David Barbero
-Confieso que he acudido esta tarde al Palacio Euskalduna para ver, otra vez, ‘El método Grönholm’, con mucha curiosidad. Quería comprobar si, más de quince años después de su estreno oficial, sigue funcionando tan bien como entonces. Y si su crítica al sistema capitalista, sigue presenta, por encima o por debajo, en esa comedia.
-En estos tres lustros, este texto de Jordi Galcerán se ha convertido casi en un clásico. Se ha estrenado en más de sesenta países. Ha tenido un éxito extraordinario. Y ha sido objeto de versiones cinematográficas. Aunque mis preferencias siguen estando en la versión escénica.
-No es desvelar ningún secreto a estas alturas, decir que trata sobre la selección entre los aspirantes a un importante cargo en una empresa multinacional. A través de esa anécdota argumental, se deja ver la insolidaridad humana y la insensibilidad por parte de las empresas. En definitiva, analiza hasta dónde es capaz de llegar una persona por conseguir un puesto de trabajo y hasta dónde la sociedad capitalista puede humillar a esas personas.
-Me parece que es indudable que la sociedad actual, en este siglo XXI ya avanzado, ha ‘depurado’ los índices de explotación, llegando incluso a la crueldad. Entre las personas, existe también un mayor grado de rivalidad. Y en ambos lados, se ha establecido la falta de escrúpulos como norma de actuación. Eso debería llevar a que este texto tenga todavía más actualidad y vigencia de las que tenía entonces.
-Hay que señalar que el autor, de acuerdo con la empresa, ha aligerado el texto de entonces en algunos aspectos. Hay algunas ligeras adaptaciones para expresiones de entonces que ahora ya no son políticamente correctas. También se ha retocado la conclusión del argumento. Existe un último giro, que no desvelaré, pero que me ha parecido ingenioso.
-La duración del espectáculo se ha reducido. Es una tendencia general.
Ahora todo va más rápido que hace quince años. Quizá se haya aprendido a decir lo mismo, sin necesidad de reiteraciones. O puede ser, también, que tengamos menos paciencia.
-Ha habido interés en que la dirección escénica la haga Tamzin Towsend como lo hizo entonces. No ha aplicado un calco de lo que entonces hizo. Hay novedades. Una de ellas es la menor duración, ya aludida, aunque algunas partes sigan pareciendo largas. Y otra es la introducción de más humor, con un manifiesto deseo de provocar la risa.
-En el elenco, hay un actor, Jorge Bosch, que interpreta el mismo personaje que hace más de quince años. Ahora es acompañado por Luis Merlo, Marta Belenguer e Ismael Martínez. En el estreno absoluto, en sus papeles, estaban Carlos Hipólito, Cristina Marcos y Jorge Roelas.
-Visto hoy ‘El método Grönholm’, con esa intención comparativa, es preciso asegurar que, -a mi juicio, claro-, como narrativa teatral sigue funcionando. Jordi Galcerán ha demostrado en numerosas ocasiones que es un maestro en la construcción de historias sobre el escenario. Un mago de los giros en la acción. Tiene gran habilidad para que algo parezca lo que no es.
-Creo, sin embargo, -también a mi juicio, claro-, que el equilibrio de entonces entre el thriller encubierto, la crítica social y la comedia se ha inclinado en favor de las risas. Se ha reforzado la comicidad, la mueca, el gesto o la actitud humorística. Los diálogos suenan menos agrios. La denuncia ha perdido fuerza. Incluso los giros y las sorpresas alejan al espectador de la crítica a la deshumanización.
-La conclusión más general que yo saco, -subjetiva, por supuesto -, es que el espectador de ahora, y la sociedad, prefieren ver esta cruda realidad como si fuera virtual o de ficción. Por eso, prefieren acogerse a la comicidad en lugar de reaccionar ante esa constatación. Como si no fuera con ellos. Y que el teatro, en lugar de hacer de ‘mosca cojonera’, prefiere acompañarlos en esa evasión.
-Pero reitero que esa percepción es subjetiva. Sé que otros no piensan así.
Esta entrada se escribio el Jueves, 26 agosto 26 2021 a las 23:13 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.