David Barbero
-Aceptemos, para empezar, que ‘Palabrarismos’ se propone como un juego escénico y verbal. En consecuencia, juguemos a intentar definirlo. Si se puede, porque no será fácil.
-Teóricamente se plantea como una conferencia erudita de unos expertos o estudiosos muy profundos sobre el lenguaje y las palabras. Pero la apariencia es la de un espectáculo de humor surrealista. La palabra experimento lingüístico, desde luego, debería aparecer en la definición.
-También podría describirse como un cabaret literario. O académico. O gramatical. Quizá en lugar de cabaret, se podría usar, con más precisión, el concepto de concierto sinfónico. En ese caso, la partitura debería ser dodecafónica. Muchos se inclinarían más por calificarlo de (des)concierto.
-‘Palabrarismos’ se ha vuelto a presentar estos días en Pabellón 6. Ahí, seguía, impertérrito y descarado, esta tarde. Continuará durante días para satisfacción de todos los que quieran disfrutar inteligentemente. Se mantiene la autoría de Ramón Barea y La Galleta del Norte. Se han introducido muy pocos cambios. Algunos, porque ha cambiado lo políticamente correcto. Ahora dirige el espectáculo Itziar Lazkano, una de las actrices del estreno hace años, con la ayuda de Diego Pérez. Lo interpretan ahora Sara Barroeta, Nagore Navarro e Iñaki Urrutia, que pertenecen a distintas generaciones interpretativas.
-Este espectáculo viene de lejos. De los comienzos de este ya avanzado siglo XXI. Hay una referencia concreta. En esas fechas, se presentó en la carpa de Euskadi del entonces muy famoso festival de Tárraga. Entonces, lo protagonizaban Esther Velasco, Paco Sagarzazu y Begoña Bilbao. Estaban acompañados al piano por Josetxu Fernández de Ortega.
-Al aludir a sus orígenes, hay que hacer un recuerdo del desaparecido grupo La galleta del Norte. Más que un recuerdo un homenaje. Era un taller literario, un centro de creación libre, imaginativa, surrealista, inteligente, libertaria. Formado por escritores y poetas de gran talento. Provocadores y dinamizadores de nuevas y brillantes ideas, propuestas e iniciativas.
– ‘Palabrarismos’ continuó en el tiempo. Tuvo varios tríos de intérpretes. Uno bastante repetido estuvo integrado por Esther Velasco, Itziar Lazkano y Ramón Ibarra.
-Ya entonces fue – y ahora lo vuelve a ser- un espectáculo divertido, ingenioso, irónico, informal, atrevido, provocador, de humor inteligente, ácrata. Se podría pensar que esas cualidades surgen de la improvisación instantánea. Pero conseguir ese efecto requiere talento, preparación y trabajo. El mismo mérito hay que reconocer a la labor de dirección. La dificultad de hacer que ver que las cosas complicadas son fáciles y espontáneas. Idénticos reconocimientos es preciso atribuir a la labor interpretativa de Sara Barroeta, Nagore Navarro e Iñaki Urrutia. Convertir en humor lo que podría pasar por una docta clase de lingüística.
-En la recuperación actual, tampoco habría que olvidar la aportación de los aspectos técnicos: El vestuario de Borja Hernández, la iluminación de Fernando Alcauzar y la escenografía es de María Casanueva.
-Una consideración final. En varios de los párrafos anteriores, se ha aludido a que ‘Palabrarismos’ es un espectáculo inteligente. Eso implica que los espectadores no podemos adoptar una actitud pasiva. Se exige estar a la altura.
-He realizado, esta tarde, un pequeño experimento con ‘Palabrarismos’. Me ha acompañado mi nieto de once años. Al terminar la función, me ha dicho, con cara de satisfacción, que no sólo lo ha pasado muy bien y se ha divertido mucho. También, -asegura -, ha aprendido más que en muchas clases de lengua y literatura.
Esta entrada se escribio el Miércoles, 25 agosto 25 2021 a las 23:18 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.