DAVID BARBERO
-Sé que lo voy a tener que explicar. Pero comenzaré diciendo que esta tarde he descubierto, de nuevo, la importancia del vacío. Lo he hecho en la sala La fundición de Bilbao donde la compañía de la coreógrafa y bailarina Matxalen Bilbao ha estrenado el espectáculo de danza ‘Hustu, elogio al vacío’.
-El objetivo de esta creadora, en esta pieza de danza contemporánea, no era descubrir el vacío existencial, o emocional o afectivo. Ha buscado visibilizar el vacío como objeto, como elemento de creación artística. Hacerlo presente. Sentirlo. Verlo. Darle cuerpo. Otorgar realidad al concepto de vacío. Concretar la vaciedad. Y además, entenderlo como fundamental, como importante, como próximo a la esencia. Al núcleo.
-No es un descubrimiento menor. Hay muchos prejuicios sobre el vacío. Incluso hasta ese organismo que pomposamente se autodenomina Real Academia de la Lengua, coloca la vaciedad como sinónimo de necedad, sandez, simpleza, tontería, bobada o nimiedad. Peor para ellos, tan ilustres, si lo definen así.
-Además, esta materialización, esta creación se ha realizado de una manera netamente artística, visual, sugerente, en movimientos rítmicos y atractivos. Esa es la manera como los asistentes a este estreno hemos podido conectar artísticamente con el vacío, darnos cuenta de su presencia, de su importancia, de su consistencia, aunque rodeada de su fragilidad, también de su inconsistencia, al ser móvil y etéreo.
-Esta pieza muestra el vacío como un elemento primordial, dinámico y activo, un lugar donde se operan las transformaciones, donde lo lleno alcanza su plenitud, donde encuentra sentido. El vacío está asociado a la fugacidad del movimiento y a la profundidad oculta de lo no desvelado. Un elemento que tiende a evocar más que a revelar.
-‘Hustu: elogio al vacío’ Ha sido esrenado esta tarde en la sala La Fundicion de Bilbao. Se trata de un dúo coreografiado e interpretado por Matxalen Bilbao y Natalia García Muro. Ha sido definida como una pieza austera, sin adornos ni elementos superfluos.
-Las creadoras han evidenciado también una intención político-poética como denuncia de la tendencia actual a llenarlo todo con un consumo rápido, con exceso de ruido y con ausencia de de contenido. Es decir, lo contrario del auténtico vacío.
-El equipo creador completo de esta pieza ha estado formado por las siguientes personas: En la dirección, Matxalen Bilbao; En la coreografía e interpretación, Natalia García Muro, Matxalen Bilbao. El espacio sonoro es de Mikel R Nieto; el diseño de iluminación, David Alcorta. Los textos de Aintza Uriarte. La fotografía y el video de Jesús Robisco y los audiovisuales de María Etxaide.
-Con esta pieza, Matxalen Bilbao, que está de aniversario en su destacada trayectoria artística, se consolida como una profesional con ideas y estilo propio, como una creadora que posee su universo artístico y coreográfico, que sigue desarrollando un camino coherente de investigación y auto-exploración del cuerpo y el movimiento, y que sigue desarrollando también una importante labor educativa y de difusión.
-Añado una nota un tanto colateralmente. He dicho al principio, que he vuelto a descubrir el vacío. Me refería a que hace ya unas cuantas décadas lo encontré también en otra disciplina artística. Fue con la obra, y las explicaciones directas, del inolvidable Jorge Oteiza. Él lo llamaba desocupación.
-Por esa razón, me ha hecho especial ilusión el hallazgo de esta tarde en danza contemporánea, en la sala de La Fundición.
Esta entrada se escribio el Domingo, 2 febrero 2 2025 a las 0:13 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.