David Barbero
-Creo que es de justicia comenzar diciendo que la obra teatral que vi ayer en el Teatro Arriaga, ‘Lehman trilogy’, autocalificada de balada para sexteto en tres actos, me pareció un espectáculo de referencia.
-Confieso que acudí al teatro municipal de Bilbao con el siguiente temor: A veces, le hablan tan bien a uno de una obra que, después, le decepciona o no le parece acreedora de tantas alabanzas.
-En este caso, no fue así. Superó incluso mis expectativas. Me pareció una obra de mucha calidad tanto en el texto, como en la dirección y la interpretación. Sin que eso signifique una minusvaloración de los otros elementos componentes que, en ocasiones, son calificados de técnicos.
-La calidad del texto es posible verla en varios aspectos fundamentales. Desarrolla una historia muy potente. Expone y transmite un contenido, unas connotaciones, un ritmo, unas tramas, unos protagonistas, unas ideas, unas emociones de gran fuerza. Es un texto muy documentado y construido con maestría. Además, con esa historia, la de varias generaciones de la familia Lehman, sintetiza el desarrollo de la sociedad occidental durante los dos últimos siglos. Es un logro muy digno de reconocer y alabar.
-El autor del texto es el italiano Stefano Massini. Tiene la positiva circunstancia de ser un hombre de teatro total. De esa manera, evita que el análisis se quede en la teoría o la explicación parezca una clase magistral. Lo que hace es teatro total, empleando en él todos los recursos posibles. Dirigió personalmente las primeras representaciones tanto en París como en Milán. Seguramente lo escribió teniendo ya en la cabeza cómo deseaba realizar la representación. Eso le llevó a completar un texto abierto, que ahora deja también libertad a los directores posteriores.
-El mérito de la dirección de Sergio Peris- Mencheta radica, entre otras virtudes, en haber llevado el complejo y extenso texto en una dirección propia y sintetizarlo con un enfoque personal. Uno de los aspectos destacados es la introducción de elementos musicales muy apropiados. Pero lo fundamental es haber dado unidad y coherencia al espectáculo como una historia interesante, divertida y cómplice, sin desechar toda la carga de profundizar en el análisis de la sociedad y en la explicación de lo que ha significado el desarrollo descontrolado de la economía para la vida de la sociedad y de las personas.
-Otro mérito a destacar es el extraordinario ritmo que imprime a la acción, a la vez que mantiene la entidad y el atractivo de cada uno de los elementos que componen el conjunto. Cada escena es enriquecida con todo tipo de elementos y matices. Ese ritmo lleva a envolver al espectador y arrastrarlo con emociones y sugerencias, sin dejarle tiempo, a veces, para asimilar la carga ideológica, crítica o meramente formativa que se le expone.
-A los seis intérpretes hay que reconocerles un mérito extraordinario por su intenso y meticuloso trabajo. Además de conjugar la labor interpretativa con la musical y la instrumental. Cada uno tiene la responsabilidad de encarnar a numerosos personajes. Incluso hay que añadir el inconveniente de hacer los cambios con una gran rapidez.
-Uno de los aspectos más destacables de este proyecto es la intención de fijar la mirada del teatro en los problemas de la sociedad actual, en su análisis, en su denuncia, en el deseo de concienciar al público sobre lo que está pasando a su alrededor. Además, hacerlo con gusto, con calidad, con rigor, con profesionalidad.
-En consecuencia, es una ocasión para sentirse gratamente identificado con las artes escénicas.
Esta entrada se escribio el Lunes, 22 octubre 22 2018 a las 18:46 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.