirme al montaje general y a la concepción global de la obra. ¡El espectáculo total!
-Mi valoración en esos aspectos es también positiva. Merece un gran interés. No utilizo adjetivos como bueno o malo o expresiones de que me gustó o no. Me interesó mucho y me ha hecho reflexionar
-Entre el público, ha habido alguna discrepancia de opinión en esas buenas valoraciones. ¿No?
-Afortunadamente, hay criterios y gustos distintos. Eso es sano. Demuestra que es un arte vivo.
-El responsable de la puesta en escena, la dirección del montaje y la concepción global ha sido Davide Livermore.
-Le recuerdo por un extraordinario montaje de ‘Billy Budd’ también en la ABAO.
-Primer aspecto a destacar. Tiene detrás un planteamiento serio, detenido y estudiado en profundidad. Hay un pensamiento en el fondo. Una idea, una reflexión.
-Parte de la siguiente base. Verdi y su letrista querían hablar de los problemas de Italia en su momento, a mediados del siglo XIX. Sobre todo, deseaban hablar de la falta de independencia de Italia. Para ello, como metáfora, eligieron unos hechos del siglo XIII. Entonces, Sicilia estaba sometida y oprimida por las tropas francesas.
-Si nosotros deseamos hablar, piensa Livermore, de la falta de libertades en el momento actual, no podemos ir hasta el siglo XIII. Tampoco podemos ir hasta mediados del sigo XIX. Debemos traer los hechos hasta el momento actual.
-Por esa razón, Davide Livermore pone en escena el atentado de la mafia italiana contra el juez Falcone. Todos los personajes visten con ropas actuales. Las imágenes que se proyectan son de ahora mismo.
-Pero hay problemas. La falta de libertades en el siglo XIII, a mediados del siglo XIX y en la actualidad son de naturaleza muy diferente. Se puede aceptar que hay más semejanzas entre la edad media y el siglo en que le tocó vivir a Verdi. Aunque el momento actual esté más cercano en el tiempo, el planteamiento es muy distinto.
-La falta de libertades ya no viene por un ejército invasor extranjero que oprime a la patria. Ya no es una lucha valiente y arriesgada de los patriotas contra los invasores de fuera.
-Ahora los enemigos de las libertades del pueblo son otros. El propio Davide Livermore los cita. Ahora quien quita la libertad al pueblo son la dictadura mediática y la casta política.
-Insisto en que el planteamiento es muy diferente. Esa es una calve que no se tiene en cuenta suficientemente.
-Yo pregunto. ¿Es tan diferente como para ser incompatible? ¿Se pueden armonizar las dos visiones, las dos denuncias en la misma obra?
-Yo tengo mis dudas. El planteamiento claro de los patriotas valientes que luchan heroicamente contra los opresores de fuera ya no se puede aplicar. Los opresores son distintos y de diferente carácter. Tampoco vienen de fuera. ¿Quienes son los patriotas de ahora?
-¿Quieres decir que para hablar de la falta de libertades en el momento actual habría que hacer una opera diferente? ¿Piensas que no vale utilizar la ópera de Verdi para eso?
-Yo no tengo respuesta para eso.
-Está claro que en el montaje actual de esta ópera se ofrecen a la vez dos historias, dos visiones distintas. Una historia la cuentan Verdi y su letrista. Otra la exponen las imágenes y el montaje de Davide Livermore.
-¡A mí me ha interesado mucho esa reflexión!
-Pero chirría el hecho de que haya dos visiones en el mismo espectáculo.
-Yo reconozco un gran mérito al responsable de esta puesta en escena. Nos hace reflexionar sobre el momento actual. Eso es muy importante. Logra un espectáculo comprometido, polémico, interesante.
-¡Misión cumplida!
-Bueno, la polémica en las representaciones ha vendido por una cosa más concreta: la utilización de un vídeo con imágenes de la actualidad política española, sobre la música de ballet que incluye la versión francesa de esta ópera.
-Un debate menor. ¿No? Fue más sonoro por los pataleos y los silbidos. Pero menor. El propósito de Davide Livermore es mucho mas profundo y las dificultades que tiene que superar también son mayores.
-Lo dicho. ¡Interesante espectáculo!

Esta entrada se escribio el Jueves, 21 febrero 21 2013 a las 16:20 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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