Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 15 febrero 2011 - 10:32 am
Categoría: Teatro

-Volví a ver la obra teatral ’19.30’ en el Teatro Barakaldo el mismo día en que el Partido Popular proclamaba candidato a Camps, a pesar de que los tribunales le van a juzgar por corrupción.

-De eso trata la obra. ¿No? Denuncia lo que pasa entre la clase política de esta sociedad.

-Esa es la misión del teatro, en lugar de tanto esteticismo de obras que están en Babia o en la estratosfera del clasicismo.

-El teatro debe estar vivo. Si no … se muere.

-Ingeniosa frase.

-Oye, tú. ¿Qué haces tú en una obra que ya has visto en su estreno en el Teatro Arriaga?

-Precisamente porque el teatro está vivo, hay que seguir su evolución. Además, había nuevos actores.

-La puesta en escena se ha ajustado.

-El ritmo. Sobre todo el ritmo.

-Quizá tenga un desarrollo más horizontal que vertical.

-¿Eso qué significa?

-Analízala detenidamente.

-Como autor, lo que más destaco es el engranaje de las escenas con múltiples personajes.

-¡Da de sí una revisión!

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 14 febrero 2011 - 10:54 am
Categoría: Teatro

-El otro día estuve viendo el último espectáculo de Ángel Pavlosky titulado ‘Ángel – hada’ y salí preguntándome: ¿Cómo me había yo formado la idea de que Pavlosky es irónico, picante, agudo, ingenioso, sutil, mágico, directo ….?

-En la idea que yo tengo de Pavlosky, destaca sobre todo su segunda intención, su rapidez de reflejos, su iconoclastia.

-A mí, Pavlosky siempre me ha parecido vivo, ilusionante, libre, rompedor, excesivo, infractor, canalla, mordaz.

-¿De verdad?

-¡Por supuesto!

-Entonces, os pregunto a vosotros. ¿Cómo os habéis formado vosotros también esa idea de Pavlosky? En este espectáculo no lo parece.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 9 febrero 2011 - 10:32 am
Categoría: General

-¿No has caído todavía en el morbo por los retos de la intriga política?

-¡Qué pereza volver a estar interesado por la política! ¿No?

-Es la intriga, la curiosidad, el entretenimiento.

-Eso es contradictorio con la política.

-No. Mira. Yo estoy enganchado a la intriga de saber quién va a ganar en el duelo entre el ministro Pérez Rubalcaba y el abogado abertzale Iñigo Iruin. ¿Logrará el segundo colarle al primero los estatutos del nuevo partido? ¿Conseguirá el ministro hacerles condenar a ETA con todas las consecuencias? ¿Pasarán con solo decir que no tienen nada que ver con la trayectoria anterior? ¡Es apasionante!.

-¿De verdad?

-Para elegir una intriga potente, yo prefiero la crisis económica y el reajuste. ¿Logrará la Merkel alemana que Zapa y los suyos incluyan el límite del déficit público en la constitución? ¿Los salarios se ajustarán a la productividad y no la inflación?

-En eso, poca intriga hay. Por supuesto, lo incluirán.

-La intriga sobre Zapatero está en saber si ya se ha arrepentido de su decisión de no volver a presentarse. Como ha logrado el acuerdo con los empresarios y los sindicatos, ¿cree que puede ganar de nuevo las elecciones?

-Lo voy a pensar. La verdad es que me da mucha pereza seguir eso que tratas de venderme como intriga política.

-Los protagonistas de esas películas tiene muy poco glamour.

-Y morbo, todavía menos.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 8 febrero 2011 - 11:09 am
Categoría: Teatro

-Los genetistas deberían iniciar una investigación en profundidad con el fin de, a través de la clonación o del método que quieran, lograr inmortalizar a los miembros del grupo teatral ‘La zaranda, Teatro Inestable de Andalucía la Baja’

-Cuando vas a ver un espectáculo de la Zaranda, nunca sales defraudado. Siempre cumplen. Te encuentras con su teatro de siempre, con sus raíces, su manera de hacer, de decir, de moverse, con sus temas trascendentales.

-Cuando vas a ver un espectáculo suyo, te encuentras también con sus incondicionales. No van a otros espectáculos teatrales. Pero a ése no fallan.

-Ahora han venido con ‘Nadie lo quiere creer’, preparando el funeral y el enterramiento, antes de haberse muerto.

-El tema de la muerte y la vida como esperpento son sus obsesiones eternas.

-Los asuntos fundamentales.

-Deduzco, entonces, que no hay sorpresa cuando se va a ver a los cuatro jinetes de la Zaranda.

-¡Todo lo contrario! La Zaranda siempre te ofrece la mayor de las sorpresas.

-Lo que tienes que hacer es seguirlos por donde vayan.

-Citemos a los grandes. Francisco Sánchez, Eusebio Calonge, Gaspar Campuzano, Enrique Bustos. .

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 7 febrero 2011 - 11:15 am
Categoría: Teatro

-Tengo curiosidad por saber si has superado los prejuicios que exponías sobre Joseph María Flotats, después de ver ‘Beaumarchais’.

-¡Ah, los prejuicios! Te acompañan hasta más allá de la muerte.

-Es evidente que Flotats lo acapara todo y que hace espectáculos grandiosos para su lucimiento.

-Discrepo. Hace espectáculos grandiosos en los que luce sus muchas cualidades como actor, como director, como adaptador, como ….

-El otro día le pusiste también como productor y, en esta ocasión, no lo es.

-Demuestra tener una muy alta estima de sí mismo. En todas sus actuaciones está dando lecciones de su maestría. Es como si te dijera: mira qué bien lo hago. Te echa en cara su perfección.

-Mira. Amigo. Para que un artista del teatro sea grande, se lo tiene que creer. Flotats es uno de los más grandes y, por lo tanto, es consubstancial que se lo crea.

-Sin ese punto de ambición, no se hacen obras ambiciosas.

-Flotats es desmesuradamente ambicioso.

-Gracias a eso, se mete y saca adelante proyectos desmedidamente ambiciosos. Sin él y sin su carácter, Beuamarchais, hubiera sido imposible.

-Es un trabajo desmesurado, grande, magnífico. Esta cuidado desde lo más grandes hasta lo más pequeño. La resolución de los decorados es extraordinaria. Del vestuario, ¿Qué vamos a decir del vestuario? La dirección de actores… Bueno. La dirección de actores está trabajada al máximo. Logra que se luzcan actores y actrices que tienen interpretaciones pequeñas.

-Otra cosa te digo, Puedes decir que este espectáculo es desmedido en todo. En el anterior, el de Pascal, utilizaba lo mínimo. Iba a lo esencial. Una luz y dos actores.

-¿Lo ves? Igual de exagerado. Por un lado o por el otro.

-¿Sabes lo que te digo? Es una pena que no haya actores, directores, adaptadores y también productores tan exagerados, tan egocéntricos, tan ambiciosos, tan magníficos, tan comprometidos, tan identificados como él.

-¡Vale! Brindo a la mayor gloria de Flotats.

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