DAVID BARBERO
-Con este título un tanto enrevesado he querido expresar la buena impresión que he sacado sobre la obra que acabo de ver esta tarde en Pabellón 6 de Bilbao. Lleva el título de ‘La tuerta’. Su autor y director es el reconocido actor Jorge Usón, que esta vez no interviene. Todo el peso de la interpretación lo lleva María Jáimez.
-Por concretar, diría que me ha parecido una pieza original, diferente, sugerente, atractiva, peculiar, cuidada al detalle, divertida, interesante. Voy a repetir lo de original y lo de sugerente.
-Como ya he adelantado esa buena opinión, ahora mi obligación es justificar tales aseveraciones. Vamos a ello.
-Un primer motivo puede ser la originalidad del tema elegido por Usón. Parte de una doncella del barroco español sufre un accidente que la deja tuerta de un ojo en su primer encuentro de coqueteo amoroso. Llena de rencor por este percance, jura vengarse del amor eternamente. Si ella no puede amar nadie lo hará. Y esa maldición se hace patente en Lucía, una bailarina del momento actual, además de otras cuantas jóvenes, curiosamente caracterizadas. Diría otra vez, originalmente caracterizadas.
-La originalidad, perdón por volver a repetirme, no está sólo en el tema elegido. Se halla sobre todo en el modo de tratarlo. La perdida de un ojo conlleva la incapacidad de ser amada. Se siente cómo el cuerpo entero se aja con el tiempo, y en su interior se abre una incertidumbre dolorosa, que da trascendencia al incidente y arruina toda la vida.
-Usón, en su texto, hace numerosas referencias a García Lorca, con lo que logra un tono poético que también engrandece esa ausencia y esa herida de amor. Así el mensaje lírico y la desesperada añoranza llegan con más fuerza hasta el público. El texto tiene, además, una estructura fragmentada,que coloca la expresividad en cada uno de los sonidos.
-La actriz y también bailarina, María Jáimez, demuestra una potente energía, que encarna con una vitalidad inasequible al desaliento los reveses incesantes que sufre en las varias vidas que va encarnando. Realiza una exhibición de sus cualidades, su fuerza expresiva y su versatilidad.
-Durante la obra da vida a varios personajes, demostrando un gran dominio expresivo y gestual, además de sumar la complejidad de tener que enfrentarse a un espacio teatral completamente vacío, sin más ‘escenografía’ que una simple venda. El resto de los elementos son creados por el imaginario de la propia actriz y por la ilusión que genera o provoca en el espectador. Sin lugar a dudas lo más destacable de la obra es su capacidad interpretativa, así como la minuciosidad y el cuidado de cada uno de sus movimientos, de los gestos, de las expresiones, de los tonos de voz que, en ocasiones, parecían intencionadamente propios de una marioneta.
-Expresamente deseo señalar también todos esos adjetivos que he colocado al principio, se los atribuyo a Ana Bruned, responsable de la caracterización; A Alejandro Andújar, que ha diseñado el vestuario y ha idea ideado la escenografía limpia; a Juan Gómez Cornejo, por su iluminación, También a Mariano Marín y a Torsten Weber, por la música.
-Hay que hacer también alusión a compañía productora de este espectaculo. Nueve de Nueve Teatro es de origen aragonés fundada en el 2010. En ese mismo año, obtuvieron su primer éxito con Cabaré de Caricia y Puntapié. En 2016 produjeron La Extinta Poética de Eusebio Calonge. En 2018, estrenaron el esperpento musical multipremiado Con lo Bien que Estábamos (Ferretería Esteban) dirigida y escrita por José Troncoso y música original de Mariano Marín. Y en la actualidad están con este su último trabajo La Tuerta, ópera prima como autor y director de Jorge Usón.
-En consecuencia, si alguien todavía no está siguiendo las propuestas escénicas de este grupo, creo que debería pensárselo y comenzar a hacerlo cuanto antes.