Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 noviembre 2019 - 12:18 pm
Categoría: General

David Barbero

-Este fin de semana, ha estado, en el Teatro Arriaga de Bilbao, la extraordinaria actriz Nuria Espert representando los versos de ‘El romancero Gitano’ de Federico García Lorca.
-He destacado, desde el principio, lo de ‘extraordinaria’ actriz. Desde hace muchos años, tengo en gran estima sus actuaciones profesionales y sus actitudes personales.
-También he utilizado el verbo representar en lugar de recitar, a pesar de ser un texto esencialmente poético. La gran capacidad de comunicación con el público de Nuria Espert y su implicación con el texto, lo ha llevado a una representación con todas las consecuencias.
-Hay que señalar que ha demostrado, una vez más, sus cualidades y su gran maestría en la dicción, los movimientos, gestos, posturas. Todo el espectáculo estaba especialmente cuidado, en las luces, los sonidos hasta los más mínimos detalles.
-No me gustaría ahorrar ninguna alabanza hacia Nuria Espert, antes de explicar el título que he puesto a este comentario.
-Parto de la consideración de que, en esta gran actriz, caben dos posiciones, planteamientos, actitudes, o incluso personalidades. Por un lado, está la perfección, el detalle medido, el gesto preciso, la contención. Lo designaría como ‘Doña Nuria’. Conviviendo con esa actitud, hay otra, llena de pasión, de fuerza, de ruptura, incluso de rebeldía. La podemos llamar ‘La Espert’. No creo que sean opuestas sino complementarias.
-Pienso que, este fin de semana, ha venido al Arriaga la primera. La prefecta, la precisa, la exacta, la controladora. Hasta para colocarse en el lugar correspondiente al mejor foco o para sentarse de la manera más adecuada en la butaca señalada.
-A mí, me hubiera gustado también presenciar ‘El romancero gitano’ por la Espert. Por la rompedora, por la pasional. Quizá sin respetar las luces establecidas. Quizá llegando a sudar. O saltándose los tonos exactos. O no diciendo con tanta exactitud las introducciones escritas para cada uno de los poemas.
-Mejor todavía. Hubiera sido extraordinario haber visto un día a la perfecta ‘Doña Nuria’ y otro día a la apasionada ‘La Espert’.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 10 noviembre 2019 - 12:01 pm
Categoría: General

David Barbero

-Esta vez, voy a comenzar por el final y plantear una cuestión subjetiva.
-Al salir ayer del Teatro Social de Basauri, bajo la lluvia, se me impuso el debate sobre quién es el destinatario último del teatro y del arte en general.
-¡Ah! No he dicho que habíamos estado viendo ‘La isla’, obra producida por Histrión Teatro; escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio; e interpretada, además magníficamente, por Gema Matarránz y Marta Megías.
-Es posible que nos influyeran las palabras del programa de mano en las que se decía que este espectáculo había sido preparado ‘expresamente’ para esas actrices.
-En ese sentido, se cumplió el objetivo establecido. Ya he indicado que las dos se lucen y demuestran sus grandes capacidades interpretativas.
-Me dio la impresión, -algo subjetivo-, de que no se había pensado tanto en el lucimiento de los técnicos de iluminación o atrezzo. Ni quizá tampoco en el equilibrio interno de la construcción de la obra.
-También me había llegado la sensación, -otra subjetividad-, de que no se había pensado muy detenidamente en el público y en la mejor manera de hacerle llegar la profunda historia que se deseaba contar. Es decir. La obra no se había hecho ‘expresamente’ para los espectadores.
-Las preguntas concretas del debate que mantuvimos, camino de casa, fueron las siguientes: ¿El ‘éxito’ final de una obra de teatro no es conseguir que el público haya comprendido, y sentido, exactamente lo que se quiere decir? ¿O el objetivo es la satisfacción del creador o interprete por creer que ha hecho las cosas bien?
-Una de las participantes en el debate pensaba que había una dosis elevada de manipulación en ese planteamiento. Pero tampoco en eso nos pusimos de acuerdo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 9 noviembre 2019 - 11:30 am
Categoría: General

David Barbero

-La compañía teatral portuguesa Chapitó es uno de los ejemplos mundiales de permanencia y mantenimiento de una manera de trabajar sobre el escenario. Comenzaron hace décadas ya con ese estilo y lo mantienen con las correspondientes actualizaciones y mejoras.
-Empezaron en unos locales parroquiales de Lisboa. Y creo que todavía siguen ensayando allí.
-Ese estilo característico consiste en elegir un texto clásico y reelaborarlo a su manera. Se suben al escenario vestidos de calle, no usan decorados, cada uno asume varios personajes y actúan comunicándose directamente con el público.
-Este año están girando con ‘Hamlet’. Mantienen la autoría de Shakespeare. Extraen del texto las ideas esenciales. Corrupción, ambición de poder, locura, venganza o incesto. Llevan la acción desde Dinamarca hasta un ascensor de Nueva York. Los tres actores y una actriz se visten con un traje masculino, o quizá unisex, de ejecutivo actual. Y lo representan en un tono lleno de humor, acrobático, en movimiento continuo, casi de circo.
-Es posible que su humor se esté haciendo más enigmático, menos intencionado, con una elaboración más compleja, menos directa. O quizá sea una impresión mía.
-Siempre han actuado con ese esquema. Comenzaron con los textos clásicos griegos. Ahora le ha tocado al insigne William.
-Tradicionalmente han sido muy bien acogidos en los escenarios vascos. Incluso han realizado colaboraciones con compañías de aquí. En el festival internacional de teatro de Santurtzi, tienen un puesto fijo. Ayer estuvieron allí.
-Antes éramos pocos los que les seguíamos incondicionalmente. Ahora han abierto muchas puertas en el mercado teatral internacional.
-Si todavía no te has encontrado con ellos, puede ser éste el momento.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 8 noviembre 2019 - 12:20 pm
Categoría: General

David Barbero

-Permitidme una advertencia previa. Soy racionalista. Me gusta comprender las cosas. Por ejemplo, cuando presencio un espectáculo, realizo esfuerzos para entenderlo. Y reconozco que, cuando no lo logro, tengo tendencia a disgustarme.
-Ayer asistí a ‘Not a moment too soon’. Se trata de un homenaje al coreógrafo innovador Merce Cunningham. Forma parte del Festival internacional de danza contemporánea, Dantzadia, que organizan, con esfuerzo y talento, los responsables de la sala La fundición.
-En el programa de mano, la pieza es definida como ‘una obra escénica multidisciplinar que integra danza, texto, música y video y recorre la experiencia vital… ‘Es un viaje compartido en sus compases finales… ‘Un acto de introspección en una memoria compartida…
-A lo largo de la representación, realicé el habitual esfuerzo de comprensión. Reconozco que con escaso resultado. A la salida, un grupo de aficionados realizamos un coloquio. Pero no nos pusimos de acuerdo en si aquello había sido una auto ficción deconstruida o una elucubración performática.
-Alguien entendido en estos lances artísticos vanguardistas me ha dicho varias veces que mi método es equivocado. No procede intentar comprenderlo todo racionalmente. Hay otras vías para enfrentarse al arte: La imaginación, la apertura emocional, dejarse llevar por las sorpresas. De esa manera, se logra participar en propuestas artísticas avanzadas y descubrir nuevos horizontes. .
-Estoy convencido de que este amigo tiene razón. Pero tengo el lastre de mi racionalismo.
-Debo cerrar con una advertencia final. ¿Cómo avanzaríamos artísticamente aquí sin estas novedosas experiencias que nos traen estas/os chicas/os de La Fundición?

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 7 noviembre 2019 - 11:16 am
Categoría: General

David Barbero

-Podéis comprobar que no he utilizado la expresión ‘teatro comercial’. Tiene demasiadas connotaciones peyorativas. Parto de que todo teatro bien hecho merece el mismo respeto.
-Había visto ya en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao las representaciones anteriores de ‘Escenas de la vida conyugal’ por Ricardo Darín. Pero no resistí ayer la tentación de analizar de nuevo lo que creo que es la formula o el planteamiento que este actor argentino tiene para ese tipo de teatro.
-Es un planteamiento diferente, por lo menos en matices, al de otros grandes actores españoles. Podemos citar a José María Pou, Carlos Hipólito, Emilio Gutiérrez Caba, Nuria Espert, Imanol Arias… Sin que eso me lleve en este momento a establecer comparaciones. Claro. Ya sabemos que Darín tiene una trayectoria más cinematográfica que teatral. Y que la carrera teatral la ha desarrollado más en Argentina que aquí.
-Por lo observado en las diferentes etapas de exhibición de esta obra de Ingmar Bergman, las características de su planteamiento son: Elegir un texto de prestigio. No absolutamente moderno ni experimental. Tampoco clásico. De calidad. Que permita demostrar sus cualidades interpretativas.
-Va a escenario limpio. Sin decorados. Algunos muebles de atrezo. Muy limpiamente movidos. Las luces muy cuidadas. Vestuario eficaz.
-El énfasis lo pone en la interpretación. Nada de aparatosidad ni excesos. Precisión y contención. Pocos movimientos, pero muy medidos. Da mucha importancia a la voz. Los matices. Las entonaciones. Las frases muy bien colocadas. Sobre todo, muy pensados los golpes que pueden provocar humor o ironía.
-Hay que cuidar mucho también las cualidades interpretativas a la hora de elegir partenaire. Lo importante no es su belleza escultural. Calidad. Las réplicas de igual a igual. No pretender lucir más en la comparación.
-La dirección escénica no debe ir encaminada al lucimiento ni la aparatosidad. Eficacia y rigor. Sin tiempos muertos.
-Por descontado que en este tipo de teatro, la popularidad del intérprete principal es algo fundamental. Y Ricardo Darín la tiene. Tampoco se prodiga sobre los escenarios. Hay que dosificarse.
-De esa manera, no debe extrañar que ayer, a pesar de ser un miércoles laboral, el teatro estuviera lleno. Y que el coste de las entradas no fuera un inconveniente. El público mantuvo la atención toda la obra. Los aplausos finales fueron largos. Una gran parte de lo asistentes se puso de pie.

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información