Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 25 febrero 2020 - 7:31 pm
Categoría: General

David Barbero

-Deseo comenzar justificando el título de este comentario. Califico de modelo positivo la iniciativa que he presenciado en el Teatro Nacional de Cataluña. Encargan a autores teatrales reconocidos que escriban textos que analicen la situación actual y reciente. Y los rodean de directores y actores destacados para que esa conexión resulte más eficaz. De esta manera, se cumple la principal misión del teatro hacia la sociedad en la que vive.
-Esta iniciativa he podido comprobarla, estos días pasados, en un viaje a Barcelona. He asistido y disfrutado de una muy interesante representación de la obra ‘Justicia’, escrita por Guillem Clua, dirigida por Josep María Mestres, e interpretada por un amplio elenco inter generacional encabezado por Josep María Pou Y Vicky Peña.
-En la pieza, se analiza, de modo crítico, la situación que ha vivido la sociedad catalana, durante las últimas décadas, en el periodo que se puede calificar como el ‘pujolismo’. Este análisis se realiza partiendo de una amplia documentación, de modo libre, nada oficial, sin imponer conclusiones, proporcionando, teatralmente, datos para la reflexión personal.
-El trabajo dramático de Guillem Clua demuestra una calidad y una innovación muy notable. Destaca el tratamiento de los diálogos cruzados tanto en el tiempo como en el espacio. No propone una narración lineal. Se dan saltos, con imaginación y a la vez perfectamente inteligibles. Evidencia un dominio laudable del lenguaje escénico, además de agilidad y profundidad en el tratamiento.
-Constituyó una agradable sorpresa la dirección de Josep María Mestres. Más digna de alabanza por las dificultades que conlleva una obra de esas características y con una estructura tan libre. La agilidad expositiva, la precisión en las situaciones y caracteres, además del ritmo impreso a la acción, pueden ser los aspectos a destacar.
-Dentro del elenco, ya he señalado arriba los nombres más destacados. Todos tienen esa categoría y mérito. Cada actor o actriz asume varios personajes. Pasan de uno a otro con rapidez e intensidad. Tanto los más jóvenes como los veteranos demuestran su calidad, su preparación y el gran trabajo sobre el escenario. Josep María Pou merece una mención destacada al interpretar el personaje principal, con una precisión, variedad de matices y capacidad para transmitir situaciones o comunicar emociones, dignas de todos los elogios.
-Sería injusto no reconocer el trabajo de todos los profesionales que participan en la preparación y desarrollo del espectáculo. Entre ellos, llama la atención la imaginativa, eficaz y llamativa escenografía de Paco Azorín.
-Aun a riesgo de ser reiterativo, quiero volver a destacar la iniciativa y el trabajo de análisis e incidencia sobre la sociedad de este momento. Lo hago porque, a mi juicio, es una tarea que el teatro tiene bastante olvidada, aunque sea una de laes principales misiones.

Esta entrada se escribio el Martes, 25 febrero 25 2020 a las 19:31 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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