DAVID BARBERO
-He visto esta tarde , en el teatro Arriaga de Bilbao, la obra que lleva el título tan largo que expongo en el arranque del comentario. He encontrado un significativo paralelismo entre lo que ha pasado con esta pieza y su argumento referido a los cambios de guión y de responsables que sufrió la muy famosa película aludida.
-Lo explicaré luego, porque antes deseo referirme a lo raro y complicado que es el título aludido:‘Plátanos, cacahuetes y Lo que el viento se llevó’, aunque tiene relación con el contenido de la acción representada.
-En primer lugar, hay que señalar que éste es el título que se ha puesto a la versión española. El original en inglés, ‘Moonlight y magnolias’, resultaba notablemente más corto. . Pero no sé si más claro.
-El argumento tiene que ver con las dificultades surgidas durante el rodaje de la película norteamenicana en el año 1939, ‘Lo que el viento se llevó’. Estos problemas, de todo tipo, llevaron a intervenir al productor David O. Selznick para reconvertir el proceso, lograr cambiar el guion, buscar un nuevo director, reconducir el rodaje y conseguir salvar la carísima producción que terminó siendo un gran éxito mundial, artístico y económico.
-Para llevar a cabo esa reconversión y todo el trabajo de cambios, se impusieron un régimen alimenticio que incluía solamente plátanos y cacahuetes, además de café. Así quedan explicados todos los elementos que han sido incluídos en el titulo de su versión en castellano.
-En el desarrollo de la pieza queda reflejado el complejo mundo de la producción cinematográfica, con sus implicaciones artísticas, sociales, económicas, morales y legales. Como metáfora y semejanzas, tiene muchas connotaciones e implicaciones con la vida misma. También se pueden ver reflejados los paralelismos y las diferencias entre el cine y el teatro.
-Es preciso advertir que este proyecto teatral, en castellano, se enfoca desde un propósito humorístico, en el que la comedia lo condiciona todo y resulta el recurso más sobresaliente, aunque no sea el exclusivo, ya que la intención original del autor Ron Hutchinson, incluía alusiones criticas a la sociedad norteamericana, la situación de los judíos o las limitaciones económicas de los procesos creativos.
-En este punto es donde he encontrado los paralelismos. Aquí también se ha producido una transformación y diversos procesos de cambio para lograr, como con la película aludida, un mayor éxito de público.
-En la adaptación al castellano de Daniel Anglés se ha fortalecido esa orientación hacia el humor. En esa misma línea camina la incorporación de Jose Troncoso, que es el responsable de la versión y de la dirección escénica. Troncoso emplea aquí toda su habilidad cómica, demostrada ya en otras varias ocasiones con notable éxito y aceptación.
-También esta intención humorística preside las entregadas y dignas de alabar interpretaciones de los tres actores y de la actriz que encarnan a los personajes históricos que protagonizaron estos hechos en la realidad. Gonzalo de Castro encarna al mítico productor David O. Selznick. Pedro Mari Sánchez asume la personalidad del guionista Ben Hetch, al que se le encargan los cambios. José Bustos hace del director Victor Fleming. Y la actriz Carmen Barrantes interpreta a la secretaria del productor Señorita Poppenghul.
-No habría que olvidarse de ninguno de los participantes en los distintos oficios de esta producción. Y todavía menos de Mariano Marín, responsable de la música original y todo el espacio sonoro.
-Por todas estas razones, me ha parecido que la obra de título tan raro, que he visto esta tarde en teatro Arriaga de Bilbao, además de la comicidad, refleja los procesos que se producen en las artes escénicas, en otros desarrollos artísticos e incluso en la vida misma. Lo que puede dar pie también a una cierta reflexión crítica.
Esta entrada se escribio el Jueves, 14 septiembre 14 2023 a las 23:30 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.