Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 24 agosto 2021 - 11:39 pm
Categoría: General

David Barbero
-Esta tarde-noche, he acudido de nuevo a ver la comedía ‘El dilema del jamón’ en el palacio Euskalduna de Bilbao. La vi hace unos meses, cuando se estrenó en ese mismo local. Ya en aquel momento, expuse mi opinión, – por cierto, favorable-, sobre el espectáculo, sobre el texto de Txemi Parra, y sobre la interpretación de éste y de la muy versátil actriz Gurutze Beitia.
-Así que hoy he acudido con otro interés y otra perspectiva. También la circunstancia es distinta. Entonces, se presentó como una propuesta nueva, en solitario, fuera de temporada. Ahora, en cambio, está colocada dentro de la mini- temporada teatral de agosto, que sustituye a la Semana Grande, ya que ésta no se celebre por culpa de la dichosa pandemia.
-En esta mini – temporada festiva, se suelen presentar comedias elaboradas y presentadas principalmente en Madrid. Alguna, también en Barcelona. No faltan textos que están triunfado en otras capitales europeas. Incluso hay montajes que se comparten con esas capitales. Constituye, por lo tanto, un buen escaparate para hacer comparaciones y comprobar la evolución de las comedias. Así que he entrado en ese juego.
-Supongo que muchos – o quizá sólo algunos – coincidiréis en la apreciación de que las comedias autóctonas eran difícilmente exportables. Solían tener características muy peculiares. Un look muy local. Temáticas y expresiones costumbristas. A veces, de difícil comprensión fuera. No siempre tenían una factura de profesionalidad estándar. Destacaban los matices más localistas. Todo ello, sin entrar a juzgar o comparar su calidad.
-Con este ejercicio – o juego – comparativo, me ha parecido que existen varios puntos de acercamiento hacia la modernidad. Se constata un ‘abandono’ de las peculiaridades locales. Se percibe un camino hacia la innovación en los estándares estéticos y en los contenidos. Se tocan temas y situaciones más universales y más próximos a la actualidad. Se cuidan aspectos nada secundarios como el vestuario, el atrezzo y el look general de la función. Un aspecto concreto de esta evolución es la incorporación de referencias a los medios audiovisuales. Incluso con alusiones a lo que se llaman redes sociales.
-Un paso posterior será superar las referencias y las alusiones. Pasar a introducir ritmos más actuales. Establecer escenas más dinámicas e impactantes. No alargar las situaciones. Eliminar las reiteraciones y los tiempos muertos. Dosificar la coherencia del argumento general con los detalles cómicos de cada momento. Y algunos otros aspectos en los contenidos y en la forma.
-Hay un detalle concreto que no sé cómo interpretar en este proceso evolutivo. En la enumeración del equipo artístico, no suele figurar el nombre de ningún director. Los intérpretes, o los autores, se ‘dirigen’ a sí mismos. Y a veces, esa ausencia se nota en el resultado final.
-Aparte este juego de comparaciones evolutivas, hoy he vuelto a hacer una comprobación, ésta sí que objetiva. Esta comedia y estos actores – me refiero en concreto a ‘El dilema del jamón’ – tienen un público entregado y entusiasta. Son intérpretes que se han trabajado la complicidad con los espectadores. En la sesión se esta tarde, el público ha reaccionado generosamente a sus estímulos cómicos. Se ha reído sonoramente. Ha aplaudido, al finalizar el espectáculo, con manifiestas muestras de aceptación.
-Y eso sí que es un valor a conservar.

Esta entrada se escribio el Martes, 24 agosto 24 2021 a las 23:39 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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