Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 diciembre 2024 - 11:58 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-No voy a exagerar. No diré que he ido esta tarde de domingo a ver el espectáculo ‘Alice’ de Momix, en el teatro Arriaga de Bilbao, sólo para analizar la adaptación del texto. He ido a divertirme, a sorprenderme, a pasarlo bien, a maravillarme por este sorprendente montaje de una compañía internacional tan acreditada como esta.

-Es de dominio público que los espectáculos de Momix son extraordinariamente atractivos. Son una magnífica mezcla, o mejor simbiosis, de teatro, música, danza, acrobacia, magia, fantasía e ilusión. Todo ello se confirma en este espectáculo bajo la dirección artistica de Moses Pendleton, con la maestra de ballet, Victoria Mazzarelli, y las marionetas de Michael Curry.

Todos los integrantes de Momix logran que sus espectáculos se conviertan en una aventura artística apasionante en la que te puedes encontrar con las sorpresas menos esperadas y las imágenes más atractivas.

Pero permitidme comentar el aspecto concreto de la adaptación. Tengo ese interés quizá por deformación profesional. La función está basada en la famosa obra ‘Alicia en el País de las Maravillas’ de Lewis Carroll, Pendleton, adaptador además de director artístico,  ha ideado un espectáculo polifacético que combina todos los elementos escénicos, además de ilusión, acrobacia y fantasía, y que recuerda los momentos más imaginativos de esa mágica y deslumbrante historia.

Sus palabras textuales: «No pretendo volver a contar toda la historia de Alicia, sino utilizarla como punto de partida para la invención». «Quiero respetar su esencia, pero la quiero llevar a términos que permitan la fusión de danza, iluminación, música, vestuario e imágenes proyectadas.»

Esta personal y libre adaptación presenta a una Alicia en permanente transformación, un cuerpo sin límites definidos que crece, se encoge, y vuelve a crecer, en un original montaje de danza repleto de magia y efectos visuales. Las bailarines, ilusionistas y gimnastas, todo a la vez, hombres y mujeres, expanden sus cuerpos por medio de apoyos, cuerdas, arropados por un impresionante despliegue de imágenes, espejismos, música y artefactos, además del sugerente vestuario.

El resultado es una producción de gran impacto visual y movimiento creativo, en la que en ningún momento se sabe con exactitud lo que va a pasar a continuación. Otras palabras textuales «Mi curiosidad no dejaba de crecer a medida que iba estudiando a Lewis Carroll, que fue un apasionado fotógrafo como yo mismo».

-Soy consciente de que hay entendidos y expertos teatrales, a los que respeto mucho, que opinan que las adaptaciones deben respetar los textos originales, incluso en detalles tan nimios como la época o la vestimenta. No pretendo convencerles de lo contrario. Pero…

–Pero, a mí, esta adaptación de Momix, hoy en el Teatro Arriaga de Bilbao, me ha entusiasmado, sorprendido y maravillado.

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 diciembre 2024 - 1:36 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-La verdad es que tenía ya nostalgia de ver representada alguna pieza de un autor, tan añorado por mí, como es el gran Carla Goldoni. He echado mucho de menos su ironía, su sabiduría teatral, su humor intencionado, su universalidad, y en consecuencia su actualidad.

-Así que en cuanto vi el anuncio de una de sus obras en la cuidada programación del Teatro Barakaldo, apunté la fecha y he estado atento a que se cumpliera. Justamente esta tarde se ha representado ‘Las locuras por el veraneo’. Es la primera pieza de la trilogía que dedicó a ironizar sobre este tema, allá por el siglo XVIII.

-Eduardo Vasco versiona y dirige esta pieza al frente de su Compañía, Noviembre Teatro, en coproducción con el Teatro Español, del que ahora es  director artístico.

-He tenido especial interés en reseñar que esta pieza ha sido una producción de la compañía Noviembre Teatro. Durante la representación, me ha venido a la mente, con positivo recuerdo, el teatro realizado por las compañías estables. Las que han ido perfilando su estilo propio a fuego lento, durante mucho tiempo. También han ido creando una notable complicidad entre los actores. Y de ellos con el director o directores de la compañía.

-Lo que me ha venido a la mente, en concreto, es la consideración de que la perfección que estaba viendo sobre el escenario no hubiera sido posible sin ese estilo propio y esa complicidad.

 

-He aludido antes a la actualidad de Goldoni. A través de esta pieza, se puede comprobar que, tres siglos después, la sociedad de ahora se rige por los mismos mecanismos que los venecianos de entonces. Siguen presentes las apariencias, el qué dirán, la ostentación a toda costa, incluso empeñarse económicamente para figurar en unos días de vacaciones.

-El amplio elenco de nueve actores y actrices representa una especie de competición entre dos familias empeñadas a toda costa en pasar unas semanas en el campo de La Toscana, lo que les lleva a lanzarse a una carrera de apariencias que les conducen a ver quién luce los mejores vestidos, organiza las fiestas más aparentes, sirve las comidas más aparatosas o atrae a la créme de la créme a las mismas, aunque en realidad están arruinados y no tengan ninguna clase.

-Vasco, el director, ha introducido también canciones que el elenco interpreta con soltura y efectividad, para dotar a la comedia de un aire frívolo, juguetón, inconsistente, ligero, casquivano, superficial y liviano a la vez, donde casi nada importa el ser sino unicamente el aparentar. Unido todo a una intención crítica que sigue resultando eficaz.

-La acción es trasladada a los felices años 20 del siglo pasado, para acercar el paralelismo con la actualidad. En ese ambiente, para que la comedia sea más jugosa, Goldoni, y con él esta compañía de cómicos actuales, entrecruza a dos galanes enamorados de la misma mujer, dos jovencitas que están obsesionadas por vestir a la última , unos padres que se ven sobrepasados por las circunstancias, unos criados que no salen de su asombro al ver la falta de principios de sus amos, una sofisticada viuda y algún que otro espabilado que se aprovecha de esas vanidades. Para que no falte nada en la representación, hasta se hace una exhibición de un colorista y vistoso vestuario, diseñado del famoso televisivo Lorenzo Caprile.

-Como los integrantes de estas compañías estables suelen renunciar al nombre individual en beneficio del conjunto, dado su especial calidad interpretativa, voy a recoger los nombres de los nueve intérpretes. Rafael Ortiz, Elena Rayos, José Ramón Iglesias, Mar Calvo, Alberto Gómez Taboada, Jesús Calvo, Celia Pérez, Manuel Pico y Anna Nacher.

-Reconocimiento a todos por su buen trabajo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 30 noviembre 2024 - 1:06 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Reconozco que tenía ganas de ver sobre el escenario un nuevo texto de Ignacio Amestoy. Así que he acudido, con mucha curiosidad, esta tarde al Teatro Campos Elíseos de Bilbao, para ver ‘Malditos tacones’.

-Os adelanto que me he sentido muy gratificado al conectar de nuevo con su característica manera de escribir teatro, su planteamiento directo, su tratamiento intenso, cuidado en los detalles, sólido y consistente.

Voy a ser más concreto. Me ha vuelto a gustar su detenido estudio y construcción de los personajes. Creo que los femeninos se le dan mejor. Y en esta ocasión son dos mujeres. Me ha parecido excelente la graduación en la entrega de la información dramática. Ha sabido modelarta muy bien para mantener el suspense y producir sorpresas. Otro punto destacado han sido las referencias a los mitos griegos para darle más trascendencia al tema.

Este texto, firmado por Ignacio Amestoy y dirigido por Magüi Mira, es una apuesta dialéctica por el teatro de texto, en el que la interpretación también es un eje destacado del espectáculo. Los espectadores hemos sido testigos de un duelo entre dos personajes muy potentes y otro duelo interpretativo entre dos actrices, Luisa Martín y Olivia Molina, quienes, con increíble química, libran una batalla muy personal.

En «Malditos Tacones», destaca su capacidad de desnudar la trama y focalizar la atención en la fuerza de las palabras y la verdad de las emociones enfrentadas. El montaje realizado, con la simplicidad de elementos, realza el contenido expuesto por el autor y el peso interpretativo de las protagonistas. La escenografía austera subraya el poder de la narrativa, donde las dos protagonistas se enfrentan cara a cara con sus dilemas y contradicciones en un espacio repleto de significado.

Luisa Martín da vida a una matriarca poderosa que arrastra el peso del uso y hasta el abuso de poder. Cada palabra suya está cargada de intención, como resultado de su dedicación y profesionalismo. Por su parte, Olivia Molina interpreta a una abogada que ha luchado por su lugar en una sociedad que no siempre le ha favorecido. Realiza una interpretación apasionada, creando un contraste perfecto con su antagonista. Los diálogos entre ambas están cargados de tensión y emociones contenidas, a la vez  que ponen de manifiesto la evolución de sus personajes.

Debo decir que, en la relación entre los dos personajes citados, hay un elemento muy destacado que condiciona toda la acción y la psicología de ambas, pero que no debo desvelar.

‘Malditos Tacones’ plantea un debate de gran actualidad en el que está metida ahora la mujer al asumir su liderazgo en los muchos campos en los que se ve inmersa, a la vez que lucha por su libertad.

Ignacio Amestoy siempre ha planteado en su teatro, de casi cuarenta obras, la importancia del conflicto entre los personajes. Autor de la llamada generación de la Transición, ha escrito y editado obras que explican su visión crítica y ponderada, sobre la sociedad en la que vivimos.

(Pongo entre paréntesis la alusión a un elemento, a mi juicio, negativo, que deforma la caracterización emocional de los personajes. Se trata de la utilización de micrófonos, que cada vez son más habituales)

He comenzado refiriéndome al deseo de ver una nueva obra de Ignacio Amestoy. Termino reconociendo la satisfacción que me ha producido esta obra suya.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 27 noviembre 2024 - 1:49 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Acabo de llegar del Auditorium del Palacio Euskalduna de Bilbao donde he asistido a la segunda de las representaciones  de la ópera ‘Il trittico’ de Giacomo Puccini, dentro de la actual temporada de la ABAO. Tengo la sensación de haber asistido a un autentico acontecimiento artístico.

-La Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera ha programado esta obra, que no se representa muchas veces a pesar de su singularidad y su calidad. Ha realizado su producción para conmemorar la centenario de la muerte de este muy notable compositor.

-He dicho más arriba que tengo la sensación de haber asistido a un acontecimiento artístico y cultural, a pesar de ser consciente de que en determinados círculos artísticos, e incluso escénicos, se tiene la idea, a mi juicio equivocada, de que la ópera es un género perteneciente al pasado.

-Varios son los motivos que me lleva a tener esa sensación. Entre ellas, está el muy cuidado montaje realizado para esta ocasión. Hay que destacar la dirección musical de Pedro Halffter, un reconocido especialista en este compositor; la innovadora puesta en escena dirigida por Paco Azorín; La interpretación de la Orquesta sinfónica de Navarra, además de la intervención de un amplísimo elenco de voces muy destacadas. Entre los cantantes, se incluyen una muy buena y amplia representación de cantantes vascos de categoría y reconocimiento.

-Puccini compuso Il trittico como una trilogia para representar en conjunto, inspirándose en la estructura de la Divina Comedia de Dante y su división de infierno, purgatorio y paraíso. Es la primera vez que ABAO  programa la obra y lo hace de modo  completo tal y como la concibió el compositor, como un todo con tres partes: Il tabarro, una tragedia verista de misterio y crimen, Suor Angelica, un melodrama de redención religiosa y Gianni Schicchi, una farsa cómica.

-En Il tabarro hay celos, mentiras, ira, venganza, adulterio, sordidez y crimen. Una obra que destaca por su densidad dramática y musical. El trío protagonista está interpretado por el barítono Carlos Álvarez, la soprano Ángeles Blancas y el tenor italiano Marco Berti.

-Suor Angelica es un poderoso y conmovedor melodrama que tiene como tema central el suicidio. Está interpretada, con especial mérito, por las sopranos Chiara Isotton y Karita Mattila. Esta noche ha resultado especialmente emotiva.

-La última ópera, Gianni Schicchi, es la más conocida y representada. Su puesta en escena ha sido llevada con un destacado sentido humorístico. Para el libreto, Giovacchino Forzano se basó en un personaje de la Divina Comedia. Dieciséis artistas han participado de su amplio reparto encabezado por el barítono Carlos Álvarez, acompañado por Sofía Esparza y Ioan Hotea .

-A la salida de la representación, la dirección musical de Pedro Halffter han recibido numerosos elogios. Por su parte, Paco Azorín ha realizado una demostración de su habilidad para desarrollar cada una de las piezas por un camino diferente y las tres de especial calidad. En este caso, se puede decir que ha ido de menos a más.

-En las tres piezas, se ha evidenciado también la calidad creativa de los efectos de luz y video con proyecciones de Pedro Chamizo, el diseño de vestuario de la bilbaína Ana Garay, y la coreografía de Carlos Martos de la Vega.

-Quede el reconocimiento del esfuerzo realizado en esta ocasión y de la calidad conseguida en un proyecto, y un reto, valiente afrontado con un planteamiento innovador y arriesgado.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 24 noviembre 2024 - 1:29 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-He tenido especial interés en acudir esta tarde al teatro Serantes con el fin de ver de nuevo la obra – el monólogo-  ‘Prima Facie’ dentro de la programación del Festival internacional de Santurtzi. La vi hace unos meses en Bilbao. Recuerdo que entonces os transmití mi inmejorable impresión tanto de la obra como de la interpretación y de todo el montaje.

-Os adelanto que, en esta revisión, me ha parecido todavía mejor. Más exacta, más completa, mejor dirigida y también todavía mejor interpretada.

-Este interés de verla atentamente otra vez estaba motivado por el deseo de realizar un nuevo análisis de obra. Hacer otro intento de percibir con más exactitud cuáles son las cualidades concretas por las que ese espectáculo funciona tan bien. Porqué despierta tanto interés. Las causas de que conecte tan perfectamente con el público.

-Me he vuelto a preguntar qué hubiera sido de esa pieza sin la interpretación de Victoria Luengo. Qué hubiera sido si tampoco hubiera sido dirigida por Juan Carlos Fisher, ni escrita por Suzie Miller. Cuáles han sido las claves que han manejado esas tres personas.

-Hay que advertir que esto no sólo  ha sucedido aquí en España. Antes, había pasado por numerosas capitales europeas con el mismo éxito. También en Estados Unidos, comenzando por el Broadway neoyorkino, la expectación y los elogios han sido también completos.

-Del personaje de Tessa, que es la protagonista, se ha destacado la perfección en su caracterización, por las connotaciones de actualidad, por los matices que complementa su diseño, por la acumulación de perfiles superpuestos. A mi juicio, eso ha sido posible, entre otras cosas, porque la autora es una mujer. Creo que hay elementos y matices, que no habrían podido ser explicitados, y de esa manera, por un hombre.

-Dentro de la caracterización de este personaje, hay destacar también el acierto en la manera de expresar el contraste en sus dos etapas: cuando ella era abogada en los casos de violencia sexual, y cuando, después, se convierte en victima. En este punto, es preciso señalar asimismo cómo queda reflejada la realidad de la justicia misma y de su ejercicio. Y el juicio que ella expone de esa justicia.

-Se ha insistido mucho en la manera fragmentada  de exponer la acción, en el ritmo, en el atractivo para que pieza llegue a atrapar la atención. La estructura no lineal en la presentación de los hechos está perfectamente matizada. La precisión de los saltos temporales y espaciales. Siendo esos aspectos merecedores de elogios, las alabanzas hay que extenderlas a la novedosa, eficaz y atractiva manera de exponer la historia y el personaje.

-Asimismo hay que destacar cómo las diferentes emociones llegan de tal manera al espectador que no deja indiferente a nadie. Te obliga a reflexionar, te provoca muchas preguntas, te lleva a tomar posición. En ese aspecto, es obligado reconocer el cuidado puesto por el responsable de la dirección escénica en los detalles por mínimos que puedan parecer. Todos son convertidos en significativos y atrayentes. En los golpes de efectos sonoros y visuales.

-De la interpretación de Victoria Luengo, ya he expresado antes mi reconocimiento. Hay que destacarlo todo: su versatilidad, sus cuidadas entonaciones, incluso para cada una de las partes de las frases breves, los gestos, las actitudes, los cambios de ritmo, la complicidad, la variedad de actitudes…

-A nadie le sorprenderá, por tanto, que el teatro haya estado lleno; que ese público haya sido mayoritariamente femenino; que se notara en el ambiente esa curiosidad, esa expectación, esa compenetración, esa identificación en el seguimiento de todo el desarrollo de la obra.

-Tampoco sorprenderá a nadie que, al término de la obra, los aplausos hayan sido unánimes, sonoros, extensos, prolongados y contundentes. Muchas de las espectadoras y espectadores se han puesto de pie. Todo ello da una idea fiel de la aceptación total que ha recibido el espectáculo en su totalidad y en cada uno de sus elementos.

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