Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 28 agosto 2021 - 11:07 pm
Categoría: General

David Barbero
-Comenzaré diciendo que, a título personal, el mito de ‘Antígona’ siempre me ha parecido el más apropiado, entre los clásicos griegos, para tratar los problemas actuales sobre el poder o la libertad. Y así lo he trabajado – o intentado – en alguna obra.
-Cabe recordar las destacadas adaptaciones realizadas, en diferentes épocas y lugares, por Anouilh, Brecht, Espriú o Marechal, entre otros. Pueden ser buenos ejemplos de actualizaciones en tiempos y con intenciones diferentes.
-He querido empezar así para dejar claro el interés con el que, esta tarde, he acudido al Teatro Arriaga para presenciar la representación de la versión de ‘Antígona’, adaptada y dirigida por el David Gaitán, un joven muy emergente en el panorama teatral mejicano. Está interpretada, en sus principales papeles, por Fernando Cayo como Creonte, Irene Arcos, como Antígona, y Clara Sanchís, en un personaje llamado ‘sabiduría’, creado por el adaptador.
-La intención de esta nueva ‘utilización’ de ‘Antígona’ está reflejada en el origen que se atribuye al proyecto. Surgió en México, en el año 2014, a raíz de la desaparición violenta de 43 estudiantes, con implicaciones gubernamentales. Sus familiares quisieron rescatar los cadáveres y darles una sepultura digna. Muy parecido a lo que deseó hacer Antígona con su hermano.
-Con ese planteamiento y el deseo de realizar una denuncia de esos hechos tiránicos, este espectáculo convierte el texto clásico de Sófocles en un supuesto debate, en el que también participa el tirano Creonte. En él, van apareciendo temas muy actuales como la realidad el poder, las estrategias del tirano, la desinformación como arma de sometimiento, el enfrentamiento entre la justicia natural y las leyes de los poderosos o la desobediencia civil pacífica.
-En el tratamiento espacial de este juicio a Antígona, se ha utilizado un escenario lleno de sillas, mesas, rampas y otros objetos colocados en un calculado desorden. Son reagrupados en varias ocasiones, con la intención, no siempre conseguida, de permitir el movimiento de los actores. Estos intencionadamente desordenados movimientos y los añadidos textuales van evidenciado el intento de aportar un look más efectista y moderno al espectáculo, además de acercar su contenido a la actualidad.
-Sin embargo, estos propósitos adaptadores pueden ir acompañados de notables riesgos. El efectismo puede acercarse a la pretenciosidad, si no se ajusta bien el contenido. La clarificación quizá exija tener claras las propias ideas. Estereotipar los personajes es posible que precise un trabajo previo de dotarlos de una caracterización consistente. Proponer un sistema justo y ordenado de gobernanza puede requerir un pensamiento en profundidad y no sólo unas frases lapidarias. Y entrar en una tragedia de Sófocles, sin un absoluto conocimiento de los clásicos, puede parecerse a lo que hace un elefante en una cacharrería.
-Especial reconocimiento hay que prestar a los intérpretes. Merecen ser citados todos. Fernando Cayo, Irene Arcos, Clara Sanchís, Elías González, Isabel Moreno y Jorge Mayor. Por la ardua labor de defender unos personajes de tales características.
-En definitiva, esta ‘Antígona’ puede ser un ejemplo de las intenciones de ‘utilizar’ los clásicos para afrontar los problemas actuales. Y también de los riesgos que se pueden corren en el intento.

Esta entrada se escribio el Sábado, 28 agosto 28 2021 a las 23:07 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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