Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 25 mayo 2022 - 1:12 am
Categoría: General

David Barbero

-He realizado esta tarde un pequeño experimento -sin más transcendencia – en el terreno de la celebración musical y el disfrute de las artes escénicas. Os doy los datos.

-He acudido a la representación, en el Palacio Euskalduna, de ‘Madama Butterfly de Giacomo Puccini con libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa. Es la ópera que cierra la temporada de la ABAO número 70. La dirección musical ha sido de Henrik Nanasi. La puesta en escena ha corrido a cargo del veterano y talentoso Stefano Monti. Por su trabajo, quizá haya que destacar, también desde el principio, la labor que realiza Monique Arnaud como coreógrafa.

-Los tres papeles principales han sido muy bien interpretados de la siguiente manera: Cio-Cio San, ‘era’ la soprano María Agresta. Pinketon ha sido encarnado por el tenor Sergio Escobar. Y la criada Suzuki ha sido interpretada por la joven mezzosoprano Carmen Artaza; dentro de un amplio y destacado elenco

-Mi pequeño experimento ha consistido en abstraerme de los aspectos técnicos teatrales o musicales y de las valoraciones o las comparaciones. He tratado de estar abierto y atento sólo a las emociones que transmitía todo ese conjunto, a la vez humano, artístico y técnico.

-Dejarse llevar ha resultado un viaje extraordinario y apasionante a través de los diferentes sentimientos, actitudes, esperanzas, emociones, frustraciones, dolores, olvidos, lloros, lamentos y derrotas finales.

-En esas vivencias, el personaje más rico, sin duda, ha sido la joven geisha Cio-Cio San. Su fragilidad, su confianza, la ilusión inicial. Sus pasos indecisos. La pasión. Las esperanzas. Su amor sincero y sacrificado. Ha contagiado muchas emociones positivas. Ha transmitido ilusión, esperanza, dudas, gozo, lágrimas, y la conmoción del final trágico.

-Pinkerton es, sin duda, un personaje bien construido en la música y en el texto. Pero produce menos sentimientos. Y, además, negativos. Suzuki también enternece, acompaña, completa. Es fácil ponerse en su lugar y de su parte.

-Hay que reconocer que todos los intérpretes, esta tarde, se han prodigado en la provocación o el contagio de muchas emociones al encarnar unos personajes tan ricos y tan bien construidos.

-Pero me ha parecido muy digna de destacar la colaboración, en esta transmisión de emociones, del director musical en la conducción de la orquesta sinfónica de Bilbao. También y muy especialmente la puesta en escena de Stefano Monti. Y los movimientos coreográficos dirigidos por Monique Arnaud, basados en técnicas teatrales japonesas. Tampoco hay que desdeñar, en esta labor, la contribución del ambiente y la atmosfera creada por elementos tan significativos como las sombrillas o los abanicos o las cometas utilizadas para la ambientación.

-Ha sido una demostración de cómo puede funcionar la unión de todos los elementos escénicos, en lo que se llama el espectáculo total, para la producción de emociones artísticas.

-Así que, para concluir, puedo deciros que este pequeño experimento con una gran ‘Madama Butterfly’ en el palacio Euskalduna de Bilbao como cierre de la temporada de la ABAO número 70, ha resultado una experiencia muy gratificante y rica en emociones.

Esta entrada se escribio el Miércoles, 25 mayo 25 2022 a las 1:12 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información