Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 27 abril 2014 - 1:12 pm
Categoría: General

-Ayer tuvo lugar en el Teatro Arriaga de Bilbao un acontecimiento cultural de destacado relieve. Fue el estreno mundial de la ópera ‘El juez, los niños perdidos’.
-La importancia de ese acontecimiento hizo que llegaran hasta Bilbao aficionados a la ópera de numerosos países.
-Junto a ese estreno absoluto, hay que destacar que el acontecimiento significaba el regreso a la ópera representada del conocido y reconocido tenor Josep Carreras. Se hizo muy popular como miembro del grupo ‘Los tres tenores’.
-Al finalizar, hubo aplausos prolongados para la representación y para algunos intérpretes, entre ellos, lógicamente, Josep Carreras.
-Un aficionado de casa comentaba al salir: he aplaudido a Carreras en agradecimiento a los placeres que me ha dado con sus interpretaciones a lo largo de toda su carrera. Esa afirmación implicaba la valoración de que, en estos momentos, ya no se halla en lo mejor de su estado físico. Las enfermedades y la edad tienen la culpa.
-Algunos apuntan más fino y aseguran que ha cantado, en su trayectoria, cosas que no correspondían a las características de su voz y que eso se paga.
-La composición musical de esta nueva opera recibió el reconocimiento de los aplausos. No es algo habitual ahora lo de componer óperas. Por lo tanto, es preciso agradecerlo. Su modernidad se notaba en alusiones a ritmos recientes.
-También la autora del libreto salió a saludar y recibió, con gran contento, los aplausos conjuntos. Al libreto, en la opera se le ha dado muy poca importancia, a pesar de que algunos han sido buenos y han facilitado la composición musical de categoría. Pero hay que reconocer que otros libretos han sido malos.
-¿Nos vas decir lo que opinas de este libreto? Como tú has escrito otros, quizá te sientas condicionado.
-El libreto se presenta en español. Originariamente se escribió en alemán y ha sido traducido. Se me escapa si el compositor, centroeuropeo, partió del texto alemán o del castellano. Eso influye mucho.
-Muchas óperas son magníficas a pesar del libreto.
-Me refiero exclusivamente a la parte técnica. El texto, en su materialidad, condiciona la música. La sonoridad y el número de las unidades gramaticales son claves para que la composición no resulte irregular. La estructura de los párrafos, la longitud de las frases, el carácter de las palabras, el número de sílabas, la proporción de vocales son elementos decisivos. Siempre se ha hablado de varias reglas para la escritura de textos que se van a musicar: la métrica, el ritmo, la colocación de los acentos, la rima y repetición de vocales fuertes. Yo no conozco el texto original en alemán. Es posible que se cuidara todo eso. Pero tengo mis dudas de que en la traducción al español se haya prestado suficiente atención a esos ‘pequeños’ detalles.

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