David Barbero
-Os confesaré un secreto. Esta tarde, antes de ir al teatro Arriaga de Bilbao, he sacado brillo a mis zapatos. Y he perfilado la línea de mi pantalón. Lo he hecho como homenaje a uno de los autores que más he estimado durante las últimas décadas del siglo pasado y la primera de este. Harold Pinter.
-He acudido al Teatro Arriaga de Bilbao, para ver una de sus obras más emblemáticas. Lleva el título irónico de ‘Retorno al hogar’. Ahora ha sido adaptada y dirigida por el reconocido director argentino Daniel Veronese. Y está interpretada por un grupo seleccionado de actores destacados.
-Quiero detallar estos motivos que han justificado mi especial preparación estética.
-En primer lugar, Harold Pinter, el autor irreverente, el provocador, el iconoclasta, el crítico de las vicios y contradicciones de la sociedad, desde implacables posiciones de izquierda. Además, bendecido con numerosos premios, entre ellos, el nobel en el año 2005.
-La obra: ‘Retorno al hogar’. La estrenó a mediados de los sesenta, en sus años jóvenes, de fervor crítico. En ella, somete a un análisis meticuloso y una crítica severa hacia el género humano y, en concreto, hacia una de las bases de la sociedad occidental, la familia. Presenta una denuncia de sus muchas contradicciones, de sus brutalidades internas y de las barbaridades más aberrantes que pueden llegar a ser propuestas como normales.
-El director y adaptador, Daniel Veronese, argentino ilustre. Aclamado en su país, muy reconocido aquí, con gran fama internacional. Numerosos actores y actrices de prestigio están deseando ser dirigidos por él. También tiene numerosos premios y reconocimientos.
-Los integrantes de este elenco de interpretación cuentan también con fama y prestigio. Han elegido ellos mismos están presentes en este proyecto de prestigio y también de posible aprendizaje. Citémoslos: Miguel Rellán, David Castillo, Fran Perea, Alfonso Lara, Juan Cortés Vellido y Silma López.
-Así que supongo que consideréis lógico que yo me haya preocupado del brillo de mis zapatos y de la raya del pantalón para no desentonar.
-La representación ha respondido a la complejidad del ambicioso y algo enigmático texto. A sus muchas alusiones psicológicas y sociales. Se ha puesto el énfasis en expresiones, palabras o gestos que el autor señalaba como significativos. Quizá la dirección ha establecido un ritmo lento y matizado para destacar esas intenciones. Unir los dos actos originales en uno quizá haya provocado más confusión que claridad. Es posible que el ritmo establecido haya producido sensación de lentitud. Los actores han matizado todos sus parlamentos y movimientos. Pero quizá no hayan tenido preocupación por facilitar la comprensión, incluso sonora, de todas las palabras.
-Es posible también que todas estas circunstancias hayan llevado a decir a algunos espectadores, a la salida, que ‘ahora, en teatro, las obras no se escriben así ni se representan de esta manera’.
-Sin embargo, a mi juicio totalmente subjetivo, creo que ha merecido la pena volver a ver una de las obras más emblemáticas del gran inconformista Harold Pinter, dirigida por el concienzudo Daniel Veronese, e interpretada por los esforzados actores y la actriz citados. Aunque en teatro, ahora las cosas ya no se hagan así.
-Para concluir, os diré que, al llegar a casa, mis zapatos ya no brillaban y la raya del pantalón había desaparecido. Quizá sea que ni los pantalones ni los zapatos se hacen como antes.
Esta entrada se escribio el Viernes, 23 septiembre 23 2022 a las 23:24 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.