David Barbero
-Comenzaré soltando mi positiva apreciación valorativa. El estreno de esta tarde en pabellón 6 de la obra ‘Las raíces cortadas’ ha constituido, a mi juicio, un acontecimiento que supera los límites de lo estrictamente teatral.
-A los valores de la interpretación y la dirección en un texto especialmente difícil, hay que añadir la recuperación de la memoria en un asunto, como el del derecho al voto de la mujer, especialmente importante y sensible en estos momentos. Además, han sido recuperadas dos mujeres con trayectorias emblemáticas, injustamente semi olvidadas.
-Otro además. Se recupera un texto, un autor y hasta una generación de autores, que han sido ninguneados y hasta despreciados a pesar de su contribución teatral muy destacada en tiempos de oscuridad todavía cercanos.
-Situémonos. Esta tarde se ha estrenado en pabellón 6 la obra ‘Las raíces cortadas’ del autor Jerónimo López Mozo, bajo la dirección de Ramón Barea. Los dos personajes protagonistas, Victoria Kent y Clara Campoamor, son interpretadas por las actrices Juana Lor e Irene Bau.
-Las figuras históricas de Victoria Kent y Clara Campoamor pueden ser consideradas como emblemáticas por su lucha. Las dos fueron progresistas, republicanas, luchadoras por la igualdad de la mujer. Pero discrepantes, en el primer parlamento de la república, sobre el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres. Y muy autocríticas con su trabajo y contribución.
-La polémica, y esclarecedor aconteciendo, es el reflejo de un momento histórico. Pero su reflexión trae connotaciones hasta el momento presente. Dentro de ellas, se evidencia que sus convicciones políticas y sus estratégicas provocaron un debate interior entre sus convencimientos y sus contradicciones.
-El texto de Jerónimo López Mozo tiene una singular riqueza en varios aspectos y una especial dificultad. Su lenguaje es el resultado de un ejercicio de precisión en el debate político. Mucho más que en el psicológico. También destaca la complejidad de su estructura y la variedad de sus elementos. Los juegos en el espacio y en el tiempo. El intencionado desorden cronológico. La mezcla de la realidad con la ficción. El reflejo entre los personajes y sus caricaturas. Los intérpretes reales y los títeres. La diferencia ente los sueños y los recuerdos.
-Con todos esos mimbres de un mundo rico, complejo y quizá desequilibrado, han trabajado con determinación, lo han afrontado y se han engrandecido el director y las actrices, en una labor nada fácil y, por lo tanto, más meritoria.
-Ramón Barea ha tenido que echar mano de su talento, su capacidad analítica y su experiencia para sacar a flote los muchos matices de cada situación y de la intención integradora de la obra. Ha debido luchar para conseguir los tonos y las atmosferas de cada uno de los encuentros, demasiado marcados por el autor en lo narrativo y en político pero sin profundizar en el desarrollo psicológico y dramático.
-Irene Bau y Juan Lor han realizado una labor muy valiosa al encarnar a estos dos difíciles personajes, sin que el texto les diera los necesarios apoyos emocionales. Han logrado revivir las distintas etapas de sus vidas. Integrar y diferenciar sus ideas, sus opiniones y lo que consideraban intereses más eficaces. En ello, han demostrado sus grandes cualidades y su no menor trabajo.
-Para que el espectáculo haya respondido al reto de la totalidad artística, no ha sido menor la contribución del resto de los oficios teatrales. Destaquemos la contribución de María Casanueva en la escenografía y los efectos visuales, De Betitxe Saitua en el vestuario, de Itziar Olaberría, en la peluquería y caracterización. Muy reseñable el espacio sonoro de Itziar Madariaga.
-Que esta labor la realicen los miembros de un laboratorio profesional de ‘teatreros’ y no alguno de los muchos teatros públicos existentes es para quitarse el sombrero en su honor.

Esta entrada se escribio el Viernes, 23 octubre 23 2020 a las 0:43 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.